El famoso chef y presentador de «Restaurant: Impossible», Robert Irvine, conocido por su resiliencia al ayudar a los restaurantes en dificultades, afirma que la reciente implementación en California de un salario mínimo de 20 dólares ha marcado un precedente con posibles implicaciones a nivel nacional. En declaraciones a Fox Business, Irvine expresó su preocupación de que esta medida pudiera provocar acciones similares en otros estados, lo que significaría problemas para las pequeñas empresas.
«Este es Robert Irvine prediciendo que vamos a perder alrededor del 20 por ciento de nuestras pequeñas empresas familiares porque lo que California realmente ha hecho permitirá que otros estados hagan lo mismo», advirtió el Sr. Irvine. Enfatizó que el problema se extiende más allá de California, caracterizándolo como una preocupación generalizada en todo el país, afirmando que «Ahora California lo ha hecho, y está abriendo las puertas a otros estados para aumentar el salario mínimo».
A partir del 1 de abril, se produjo un cambio significativo en el panorama laboral de California cuando el salario mínimo para los trabajadores de comida rápida aumentó a 20 dólares por hora bajo los auspicios de la ley AB1228. Esta legislación recién promulgada tiene como objetivo fortalecer las prestaciones para los empleados dentro del sector de comida rápida. Específicamente, la ley clasifica un establecimiento de comida rápida como un restaurante de servicio limitado afiliado a una cadena que cuenta con no menos de 60 establecimientos en todo el país, principalmente vendiendo alimentos y bebidas para consumo inmediato.
La AB1228 reemplaza a su predecesora, la AB257, coloquialmente denominada Ley de Recuperación FAST, ratificada en 2022 con intenciones similares de reforzar los derechos de los trabajadores. Antes de este ajuste reciente, a partir del 1 de enero de 2024, el salario mínimo en todo el estado era de 16 dólares por hora.
Desde el aumento salarial en California, Irvine, junto con la empresa de tecnología de quioscos digitales de autoservicio GRUBBRR, ha experimentado un asombroso aumento del 77 por ciento en las solicitudes de servicios. El Sr. Irvine, que ha invertido en GRUBBRR, recientemente lanzó la iniciativa «Restaurant Revamp» para ofrecer a los restaurantes con dificultades renovaciones digitales.
Según el Sr. Irvine, estas actualizaciones tecnológicas podrían servir como un salvavidas para los restaurantes que enfrentan cierres o despidos debido a la nueva ley. «Creo que todo el mundo debería poder ganar un salario digno. Y hasta este punto, ha sido difícil. Los trabajadores de los restaurantes han sufrido. Pero llega en un momento realmente malo porque la inflación es muy alta y los costos de los alimentos son muy altos», comentó Irvine. Destacando la carga que soportan las pequeñas empresas, incapaces de hacer frente al aumento de los costes laborales.
Si bien Irvine no tiene participaciones en establecimientos con sede en California, encabeza restaurantes impulsados por la tecnología en otros estados. Aseguró que la adopción de tecnología no implicaría pérdida de empleos sino que mejoraría la eficiencia al reducir errores y mejorar el servicio al cliente. Señaló: «Y el aumento de los salarios más el costo de los alimentos está dejando a los pequeños operadores familiares fuera del negocio porque no pueden pagar 20 dólares la hora o 27 dólares la hora en otros lugares».
«En realidad, a la larga me ahorra trabajo, porque he empleado capital humano que estaría haciendo eso y le he dado un mejor uso en otro lugar. No despido a la persona, sino que reasigno la mano de obra para que trabaje en un modo que me resulte más útil», explicó Irvine, detallando sus propios proyectos en restaurantes impulsados por la tecnología. Proyectó un repunte significativo en la integración de tecnología en los restaurantes de servicio rápido para fin de año, prometiendo una mayor rentabilidad sin comprometer los empleos.
Irvine aconsejó a los restauranteros que se adapten e innoven para afrontar el cambiante panorama. El famoso chef Andrew Gruel, fundador de la cadena de mariscos «Slapfish», con sucursales en todo el sur de California y otros estados, expresó su preocupación en un comunicado a The Epoch Times.
«Es un aumento del 25 por ciento en el costo para todos los restaurantes», afirmó el Sr. Gruel, «por lo que los precios probablemente subirán entre un 20 y un 25 por ciento para cubrir el costo. Incluso si un restaurante ya paga 20 dolares por hora o más (nosotros, por ejemplo), ahora necesitamos pagar más para estar por encima del salario mínimo y seguir siendo un restaurante mejor pagado».
Gruel, quien también apareció en Food Truck Face-Off de Food Network, predice que estos costos crecientes finalmente afectarán a los consumidores. «Esto aumenta todo», dijo, «luego los precios suben y el dinero de los miembros del equipo no alcanza para tanto. Entonces el salario volverá a subir. Es como lavar, enjuagar y repetir».
Tras el inicio del nuevo salario mínimo, una sucursal de Fosters Freeze en Lemoore, California, cesó sus operaciones, dejando a sus empleados sin trabajo. El cierre abrupto dejó desconcertados a algunos trabajadores, que inicialmente lo confundieron con una broma del Día de los Inocentes.
«Recibimos un mensaje de texto en el chat grupal informándonos que íbamos a cerrar, y pensé completamente que era una broma del Día de los Inocentes», compartió el exempleado Jason Boado con KMPH.
El cierre resultó ser real. Loren Wright, propietario de Fosters Freeze, expresó su renuencia en un texto enviado al medio de comunicación, afirmando: «Las pequeñas empresas no pueden sobrevivir a un aumento salarial mínimo del 120 por ciento o más en los últimos 10 años. Todos estamos más quebrados que hace 10 años, está claro que aumentar el salario mínimo no está ayudando… Me entristece ver a mis empleados despedidos, y me entristece ver a Lemoore fuera».
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