El estado federal más pequeño y menos poblado de Alemania tiene la tasa de vacunación más alta de todo el país, pero actualmente se enfrenta a la tasa de contagios más alta de todas las regiones del país, la cual ha aumentado a causa de la variante ómicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El estado marítimo de Bremen, situado en el norte de Alemania, tiene casi el 84 por ciento de su población doblemente vacunada, frente a una cifra nacional de alrededor del 72 por ciento.
Aproximadamente el 44 por ciento del pequeño estado alemán, que tiene menos de 700,000 habitantes, ha recibido una vacuna de refuerzo contra el COVID-19, en comparación con una cifra nacional similar: El 42 por ciento.
La tasa de infección de siete días en Bremen se situó en 800 casos por cada 100,000 habitantes el 6 de enero, la más alta de Alemania y más del doble de la tasa nacional de 303 casos por 100,000 habitantes, según el Instituto Robert Koch (RKI) para enfermedades infecciosas.
Bremen también tiene una alta tasa de hospitalizaciones, de 14.5 personas por cada 100,000 habitantes, informó el canal de noticias alemán ZDF, aunque los hospitales no están tan sobrecargados como en las tres primeras oleadas de la pandemia del virus del PCCh, ya que los pacientes infectados con la nueva variante llegaban con síntomas más leves, dijo Lukas Fuhrmann, portavoz del senado de salud de Bremen.
El RKI asume que la variante ómicron, que surgió por primera vez en Sudáfrica el año pasado, se convertirá en la cepa predominante del virus del PCCh en los próximos días. Ómicron ahora representa más del 85 por ciento de las infecciones por el virus del PCCh en Bremen, muy por encima de la cifra nacional de alrededor del 44 por ciento, según los últimos datos del RKI.
Hajo Zeeb, profesor del Instituto Leibniz para la Investigación de la Prevención y la Epidemiología en Bremen, vinculó el aumento de casos a la disminución de la protección de las vacunas contra el COVID-19.
Zeeb también dijo que la ubicación de Bremen, cerca de Holanda y Dinamarca, donde ómicron ya se ha convertido en la variante dominante, podría ser otra razón de la mayor tasa de infecciones en el estado.
Mientras tanto, los dirigentes alemanes acordaron el viernes endurecer las restricciones para el sector de la hostelería y decidieron acortar los periodos de cuarentena y autoaislamiento para las personas que hayan aceptado recibir un refuerzo.
Según las nuevas reglas, solo los alemanes que hayan sido completamente vacunados, se hayan recuperado de la enfermedad y puedan dar negativo en la prueba, pueden acceder a los restaurantes para una comida formal. Quienes hayan recibido una vacuna de refuerzo no tienen que presentar una prueba negativa.
«Es una norma estricta, pero necesaria, que nos ayudará a controlar las infecciones [en el futuro] mejor que en la actualidad», dijo el viernes el canciller alemán Olaf Scholz al confirmar los nuevos protocolos contra el virus del PCCh.
Horst Egger, propietario de un restaurante de asados en Berlín, dijo que tendría más sentido cerrar el restaurante durante un mes que mantenerlo abierto con todas las trabas con las que se encuentra.
“Cuando vienen invitados, suele haber alguien que no está vacunado. Así que tenemos que despedir a las tres o cuatro personas nuevamente”, dijo Egger, quien ha estado en el negocio de la gastronomía desde 1979.
Con información de Reuters
De Noticias NTD
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