La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, emitió una orden ejecutiva el 7 de abril que permite a los inmigrantes ilegales y refugiados en la ciudad, independientemente del país de nacimiento o de la condición de ciudadanía actual, el acceso a los beneficios de ayuda durante la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
La orden dice que «garantizará que todos los habitantes de Chicago tengan un acceso justo y equitativo a los beneficios, oportunidades y servicios proporcionados por la ciudad», incluyendo todo lo que se proporcione como ayuda en caso de desastre para ayudar a luchar contra la pandemia del virus del PCCh.
«Esta orden es más que un decreto oficial, es una declaración de nuestros valores como ciudad y como americanos», dijo Lightfoot en una declaración.
«Desde que el COVID-19 llegó a la puerta de nuestra ciudad, hemos estado trabajando las 24 horas del día para asegurarnos de que todos nuestros residentes estén seguros y reciban apoyo, incluyendo nuestras comunidades de inmigrantes y refugiados, que son de las más vulnerables al impacto de esta pandemia».
«Aquí en Chicago, decir ‘estamos todos juntos en esto’ significa que durante esta crisis, nadie se queda fuera y nadie se queda atrás», dijo.
Los inmigrantes ilegales que no tienen estatus legal en Estados Unidos no cumplen con los criterios para el seguro de desempleo estatal u otra asistencia económica, o con los estímulos que el gobierno federal está enviando a todos los contribuyentes registrados como parte de la ley de alivio para el coronavirus de 2 billones de dólares que el Congreso aprobó en marzo.
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Según el National Review, al menos 280,000 inmigrantes ilegales trabajaban en Illinois en 2018, según un análisis de los datos del censo realizado por WBEZ. La mayoría se concentraban alrededor de la ciudad santuario de Chicago.
En virtud de la nueva orden, los inmigrantes ilegales podrán recibir beneficios a través del programa de subsidios de asistencia para la vivienda de Chicago, que proporciona ayuda para los gastos de vivienda de los afectados por la actual crisis del virus del PCCh.
También se ofrecerán a los estudiantes recursos de aprendizaje en internet a través de las escuelas públicas de Chicago, y las pequeñas empresas tendrán acceso al Chicago Small Business Resiliency Fund, dotado con 100 millones de dólares, que proporciona flujo de efectivo para el socorro en casos de desastre a cualquier empresario, incluidos los inmigrantes que son propietarios de empresas.
Michael Rodríguez, que es concejal del Distrito 22 de Chicago, dijo que «estos ciudadanos de Chicago son miembros vitales de la comunidad que trabajan en varias industrias y ayudan a nuestra gran ciudad a prosperar cada día», y son «miembros de la familia, compañeros de trabajo, vecinos y amigos».
Chicago e Illinois están actualmente bajo una orden de confinamiento a nivel estatal que fue emitida el 20 de marzo y que se prolongará hasta por lo menos el 30 de abril.
Dicha orden establece que todos los residentes deben permanecer en sus casas, a menos que viajen por necesidades esenciales o negocios, y requiere que los negocios que no se dediquen a actividades esenciales cesen todas las actividades excepto las operaciones básicas mínimas.
Según las últimas cifras publicadas en el sitio web oficial de la ciudad de Chicago, a fecha del 7 de abril se han confirmado 5511 casos de virus del PCCh en Chicago y 13,549 en Illinois. La mayoría de los casos conocidos en Chicago se dan en personas de entre 50 y 59 años, mientras que la mayoría de las muertes se han producido en personas de 70 años o más.
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