El CEO de TikTok afirma que los esfuerzos de su empresa matriz, con sede en China, para acechar a los periodistas estadounidenses no califican como «vigilancia» o «espionaje».
Los comentarios se referían a una investigación en curso del Departamento de Justicia sobre cómo los empleados de ByteDance, con sede en China, propietaria de TikTok, utilizaron ilícitamente datos de TikTok para rastrear a periodistas estadounidenses sin su conocimiento.
Cuando se le preguntó si TikTok podría evitar en el futuro un uso similar de datos por parte de ByteDance, el director ejecutivo de TikTok, Shou Chew, dijo que ByteDance no había vigilado a los estadounidenses.
“En primer lugar, no estoy de acuerdo con la caracterización de que se trataba de espionaje», dijo Chew el 23 de marzo en una audiencia en la Cámara de Energía y Comercio sobre la cuestión de las prácticas de privacidad de datos de TikTok.
“Fue una investigación interna”, agregó Chew.
ByteDance mantiene estrechos vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único, y sus empleados han tratado de silenciar a quienes critican los vínculos de la empresa con el régimen, incluso mediante el uso de TikTok.
El Proyecto Raven fue precisamente una campaña de este tipo, llevada a cabo por empleados de ByteDance que acecharon ilícitamente a periodistas estadounidenses cruzando datos privados de geolocalización de TikTok, incluidas las direcciones IP de los periodistas, para identificar si los periodistas habían frecuentado las mismas zonas que los empleados de ByteDance sospechosos de filtrar información sobre los vínculos de la empresa con el PCCh.
El equipo que supervisó esa campaña de vigilancia era el departamento de Auditoría Interna y Control de Riesgos de ByteDance, una unidad con sede en Beijing responsable de llevar a cabo investigaciones sobre posibles conductas indebidas de empleados actuales y anteriores de ByteDance.
Desde entonces, tanto ByteDance como TikTok han intentado distanciarse del incidente afirmando que el Proyecto Raven fue concebido y llevado a cabo por empleados deshonestos que actuaron por iniciativa propia.
En este sentido, Chew afirmó en su testimonio que también hubo empleados de TikTok implicados en el incidente, pero que ya no forman parte de la empresa. No aclaró qué papel habían desempeñado los antiguos empleados de TikTok en la campaña.
“No aprobamos el intento de ciertos exempleados por acceder a los datos de los usuarios de TikTok de EE.UU. buscando identificar la fuente de la información confidencial filtrada”, dijo Chew.
Chew luego dijo: “Nosotros condenamos estas acciones después de enterarnos de ellas” y llevamos a cabo “acciones disciplinarias rápidas”, pero no aclaró si el “nosotros” se refería a TikTok o ByteDance.
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