A cinco estudiantes de Virigina Occidental que protestaron por la participación de un atleta transgénero en una competencia de lanzamiento de peso, se les prohibió participar en futuras competencias y el fiscal general del estado podría llevar el caso ante el máximo tribunal.
A las adolescentes se les negó la posibilidad de participar luego de que las estudiantes se negaran a lanzar durante una competencia en la que participó un estudiante transgénero que se identifica como mujer, Becky Pepper-Jackson, quien terminó ganando la competencia.
En respuesta, cuatro de las cinco estudiantes presentaron una demanda contra la Junta de Educación del Condado de Harrison.
El fiscal general de Virginia, Patrick Morrisey, presentó previamente un escrito amicus curiae en apoyo a la demanda y dijo en una entrevista con Newsmax transmitida este jueves, que “el futuro de la carrera atlética de estas jóvenes puede estar en juego”.
“Pero tengo la esperanza de que estas jóvenes no sean castigadas por hacer lo correcto”, añadió.
Explicó que las estudiantes “no estaban haciendo esto por animadversión o discriminación, lo hacían porque simplemente no creían que fuera justo e iban a hablar y creo que deberíamos fomentar eso».
«Sólo quieren hacer lo correcto y se necesitarán esfuerzos como los de estas jóvenes de todo Estados Unidos para decir: no, mira, no vas a imponer estas políticas radicales a nuestro estado y a nuestro país. Y creo que es importante que les apoyemos”, agregó.
Pepper-Jackson pudo participar en la competencia a mediados de este mes debido a que una corte de apelaciones bloqueó una ley del estado que prohíbe a los atletas participar en deportes diferenciados por sexo que no coincidan con su sexo biológico.
Morrisey prometió apelar el fallo de la corte, que anula la ley estatal que restringe la participación de aletas transgénero ante la Corte Suprema, hace un par de semanas, ya que cree que el tribunal de apelaciones se equivocó gravemente en el fallo.
La atleta Riley Gaines, activista en favor de la protección de los deportes femeninos, se unió al fiscal y apoyó a las jóvenes atletas que decidieron expresar su desacuerdo.
“Cinco valientes jovencitas que decidieron adoptar una postura de principios porque estaban muy molestas con la decisión judicial, la decisión del Cuarto Circuito de Virginia Occidental que recientemente prohibió la Ley para Salvar los Deportes Femeninos”, dijo el fiscal Morrissey a Newsmax.
El fiscal dijo que era importante proteger a las atletas en espacios como los vestidores o instalaciones deportivas y garantizar su seguridad, al no permitir “que estos hombres biológicos, estos hombres corpulentos, entren a los vestidores”.
El pasado 24 de abril Morrissey dijo que durante una conferencia de prensa, que “no es sólo una cuestión de justicia, sino de seguridad, señalando que los niños son más fuertes y más rápidos que las niñas, incluso si no pasaron por la pubertad, por lo que protecciones como las que ofrece la Ley para Salvar los Deportes Femeninos son necesarias”.
Durante la misma conferencia, Gaines compartió su experiencia como nadadora universitaria compitiendo contra Lia Thomas, un hombre biológico que se identifica como mujer, y señaló algunos de los riesgos que conlleva el permitir a hombres biológicos participar en deportes femeninos.
«Las mujeres no sólo tienen que preocuparse por perder oportunidades y ser explotadas en los vestidores, sino que permitir que los hombres participen en deportes femeninos también pone a las niñas en mayor riesgo de sufrir lesiones», dijo.
Explicó que la posibilidad de lesiones aumenta en comparación con las que se sufren al competir contra mujeres.
Jack Jarvis, director de comunicaciones de Fairness West Virginia, dijo que las declaraciones de Morrisey sobre los jóvenes transgénero contribuyen a un ambiente hostil con mayor acoso, intimidación y discriminación.
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