La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) anunció el martes que comenzó a confiscar mercancía de tres empresas chinas debido a un presunto uso de mano de obra norcoreana, que bajo la ley federal estadounidense se presume como trabajo forzado a menos que se demuestre lo contrario.
Una investigación de la CBP descubrió que las empresas —Jingde Trading Ltd., Rixin Foods. Ltd., y Zhejiang Sunrise Garment Group Co. Ltd.-— habían utilizado presuntamente mano de obra norcoreana en sus cadenas de suministro, lo que constituye una infracción de la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos mediante Sanciones (CAATSA).
CAATSA, una ley federal firmada en 2017, prohíbe los artículos «extraídos, producidos o fabricados en su totalidad o en parte» por nacionales o ciudadanos norcoreanos en cualquier parte del mundo, «a menos que se presenten pruebas claras y convincentes» de que los bienes no se fabricaron mediante trabajo forzado, declaró la CBP.
La CBP comenzó a retener mercancías producidas o fabricadas por las tres empresas chinas en todos los puertos de entrada a EE. UU. el 5 de diciembre, según un comunicado de la agencia federal del 27 de diciembre.
«De conformidad con la CAATSA, la CBP retendrá mercancías de estas entidades en todos los puertos de entrada a EE. UU. a menos que existan pruebas claras y convincentes de que el trabajo forzado no estuvo presente en ninguna etapa del proceso de producción. Las pruebas deben aportarse en un plazo de 30 días a partir de la notificación de la detención. Si el importador no aporta pruebas claras y convincentes en este plazo, la mercancía puede ser objeto de incautación y decomiso».
«El sistema de trabajos forzados de Corea del Norte funciona tanto a nivel nacional como internacional y sirve de apoyo a los programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos del Gobierno norcoreano, además de constituir una grave violación de los derechos humanos. Legal y moralmente nosotros no podemos permitir que estos bienes entren en nuestro comercio», dijo AnnMarie R. Highsmith, comisionada ejecutiva adjunta de la Oficina de Comercio de la CBP, en una declaración.
Según un aviso del gobierno en 2018, los trabajadores norcoreanos trabajan en docenas de países, pero que «China y Rusia siguen acogiendo a más trabajadores norcoreanos que todos los demás países y jurisdicciones juntos».
Además, los empleadores de ciudadanos o nacionales norcoreanos «pagan los salarios directamente al gobierno norcoreano, que se queda con entre el 70 y el 90 por ciento de los ingresos totales».
«Al parecer, el gobierno norcoreano gana cientos de millones de US dólares al año por la exportación de mano de obra», se lee en el aviso (pdf). «Estas remesas apoyan los programas de armas de destrucción masiva (ADM) y misiles balísticos del gobierno norcoreano».
Las conversaciones lideradas por Estados Unidos para que Corea del Norte avance en la desnuclearización -—incluida la entrega de sus armas nucleares y su arsenal de misiles balísticos— llevan estancadas desde febrero de 2019; el líder Kim Jong-un y el entonces presidente Donald Trump no lograron ponerse de acuerdo por disputas sobre las sanciones internacionales a Pyongyang.
La administración Biden dijo que está abierto a un diálogo con Corea del Norte en cualquier momento sin condiciones previas, pero el Estado autoritario le acusó de tener «políticas hostiles», como ejercicios militares y sanciones contra Pyongyang que se deberían retirar que debería retirar antes de que se pueda reanudar cualquier conversación.
Corea del Norte aumentó drásticamente sus pruebas armamentísticas este año, incluida en marzo su primera prueba de misil balístico intercontinental(ICBM) desde 2017. Recientemente Pyongyang afirmó haber realizado importantes pruebas necesarias para adquirir su primer satélite espía y un misil balístico intercontinental más móvil capaz de alcanzar suelo estadounidense.
Estados Unidos acusó la semana pasada al régimen norcoreano de haber vendido y entregado el mes pasado misiles y cohetes de infantería al Grupo Wagner, un contratista militar privado ruso, para su uso contra Ucrania.
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