La ciudad de Jilin, al noreste de China, anunció un cierre luego de que se detectara una segunda ola de brote de COVID-19.
La ciudad comparte el nombre de la provincia donde está ubicada y es su segunda ciudad más grande, con 4.5 millones de residentes. Es la primera ciudad grande en China que ha decretado el confinamiento, ya que la mayoría de las regiones han reducido las medidas de cuarentena en marzo y abril.
Cuando el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), que causa la enfermedad COVID-19, se propagó rápidamente por todo el país a principios de este año, la mayor parte de China fue puesta bajo confinamiento. Sin embargo, a medida que los funcionarios regionales comenzaron a informar de la existencia de pocos o ningún caso nuevo en marzo—incluso cuando los expertos se mostraron escépticos ante las cifras de las autoridades chinas—se levantaron las restricciones.
La comisión provincial de salud de Jilin anunció el 8 de mayo el caso inicial de su segunda oleada de enfermedades: una señora de 45 años de edad que trabaja en el área de limpieza en la oficina policial de la ciudad de Shulan. Desde entonces, se confirmó que más de una docena de personas estaban enfermas en Shulan y en la cercana ciudad de Jilin.
El 10 de mayo, el jefe del Partido de la provincia de Jilin anunció que Shulan había entrado en «tiempos de guerra».
Confinamiento
El 13 de mayo, los funcionarios de la ciudad de Jilin anunciaron 11 regulaciones especiales para contener el brote.
Cada distrito local debe localizar a todos los contactos cercanos de los pacientes diagnosticados, así como a las personas que regresaron a la ciudad después de viajar al extranjero o de visitar «regiones de alto riesgo», según la directiva. Una región de alto riesgo se refiere a un área en donde un brote de virus ha ocurrido recientemente.
Además, todas las poblaciones y los complejos residenciales deben ser confinados, y quien desee salir o entrar a su casa debe registrar su información personal, escanear su código de salud generado por su app móvil y someterse a una toma de temperatura corporal. En las comunidades que son difíciles de aislar completamente o que están situadas cerca de las carreteras, los funcionarios locales deben organizar equipos de patrulla para controlar a los peatones, dice el comunicado.
Todos los transportes de pasajeros a larga distancia, como trenes y autobuses interurbanos, han sido suspendidos. Quien quiera salir de la ciudad debe hacerse una prueba de ácido nucleico con menos de 48 horas previos a la salida, y el resultado debe ser negativo. El viajero debe pagar por la prueba por su cuenta.
Se ha prohibido a todas las farmacias y clínicas de la ciudad la venta de antipiréticos, antivirales y antibióticos—lo cual prohíbe a las personas con fiebre tomar estos fármacos. La fiebre es un síntoma común de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh. Cualquier paciente sospechoso debe ser diagnosticado y tratado en alguno de los 23 hospitales designados de la ciudad.
Todos los museos, cines, teatros, locales de entretenimiento, estadios, baños públicos y otras instalaciones públicas han sido cerrados.
Los restaurantes pueden abrir pero deben mantener las reglas de distanciamiento social, mientras que las cafeterías no pueden ofrecer servicios de comedor. Las reuniones sociales también están prohibidas, y todos los residentes deben llevar una mascarilla cuando salgan.
Reportes de los residentes
Los residentes de la ciudad de Jilin y Shulan dijeron a The Epoch Times que el brote es más severo de lo que el gobierno ha indicado.
«El marido de la primer paciente trabaja en la oficina de la policía. Ahora, toda la oficina de policía está cerrada. Todos los oficiales están bajo cuarentena», dijo una mujer que se identificó como la Sra. Yang y que opera una compañía de mensajería cerca de la oficina de policía de Shulan, a The Epoch Times en idioma chino.
Otra mujer, la Sra. Liu, que dirige un restaurante en Shulan, dijo que la oficina de educación local, que administra todas las escuelas de la ciudad, está cerrada y que todo el personal está actualmente en cuarentena.
«Algunos maestros han dado positivo como portadores asintomáticos», según una mujer que trabaja en un supermercado cercano a la oficina de educación. «El personal de la oficina de educación es un contacto cercano [a ellos]».
Todas las escuelas de Shulan han cerrado y los estudiantes están ahora estudiando por Internet, dijeron las mujeres.
Propagación rápida
Un residente de la ciudad de Jilin le dijo a The Epoch Times en idioma chino que los viajes están severamente restringidos.
«Solo podemos salir de la ciudad conduciendo (…) Tenemos que llenar formularios y presentar un informe de la prueba de ácido nucleico antes de salir de la ciudad».
Mientras tanto, cualquiera que tenga una conexión con Shulan debe ser llevado a un centro de cuarentena para autoaislarse, dijo una mujer que opera un hotel en el distrito Fengman de Jilin.
También hay evidencia de que el virus puede haberse propagado aún más.
El 12 de mayo, los funcionarios de Jiaohe—una ciudad a nivel de condado en la provincia de Jilin—ordenaron que todos los asistentes de una ceremonia de boda en el Hotel Dardun el 3 de mayo fueran puestos en cuarentena durante 21 días.
Se confirmó que un fotógrafo de bodas en Fengman está infectado, según el aviso. Él viajó a Jiaohe con otras dos personas el 3 de mayo, comió en un restaurante local y grabó videos en la boda, lo cual significa que todos los asistentes a la boda pueden haber estado expuestos.
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