China ha sometido a los diplomáticos estadounidenses a pruebas de COVID-19 con hisopos anales «por error» y ha prometido excluirlos de tales prácticas en el futuro, según declaró el Departamento de Estado de EE.UU. a The Epoch Times el 25 de febrero.
Los comentarios se produjeron después de que parte del personal diplomático estadounidense establecido en China se quejara con Washington por tener que someterse al intrusivo procedimiento, que las autoridades chinas afirman que es más conveniente que los métodos de pruebas nasales o de la garganta.
«El Departamento de Estado nunca estuvo de acuerdo con este tipo de pruebas y protestó directamente al MAE cuando nos enteramos de que algunos miembros del personal fueron sometidos a ellas», dijo un portavoz del Departamento de Estado en un correo electrónico a The Epoch Times.
Desde entonces, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino les ha asegurado que el procedimiento se hizo por error y que «el personal diplomático está exento de este requisito de pruebas», dijo el portavoz, añadiendo que el Departamento de Estado «se compromete a garantizar la seguridad de los diplomáticos estadounidenses y sus familias, preservando su dignidad».
«Hemos dado instrucciones a los empleados para que rechacen esta prueba si se les pide (como se hizo en el pasado)».
El número de diplomáticos estadounidenses sometidos a las pruebas sigue sin estar claro.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, negó que el país haya pedido al personal estadounidense que se someta a pruebas de hisopo anal en una rueda de prensa habitual.
La nueva prueba se introdujo por primera vez en Beijing, la capital de China, dirigida a los contactos cercanos llevados a lugares de cuarentena concentrados antes de las celebraciones del Año Nuevo Lunar. Pronto, algunos focos del virus en las provincias de Hebei, Shandong y Liaoning, en el noreste de China, también pusieron en marcha el método de prueba.
Los medios de comunicación estatales han promovido las pruebas, citando a especialistas médicos que argumentan que los rastros del virus pueden permanecer en las muestras de heces durante más tiempo que en el tracto respiratorio, lo que las hace más eficaces para detectar infecciones.
Pero el proceso, que a veces se realiza delante de otras personas, ha causado alarma entre los ciudadanos chinos y los turistas extranjeros, y algunos han dicho que preferirían no viajar para evitar el tratamiento.
Sorprendidos por tener que someterse a la prueba al entrar en el país, algunos visitantes de Corea del Sur llamaron a la embajada de su país para pedir ayuda, según reportes surcoreanos y el portal de noticias chino NetEase.
«Los niños no fueron una excepción», dijo un ciudadano coreano, según el diario surcoreano Kukmin Ilbo.
Finalmente evitaron tener que someterse a la prueba proporcionando muestras fecales para su examen.
«China no es lugar para comportarse de forma salvaje», declaraba el titular del artículo chino sobre los visitantes coreanos poco cooperativos.
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