Chilpancingo, capital de estado de Guerrero, se ha convertido en centro de abastecimiento y refugio de los afectados por el huracán Otis en Acapulco.
Cientos de afectados por el paso de Otis, que dejó 45 muertos, 58 desaparecidos y cuantiosos daños materiales, han encontrado alivio en la ciudad vecina de Chilpancingo, ubicada a 125 km de Acapulco.
Algunas personas han estado de paso en busca de comida o para adquirir artículos de primera necesidad, otras han arribado a la ciudad en busca de un resguardo temporal y otros han decidido trasladarse definitivamente con sus familias después de perder sus viviendas.
La comunidad hotelera de la ciudad, por su parte, se ha visto considerablemente superada en su capacidad, una situación que nunca habían enfrentado.
«Contamos con 75 hoteles en servicio de todas las categorías, desde el económico hasta de cuatro estrellas; aquí en la capital no tenemos gran turismo y tenemos 1800 habitaciones en total (…) de las cuales todas están están llenas», dijo Yamileth Payán Sánchez, vocera de la Asociación Mexicana de Hoteles de Chilpancingo, en entrevista a The Epoch Times México.
«Es algo inusual para nosotros como capital del Estado de Guerrero, por lo general nos mantenemos en un lleno del 20 o 30 % por regla general aquí en la capital del Estado, de hecho ahora estamos trabajando en números rojos«, añadió Payán.
La empresaria aseguró que al verse rebasados, la asociación hotelera solicitó a la presidenta municipal, Norma Otilia Hernández Martínez, que se abrieran albergues por parte del gobierno. Al siguiente día, el ayuntamiento de Chilpancingo abrió dos albergues: uno en el Cuartel de la Policía en la colonia Alianza Popular y otro en la colonia Morelos, además de los comedores comunitarios que se instalaron en diferentes partes de la ciudad.
«Independientemente a eso, la Universidad Autónoma de Guerrero abrió más lugares donde puede ir a pernoctar la gente, pero el detalle es de que hemos sido rebasados, hasta el momento han sido insuficientes. Chilpancingo lo han tomado como un lugar donde [las personas] de Acapulco se abastecen de alimentos y de agua, porque allá no hay alimentos», expresó la vocera.
Chilpancingo se ha convertido además en el lugar de alojamiento de agentes de las fuerzas del orden, de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad y de comunicación e infraestructura de carreteras, entre otros.
Ante la situación, que requería más apoyo para solventar la alta demanda de hospedaje en la ciudad, la empresaria sugirió a los ciudadanos de Chilpancingo ayudar a alojar en habitaciones o casas disponibles a través de rentas a precios asequibles.
«Y sí, la población respondió muy bien, muchos abrieron sus puertas para que pernoctaran las personas sin costo alguno y otros obviamente rentaron sus sus cuartos o sus casas», dijo.
Sin embargo, a pesar de todo el trabajo conjunto que se ha realizado en la ciudad, aún no es suficiente para atender las necesidades de las personas que han salido de las zonas afectadas y llegan a la ciudad en busca de ayuda.
“La capital ha sido rebasada porque como [en las zonas afectadas] no hay servicios básicos de agua, de luz no hay telefonía celular con la cual comunicar con sus familiares, y sobre todo trabajo, pues la gente le está dando igual salirse porque van a empezar de cero, de nuevo, tanto de Acapulco como en otros lugares”, informó Payán.
La comunidad hotelera ha sido testigo de primera mano del hambre y el sufrimiento que están padeciendo las personas de escasos recursos que llegan a Chilpancingo afectados por el huracán, e intentan ayudar por todos los medios.
«Ya se está viendo desabasto de comida en Chilpancingo, y llega gente… A veces me ha tocado ver aquí en los hoteles a pequeñitos que llegan a veces sin haber probado bocado o lo mínimo en varios días, así que se nos ocurrió contactar a Word Central Kitchen para poder darle alimentos calientes acá en la capital del estado», aseguró la empresaria.
La Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Chilpancingo, una asociación civil conformada por ciudadanos comunes, ha mostrado su preocupación porque llegue la ayuda alimentaria tanto a Acapulco como a las personas que llegan a Chilpancingo.
«Me dicen que le están dando prioridad al puerto de Acapulco y entiendo, pero también deberían voltear los ojos a donde están llegando los acapulqueños, y que este pues no tienen ni qué comer tanto allá como acá», reflexionó.
Bajo la iniciativa, Payán espera que en los siguientes días se pueda ofrecer alimentación en la central de autobuses, en los hospitales, tanto el Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense como el Hospital General, y en los hoteles que están en las avenidas principales para las personas que apenas llegan a la ciudad.
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