Cinco gobiernos locales dentro de la provincia de Hubei, donde el nuevo brote de coronavirus en China es más grave, anunciaron que las medidas de bloqueo se levantarían parcialmente.
El 12 de marzo, las ciudades de Qianjiang, Jingzhou y Shishou, y los condados de Gong’an y Zhuxi, anunciaron que permitirían viajes limitados y la reanudación de las actividades comerciales.
Desde finales de enero, las autoridades promulgaron medidas de bloqueo a los residentes de Hubei para contener el virus. Dichas políticas incluían prohibiciones de transporte público; restricciones sobre cuándo y con qué frecuencia las personas pueden abandonar sus hogares; y estrictos puntos de control de tráfico.
Pero coincidiendo con la visita del líder chino Xi Jinping a Wuhan, la zona cero del coronavirus, el 10 de marzo, la primera visita desde que comenzó el brote, las autoridades comenzaron a aliviar las restricciones.
El gobierno de Hubei anunció que las regiones locales podrían permitir viajes limitados, en base a un nuevo sistema mediante el cual los residentes descargarán una aplicación en sus teléfonos e ingresarán su información de salud.
Luego, la aplicación asignará un código de color según la condición de salud: verde, amarillo o rojo, que corresponde a diferentes niveles de movilidad. Las autoridades en los puntos de control permitirían o negarían el paso a los residentes.
Por ejemplo, la ciudad de Shishou anunció que aquellos con el código verde podrían entrar o salir de urbanizaciones y lugares públicos.
Pero parecían haber errores de cálculo en el camino.
La ciudad de Qianjiang anunció el 10 de marzo que se reanudaría todo el transporte público, se reabrirían las empresas comerciales y se eliminarían los puntos de control de tráfico. Eso convirtió a la ciudad en la primera en Hubei en levantar las medidas de bloqueo.
Pero solo un día después, las autoridades de Qianjiang rescindieron el aviso y dijeron que todo el transporte y los viajes personales volverían a estar restringidos.
Y el 12 de marzo, Qianjiang volvió a levantar, aunque parcialmente, las restricciones.
En los últimos días, el régimen chino ha impulsado agresivamente la narrativa de que la epidemia ha sido contenida con éxito.
Las autoridades chinas aumentaron la publicación de artículos en los medios que retratan sus esfuerzos de contención de manera positiva.
El objetivo es «promover políticas gubernamentales», «monitorear la opinión pública en Internet», «descubrir modelos ejemplares entre los frentes del trabajo de control de epidemias» y «crear una atmósfera fuerte de personas unidas para trabajar juntas», según un documento interno de Autoridades de Shanghai que fue obtenida por The Epoch Times.
Pero los lugareños en Wuhan dicen que muchos todavía están enfermos.
La cónyuge de un médico de Wuhan le dijo a NTD, afiliada de Epoch Times, en una entrevista que algunos pacientes que fueron dados de alta de los hospitales locales en realidad no se habían recuperado y luego transmitieron el virus a sus vecinos del distrito de Hanyang.
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