Según un informe reciente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) indicaron que en 2023 se produjo un descenso general de las muertes por sobredosis de drogas en todo Estados Unidos, pero aun así calificaron los totales de «asombrosos».
Los datos de los CDC muestran que hubo un estimado de 107,543 muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos el año pasado, lo que representa una disminución del 3 por ciento de las 111,029 muertes reportadas en 2022.
«Esta es la primera disminución anual en las muertes por sobredosis de drogas desde 2018», dijo la agencia federal de salud la semana pasada.
Las muertes por sobredosis de opioides disminuyeron de unas 84,181 en 2022 a 81,083 en 2023, según los datos de los CDC, que tienen en cuenta opioides sintéticos como el fentanilo. Sin embargo, hubo un aumento en 2023 de las muertes por sobredosis causadas por cocaína, metanfetamina y estimulantes similares, dijo.
En Maine, Indiana, Kansas y Nebraska, las muertes por sobredosis se redujeron en un 15 por ciento o más, según los CDC, que añadieron que en Oregón, el estado de Washington y Alaska se produjeron aumentos de muertes similares. Oregón, en particular, experimentó un aumento del 27 por ciento el año pasado en comparación con las cifras de 2022, según la agencia.
«Los datos de hoy que muestran una disminución en las sobredosis de drogas durante el período de 12 meses hasta diciembre de 2023 son noticias alentadoras para nuestra nación y demuestran que estamos haciendo progresos para prevenir las muertes por sobredosis de drogas», dijo la directora médica de los CDC, Deb Houry, en un comunicado emitido la semana pasada junto con la publicación de los últimos datos. «Sin embargo, esto no significa que hayamos cumplido nuestra misión. Los datos muestran que aún perdimos a más de 100 mil personas el año pasado».
Añadió, que esto significa que «hay familias y amigos que siguen perdiendo a sus seres queridos por sobredosis en cifras asombrosas».
En las dos últimas décadas, el número de muertes por sobredosis en Estados Unidos aumentó casi todos los años y sigue batiendo récords anuales, convirtiéndose en la peor epidemia de sobredosis de la historia del país.
Las autoridades sanitarias estadounidenses afirman que el fentanilo sigue representando una amenaza para las comunidades del país.
«El fentanilo sigue infiltrándose en el suministro de drogas en comunidades de todo Estados Unidos y es un momento muy peligroso para consumir drogas, aunque sólo sea ocasionalmente», declaró la semana pasada en un comunicado Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
Algunas píldoras ilegales se fabrican para que parezcan píldoras con receta legítimas, advirtió, pero «en realidad pueden contener fentanilo», al que las autoridades culpan de la oleada de muertes por sobredosis en Estados Unidos en los últimos años.
«Es muy importante que la gente sepa que cualquier píldora que le dé un amigo, que compre en las redes sociales o que reciba de cualquier otra fuente que no sea una farmacia puede ser potencialmente mortal, incluso después de una sola ingestión», dijo Volkow.
A principios de este mes, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que afirmaba que ahora hay una «mayor pureza media en las pastillas que contienen fentanilo» que están siendo introducidas de contrabando en Estados Unidos por los cárteles mexicanos.
«En 2022, la píldora promedio de fentanilo contenía 2.4 miligramos (mg) de fentanilo, que van desde un mínimo de 0.03 mg a un máximo de 9 mg», escribió la agencia en su Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, señalando que una dosis letal es de aproximadamente 2 miligramos.
Los dos principales cárteles implicados en el tráfico de fentanilo —los sindicatos criminales de Sinaloa y Jalisco— son las entidades responsables de introducir la droga en Estados Unidos. Estos grupos fabrican la droga con productos químicos procedentes de China, señala la DEA.
«Estos dos cárteles son empresas criminales globales que desarrollaron redes globales de cadenas de suministro. Dependen de empresas químicas y de prensas de comprimidos de China para suministrar los precursores químicos y las prensas de comprimidos necesarios para fabricar las drogas», declaró Anne Milgram, administradora de la DEA, en un comunicado publicado a principios de mayo.
En marzo, la Casa Blanca anunció que pondría en marcha una nueva iniciativa para hacer frente a la epidemia de sobredosis en Estados Unidos, haciendo un «llamamiento a la acción a escala nacional a las partes interesadas» para facilitar el acceso a fármacos contra los opiáceos como la naloxona, más comúnmente conocida como Narcan.
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