La cantidad de eventos adversos y muertes reportadas después de la vacunación no ha cambiado la opinión de los funcionarios federales sobre la seguridad de las dos vacunas COVID-19 autorizadas, dijeron el lunes los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Doscientas ochenta y ocho personas murieron después de recibir una de las vacunas, según los informes presentados al Sistema pasivo de notificación de eventos adversos de vacunas. Además 3000 pacientes sufrieron eventos adversos después de recibir una de las vacunas.
“Basados en los datos recibidos y revisados hasta ahora, los eventos adversos informados son similares a los observados en los ensayos clínicos. Actualmente, no hay evidencia que sugiera un problema de seguridad con estas vacunas”, dijo una portavoz de los CDC a The Epoch Times, por correo electrónico.
“Los CDC conocen los informes de muertes que ocurren después de la aplicación de las vacunas COVID-19. Estas muertes están bajo investigación. De acuerdo a los registros, al parecer muchas de estas muertes se producen entre residentes de hogares geriátricos que tienen enfermedades subyacentes graves y la muerte no se aceleró con la vacuna”, agregó.
En una presentación realizada el 27 de enero por el funcionario de los CDC, Tom Shimabukuro, al Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de la agencia, el funcionario dijo que la mayoría de las muertes posteriores a la vacunación contra el COVID-19 ocurrieron entre los residentes de las instalaciones de atención a largo plazo. Las muertes «no deben suponerse relacionadas causalmente con la vacunación», dijo.
COVID-19 es la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Funcionarios de Noruega dijeron el mes pasado que estaban investigando la muerte de unas dos docenas de personas mayores que habían recibido la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer. La vacuna «pudo contribuir a un desenlace fatal en algunos pacientes frágiles», dijeron.
Basados en la mortalidad estimada de los residentes de centros de la tercera edad en Estados Unidos, Shimabukuro dijo que después de la vacunación se esperan 11,440 muertes entre la población.
La mortalidad de los residentes «es alta y un número sustancial de muertes en esta población se producirá después de la vacunación como eventos coincidentes asociados temporalmente», se lee en una diapositiva de su presentación.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dijo a The Epoch Times que no hay planes para desarrollar una base de datos para las muertes posteriores a la vacunación en este momento.
Si se verifica un vínculo entre un evento adverso o la muerte a una vacuna, los funcionarios de salud comunicarían los hallazgos y considerarían si se justifican acciones regulatorias adicionales, como el etiquetado del producto, dijo un portavoz de la administración.
Pfizer indicó que está monitoreando de cerca todos los informes posteriores a la vacunación, mientras que Moderna no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre el tema.
El portavoz de los CDC dijo a The Epoch Times que se están investigando todos los informes de muertes posteriores a la vacunación con COVID-19.
“Se están investigando los informes de muertes ocurridas después de la aplicación de las vacunas contra el COVID-19. Establecer la causa de la muerte de un paciente por cualquier causa (incluidas las vacunas) es un proceso complicado y complejo que implica el juicio del médico. Por lo general, los CDC se remiten a los informes de las autopsias y a los certificados de defunción como la causa definitiva de muerte para cualquier paciente”, dijo.
“Es importante recordar que muchos eventos adversos, incluida la muerte, después de la vacunación son a menudo una coincidencia, lo que significa que, si bien puede ocurrir un evento adverso después de la vacunación, la vacuna no siempre es la causa. Cuando se combinan con otras medidas de protección, las vacunas son una de las mejores herramientas que tenemos para luchar contra la pandemia».
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