Los líderes de Chicago rechazaron enérgicamente el sábado una propuesta del sindicato de profesores que haría que las clases fueran virtuales durante al menos cuatro días.
La alcaldesa de Chicago, la demócrata Lori Lightfoot, dijo en una declaración que los dirigentes del Sindicato de Profesores de Chicago (CTU) no están escuchando.
«El lugar mejor y más seguro para los niños es la escuela. Los estudiantes tienen que volver a estar en persona lo antes posible. Eso es lo que quieren los padres. Eso es lo que apoya la ciencia. No cederemos», dijo.
La declaración se produjo poco después de que la CTU diera a conocer una propuesta (pdf) que, de ser aceptada, haría que los profesores volvieran a las escuelas el 10 de enero, pero solo para ayudar a distribuir los dispositivos y las pruebas COVID-19 a los alumnos.
Según la propuesta, las clases comenzarían a distancia el 12 de enero y continuarían hasta el 19 de enero, a menos que los funcionarios de Chicago o del estado «determinen que las condiciones de salud pública no son seguras para la escuela presencial en ese momento», en cuyo caso el aprendizaje presencial estaría fuera de la mesa hasta que se considere seguro.
La propuesta también pedía que las Escuelas Públicas de Chicago proporcionasen mascarillas KN95 para que las usasen el personal y los estudiantes e introdujesen factores desencadenantes para el cambio de la escuela al aprendizaje virtual, como un aumento de siete días seguidos de la tasa de positividad por COVID-19 en Chicago.
El sindicato dijo que su propuesta es necesaria en medio del aumento de los casos de COVID-19 y que la propuesta de Lightfoot «no interrumpiría el aprendizaje en persona hasta que la mitad de la escuela esté infectada con la COVID-19, mucho después de que la población escolar haya caído por debajo del número de adultos en el edificio para supervisar con seguridad a los estudiantes».
El alcalde y el CEO de las escuelas de Chicago, Pedro Martínez, han insistido en que las escuelas son seguras para el aprendizaje incluso en medio de la oleada, señalando que ya se han aplicado varias medidas durante la pandemia, incluyendo un programa de pruebas.
Lightfoot ha instado a los profesores a volver a la escuela y ha descrito la acción del sindicato como un «paro laboral ilegal».
«Mi esperanza es que vamos a conseguir un acuerdo mañana o así que hace que nuestros niños vuelvan a la escuela, el aprendizaje en persona, y el acuerdo cubre la duración del año escolar y [para] que no tengamos ninguna interrupción adicional», dijo en MSNBC el viernes.
Después de que la mayoría de los miembros del sindicato votaran por no impartir clases en persona el martes por la noche hasta que los casos remitieran o la ciudad accediera a una serie de demandas, las Escuelas Públicas de Chicago cancelaron las clases el miércoles. La ciudad canceló posteriormente las clases los dos días siguientes mientras negociaba con el sindicato.
La Casa Blanca ha dicho que las escuelas deben permanecer abiertas a pesar del aumento de los casos de COVID-19 y los funcionarios han señalado los estudios que indican que el cierre de las escuelas no frena la propagación de la enfermedad.
La administración del presidente Joe Biden ha estado en contacto con Lightfoot y con el gobernador J.B. Pritzker, otro demócrata, dijo el viernes la portavoz de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre a varios periodistas.
«Illinois ha recibido 5000 millones de dólares en dinero del Plan de Rescate estadounidense para sus escuelas, a las que seguimos proporcionando un sólido compromiso y experiencia técnica sobre cómo utilizar mejor esta financiación para ayudar a las necesidades de las escuelas durante la pandemia», dijo.
Un grupo de padres, por su parte, presentó una demanda contra la CTU, afirmando que estaba violando la ley estatal y su acuerdo de negociación colectiva al intentar cambiar repentinamente a la enseñanza a distancia. El sindicato no respondió a una solicitud de comentarios.
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