La inmensa mayoría de los ciudadanos estadounidenses están preocupados por sus futuras prestaciones de la seguridad social, ansiedad que aflora ante el agotamiento previsto de los fondos de seguridad social en la próxima década.
«Más de la mitad (53 por ciento) de los estadounidenses que aún no se jubilan dicen que esperan depender de las prestaciones de la seguridad social para pagar sus gastos necesarios una vez que se jubilen», señala una encuesta del 21 de noviembre de Bankrate.
«Pero al mismo tiempo, al 72 por ciento de todos los estadounidenses les preocupa que las prestaciones prometidas de seguridad social no se les pague cuando lleguen a la edad de jubilación».
Por generaciones, los baby boomers y la Generación X son los más preocupados, con más del 80 por ciento. Entre los millennials y la Generación Z, esta cifra se situaba entre el 60 por ciento y el 70 por ciento.
Se calcula que el principal fondo fiduciario de seguridad social se agotará en 2035, según un informe de mayo del Consejo de Administración de Seguridad Social. Cuando se agoten los fondos, la administración de seguridad social solo podrá pagar a los beneficiarios el 83 por ciento de las prestaciones prometidas.
Otro informe de septiembre del Comité para un Presupuesto Federal responsable prevé que los fondos de seguridad social se agoten en 2033, tras lo cual los beneficiarios se verían obligados a asumir una reducción mayor, del 21 por ciento, en sus percepciones mensuales.
Para una pareja media con un solo ingreso, esto supone una reducción anual de las prestaciones de 12,400 dólares, y las parejas con dos ingresos pierden 16,500 dólares. Y para 2098, se prevé que la reducción del 21 por ciento aumente hasta el 31 por ciento.
Con millones de personas que dependen de la seguridad social para cubrir sus necesidades diarias, una reducción de más de una quinta parte de los ingresos mensuales podría ser devastadora en términos generales.
«Existe una gran división entre la preocupación de los estadounidenses por el inminente déficit de financiación de seguridad social y la falta de conversaciones serias y profundas entre los funcionarios electos sobre qué hacer al respecto», dijo Mark Hamrick, analista económico principal de Bankrate. «El resultado es que no se está atendiendo al bienestar financiero del público estadounidense».
Para complicar las cosas, muchos estadounidenses creen que ya están atrasados en sus ahorros para la jubilación, dijo. Hamrick aconsejó a los estadounidenses que tomen medidas proactivas para asegurar sus planes de jubilación.
Afrontar la crisis de solvencia de la seguridad social
Un reciente estudio del Employee Benefit Research Institute mostró lo críticos que son los pagos de la seguridad Social para los jubilados estadounidenses.
Entre el 80 por ciento de los encuestados, la seguridad Social era una fuente de ingresos que representaba aproximadamente la mitad de sus ingresos totales.
La mayoría de los jubilados solo tiene ahorros para tres meses en caso de emergencia. Por ello, cualquier reducción de ingresos los coloca en una situación financiera difícil.
Ante la inminente crisis de la seguridad social, los legisladores proponen medidas para abordar el problema, que varían en función del partido político. El pasado mes de febrero, un grupo de legisladores demócratas y el senador Bernie Sanders (I-Vt.) presentaron la Ley de Expansión de la Seguridad Social.
El proyecto de ley proponía exigir a los hogares estadounidenses adinerados que «pagaran su parte justa de impuestos», lo que, según afirmaba, podría mantener la solvencia de la seguridad social durante 75 años más. En concreto, sugería imponer un impuesto del 12.4 por ciento sobre los ingresos empresariales y de inversión de las personas adineradas.
Por otro lado, el presidente electo Donald Trump propuso durante su campaña que reduciría los impuestos a los pagos de seguridad social que reciben las personas mayores.
En agosto, un grupo de legisladores presentó la Ley de Protección y Preservación de la Seguridad Social, cuyo objetivo es reforzar el estado financiero de la seguridad social y garantizar que «las personas mayores continúen beneficiándose de los programas a los que contribuyeron durante toda su vida», según un comunicado del 2 de agosto.
El proyecto de ley propone suprimir la medida genérica de la inflación para decidir los ajustes anuales del costo de la vida en los pagos de seguridad social. En su lugar, quiere utilizar un indicador de inflación que mida específicamente el costo de la vida de las personas mayores. La ley también pretende eliminar gradualmente los límites a las cotizaciones a la seguridad social.
«La seguridad social proporciona un apoyo crucial a millones de kupuna [ancianos], personas con discapacidad y otras comunidades vulnerables de Hawai y de todo el país», declaró la senadora Mazie Hirono (D-Hawaii).
«Al levantar el límite de las contribuciones a la seguridad social, la Ley de Protección y Preservación de la Seguridad Social ayudará a garantizar que la seguridad social mantenga su solvencia durante décadas».
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