La escasez de gasolina disminuyó levemente de la noche a la mañana en algunos estados, pero empeoró en otros mientras Colonial Pipeline trabaja para volver a poner en funcionamiento uno de los principales conductos de combustible del país.
En Florida, Maryland, Carolina del Sur, Tennessee y Mississippi había más estaciones de servicio sin gasolina a primera hora del jueves en comparación con la noche del miércoles, según GasBuddy.
En Florida, el 30 por ciento de las 7564 estaciones se quedaron sin combustible a las 6 a.m., hora central. En Maryland, el 34 por ciento de las 1869 estaciones del estado ya no podían atender a los clientes. Más de la mitad de las 3084 estaciones de Carolina del Sur se quedaron sin gasolina, junto con el 34 por ciento de las estaciones de Tennessee y, aproximadamente, el 50 por ciento de las de Georgia. El siete por ciento de las estaciones de Mississippi se han quedado sin gasolina, en comparación con el seis por ciento que tenían combustible la noche anterior.
Al mismo tiempo, la escasez disminuyó en varios de los estados más afectados por la situación actual, como en Carolina del Norte cuya oferta aumentó un 3 por ciento. Alrededor de siete de cada 10 estaciones de servicio en el estado, que cuenta con 5373 estaciones, siguen sin gasolina, según GasBuddy, una aplicación que rastrea los precios y la disponibilidad de los combustibles.
La escasez también disminuyó en Virginia, donde el 55 por ciento de las estaciones se quedó sin combustible, y Georgia, donde aproximadamente el 50 por ciento sufrió el desabastecimiento. La situación se mantuvo igual en varios estados, incluidos West Virginia, Alabama y Delaware.
En total, más de 15,630 estaciones se quedaron sin gasolina en el este de Estados Unidos, según una revisión de Epoch Times a los datos de GasBuddy.
El oleoducto de más de 5500 millas de Colonial Pipeline, que se extiende desde Texas hasta Nueva Jersey, se desconectó la semana pasada como medida defensiva ante el ciberataque que sufrió la empresa por parte de una red criminal llamada DarkSide, según han declarado las autoridades federales y la empresa. Colonial inició el miércoles el reinicio del oleoducto, pero advirtió que tardará varios días en volver a la normalidad.
La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, dijo a primera hora del jueves que el reinicio se estaba llevando a cabo adecuadamente durante la noche.
«Esto debería significar que las cosas volverán a la normalidad cuando esté por acabar el fin de semana», dijo en un comunicado.
El suministro siguió siendo adecuado tras el atentado, pero los problemas de transporte derivados de la falta de conductores de camiones de combustible y la acumulación de gasolina, por parte de los consumidores en pánico, provocaron la escasez y el aumento de los precios, según los expertos.
La puesta en funcionamiento de la tubería debería aliviar algunas preocupaciones de los consumidores, dijo Phil Flynn, analista del mercado energético de Price Futures Group, a The Epoch Times.
«Los reportajes que mencionan el reinició del oleoducto eliminarán parte del pánico», dijo.
Tom Kloza, fundador del Servicio de Información de Precios del Petróleo, dijo que el mensaje de Colonial significa que el mayor problema se ha solucionado, pero las afectaciones en los cortes de las estaciones probablemente lleguen a su pico mañana o el viernes.
«El viernes es siempre el día más activo para comprar gasolina», escribió en un tuit.
Sin embargo, las personas en los estados más afectados, como las Carolinas, Virginia y Georgia, podrían tener que esperar hasta 14 días con inconvenientes en la compra de combustibles, escribió Patrick De Haan, analista de GasBuddy, en Twitter.
Los problemas terminarán antes en otros estados, predijo.
Aun así, el restablecimiento del funcionamiento del gasoducto, además de las exportaciones que están llegando desde Europa, podrían convertir la escasez en exceso de combustible, según Flynn.
DarkSide se infiltró en la red de Colonial con ransomware, tecnología que permite a los piratas informáticos retener información a cambio de un pago. Colonial no ha dicho si pagó el rescate. La compañía dijo que los piratas informáticos no llegaron a partes centrales de su red, pero que desconectaron ciertas áreas en respuesta a la extorsión, lo que provocó que la tubería se desconectara.
Los funcionarios federales, incluidos los miembros del Congreso, están estudiando cómo prevenir tales ataques contra la infraestructura crítica. Un grupo bipartidista en la Cámara presentó un proyecto de ley el miércoles para enviar dinero a los gobiernos estatales y locales con el fin de reforzar la seguridad de sus computadoras. Mientras tanto, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que exige que el gobierno federal «asuma todo el alcance de sus autoridades y recursos para proteger y asegurar sus sistemas informáticos, ya sean basados en la nube, locales o híbridos» mientras se trabaja con empresas privadas para proteger sus sistemas.
Flynn ve la necesidad de un esfuerzo nacional para responder al ataque.
“Yo diría que es el equivalente moral de la guerra. Tenemos que hacer todo lo posible para detener esto”, dijo.
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