Un grupo de protección de menores online con sede en Inglaterra que participa en operaciones encubiertas contra presuntos depredadores sexuales afirma que más de 1500 personas al año son atrapadas por los llamados grupos de cacería de pedófilos en el Reino Unido.
Fleetwood Enforcers, un grupo que lleva realizando investigaciones dirigidas por voluntarios sobre acosadores sexuales por Internet desde 2018, afirma que la falta de financiación policial ha llevado a que los «cazadores de depredadores» llenen el vacío para atrapar a quienes se aprovechan de los niños en Gran Bretaña.
Un análisis realizado por The Epoch Times ha revelado que, sólo en los últimos ocho meses, las pesquisas llevadas a cabo por grupos como Fleetwood Enforcers han llevado a que más de 125 hombres y mujeres acusados de grooming online sean arrestados, acusados o llevados ante los tribunales.
Entre ellos se encuentra el artista drag Andrew Way, organizador del Orgullo LGBT conocido como Miss Gin, que la semana pasada fue encarcelado durante casi tres años por enviar mensajes explícitos y sexualizados a quien creía que era un menor de edad.
El hombre, de 61 años, admitió ante el Tribunal de la Corona de Caernarfon (Gales) haber intentado mantener comunicaciones sexuales con un menor, así como haber incumplido una orden de prevención de daños sexuales.
Sus actividades fueron descubiertas tras una operación conjunta de dos grupos, «Guardian Angels», con sede en Lincolnshire, y «STOP Stings».
La operación encubierta contra Way se retransmitió en vivo a Facebook el 3 de julio, y varios miembros de ambos grupos se enfrentaron al hombre en un estacionamiento público.
Way creía que había estado hablando en internet con un niño de 14 años y, en realidad, se había estado comunicando con un adulto que se hacía pasar por un señuelo, una estrategia utilizada por grupos voluntarios contra el grooming de menores para descubrir a quienes tienen como objetivo a menores en Internet.
Largas demoras de la justicia
The Epoch Times habló con algunos de los implicados en destacados grupos británicos de caza de pedófilos.
Un hombre que trabaja con Fleetwood Enforcers dijo que no todas las operaciones encubiertas de los grupos conducen a procesamientos satisfactorios.
«Puedo decirte que más de 1500 personas al año son [detenidas] por equipos como el nuestro», dijo.
«No todos son procesamientos exitosos debido a ciertas cosas que ocurren en una operación encubierta, como que un equipo sea violento con el sospechoso o si el sospechoso alega salud mental».
Algunos de los acusados de delitos relacionados con las actividades encubiertas de los grupos, también se enfrentan a un largo tiempo dentro del sistema judicial antes de ser llevados ante los tribunales.
Según Casey, miembro del equipo «Children’s Voices», con sede en Inglaterra, algunos casos en los que han participado en la recopilación de pruebas han tardado años en llegar a los tribunales.
«Los casos pueden tardar hasta tres años en ser imputados o condenados debido a las descargas digitales de todos sus dispositivos», declaró a The Epoch Times.
«Realmente depende de si son reincidentes. Detuvimos a uno en enero y fue condenado este mes. Otro era reincidente de verdad, al que han atrapado tres veces en 12 meses en operaciones encubiertas, y será condenado dentro de ocho semanas».
«Todavía tenemos casos en curso de 2021 que aún no han sido imputados, por lo que siguen bajo investigación».
Preguntado sobre la actitud de la policía hacia su trabajo, el portavoz de los Fleetwood Enforcers dijo: «Creo que todo depende de la actitud de la gente sobre el terreno ese día hacia la policía, lo que determina su actitud con nosotros, pero nunca he tenido ningún problema con ellos».
«La policía está extremadamente infradotada de fondos y si dispusieran de ellos harían lo que hacemos nosotros, pero por desgracia no los tienen».
«Mucha gente culpa a la policía, pero todo depende de la financiación que reciben y de en qué se les permite gastar sus recursos», añadió.
Sentencia histórica
El auge de los llamados cazadores de pedófilos comenzó hacia 2014, y desde entonces su trabajo y sus actividades han sido muy elogiados y criticados, sobre todo por la policía.
La mayoría de los cuerpos policiales, denominados Grupos Activistas de Menores en Internet (OCAG, Online Child Activist Groups), afirman que no participan de forma proactiva en las actividades de los OCAG, sino que «evalúan cualquier información de inteligencia» que se les proporcione.
En 2019, el jefe del Consejo Nacional de Jefes de Policía encargado de los grupos activistas contra el abuso de menores en Internet, el ayudante del jefe de policía Dan Vajzovic, acusó anteriormente a estos grupos de sobrepasar a menudo los límites de la ley.
Advirtió que algunos estaban «perpetrando delitos que incluyen extorsión, chantaje y exhibición de violencia contra aquellos a los que se dirigen».
El Sr. Vajzovic dijo que los más de 250 procesamientos conseguidos gracias al trabajo de estos grupos eran positivos, pero señaló que cada mes las fuerzas policiales británicas detenían a más de 500 presuntos pederastas.
«Algunos de esos procesamientos pueden haber desviado recursos policiales de delincuentes más importantes», declaró a la BBC.
«En general, la actividad de estos grupos no es positiva».
En 2020, tras un enorme aumento del número de grupos que realizaban operaciones encubiertas teniendo como objetivo a individuos en todo el Reino Unido, se dictó una sentencia histórica sobre si las actividades, y las pruebas reunidas, por los cazadores de pedófilos son lícitas.
El Tribunal Supremo dictaminó que los intereses de los niños tienen prioridad sobre cualquier interés que pudiera tener un pedófilo en que se le permitiera llevar a cabo una conducta delictiva.
El caso fue presentado por Mark Sutherland, capturado por el grupo de caza de pederastas Groom Resisters Scotland dos años antes.
El tribunal sostuvo que las pruebas de este tipo obtenidas por los cazadores de pedófilos pueden utilizarse en juicios penales y que hacerlo no vulnera los derechos humanos del acusado.
Sutherland fue detenido, procesado utilizando pruebas reunidas por el grupo activista y encarcelado durante dos años en agosto de 2018.
Suicidios
Otras graves controversias rodean el impacto de las actividades de cacería de pedófilos, que incluyen la retransmisión en vivo de sospechosos, a veces a audiencias de decenas de miles de personas en las redes sociales.
Según el MailOnline, se sabe que ocho personas se han quitado la vida tras enfrentarse a grupos de depredadores en los últimos años.
Entre ellas se encuentra Nigel Sheratt, de 47 años, cuyo cadáver fue hallado en una casa de Cannock, Staffordshire, en agosto de 2018, dos días después de que miembros del grupo parapolicial Soul Survivors lo detuvieran en su auto.
El grupo se hizo pasar por una niña de 14 años en chats de Facebook y afirmó que él había intentado seducirla. También se enfrentaron a él con impresiones de mensajes que contenían lenguaje sexual explícito, según el sitio de noticias.
David Baker, de 47 años, fue detenido tras un enfrentamiento con el grupo Trap en Southampton el 4 de octubre de 2017.
Fue interrogado como sospechoso de concertar encuentros con un menor de 16 años antes de ser puesto en libertad bajo investigación.
El jardinero fue hallado muerto en su casa de Wickham, Hampshire, tres días después, tras tomar una sobredosis de medicamentos recetados, según se declaró en una investigación.
La prometida de Baker, su hija y su nieta huyeron de su casa tras la detención de éste por temor a un ataque contra la propiedad.
En junio, Sam Millar, de 29 años, se convirtió en el primer cazador de pedófilos encerrado por una operación encubierta contra un hombre acusado de comunicarse sexualmente con un niño por Internet.
El hombre —que nunca ha sido condenado— fue sujetado en el suelo y se le apuntó a la cara con una linterna durante casi 15 minutos, mientras el incidente se transmitía a Facebook, según Chronicle Live.
Tras un juicio, Miller, de Front Street, Witton Gilbert, condado de Durham, fue declarado culpable por un jurado de un cargo de detención ilegal. Fue encarcelado durante nueve meses.
Otro miembro del grupo, James Moss, de 58 años y natural de Northumberland, también fue declarado culpable de detención ilegal y condenado a una pena de prisión condicional.
Se dispara el grooming online
Según Internet Watch Forum (IWF), los casos de captación de menores por Internet en el Reino Unido se han disparado desde la pandemia del COVID-19.
La investigación llevada a cabo por el grupo de seguridad infantil en Internet muestra que las imágenes de niños de tan sólo siete años a los que se entrena para realizar actos sexuales han aumentado más de un 1000%.
La IWF trabaja para localizar videos e imágenes de abusos sexuales a menores en Internet y hacer que se retiren.
La organización benéfica advirtió de que la pandemia hace que miles de niños dependan de Internet para aprender, socializar y jugar, algo que los depredadores de Internet han explotado para coaccionar a más niños.
En enero, Susie Hargreaves OBE, directora ejecutiva de la IWF, afirmó: «No se puede volver a meter al genio en la botella. Todos hemos adaptado nuestras vidas para estar más en internet que nunca, y eso no va a cambiar».
«Durante la pandemia, Internet fue un salvavidas. Pero sólo ahora estamos desentrañando todos sus efectos. Lo que tenemos claro es que los niños más pequeños se ven arrastrados a situaciones abusivas por depredadores rapaces, a menudo mientras están en sus propias habitaciones.
«Sus padres a menudo no son conscientes de que existe esta puerta trasera online en sus casas que deja a sus hijos vulnerables. Temo que esto sea la punta del iceberg».
El año pasado, la Fundación de la Policía advirtió de que era necesaria una mayor inversión policial para hacer frente a la plaga de los abusos a menores en Internet.
Su informe reveló que la policía carece de capacidad para responder a los crecientes niveles de denuncias de grooming de menores por Internet.
También afirmaba que, a pesar de que cada incidencia o denuncia de abuso sexual infantil online supone un riesgo para un menor, «no hay forma de que la policía pueda perseguirlas todas».
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