El régimen chino declaró que cuatro de sus ciudadanos habían regresado a casa en virtud de un acuerdo diplomático con Estados Unidos, por el que Beijing liberó a tres ciudadanos estadounidenses previamente encarcelados durante años en China.
Mao Ning, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, dijo durante una sesión informativa diaria del 28 de noviembre que tres ciudadanos chinos «regresaron sanos y salvos a China», al igual que «un fugitivo que huyó a Estados Unidos hace muchos años». El ministerio no identificó a los cuatro.
La Casa Blanca reveló el intercambio el 27 de noviembre, identificando a los tres ciudadanos estadounidenses liberados por China como Mark Swidan, Kai Li y John Leung.
El Secretario de Estado Antony Blinken dijo que habló con los tres estadounidenses el 27 de noviembre durante su viaje de regreso a Estados Unidos.
«Les dije lo contento que estaba de que estuvieran bien de salud y de que pronto se reunieran con sus seres queridos», escribió Blinken en la plataforma de medios sociales X.
El 29 de noviembre, el presidente Joe Biden dijo que habló con los tres tras el aterrizaje de su vuelo en Alaska. «Estoy muy contento de que estén en casa», dijo el presidente.
El anuncio se produce después de que China liberara en septiembre al pastor estadounidense David Lin. A pesar de los intercambios entre China y Estados Unidos, más de 200 estadounidenses siguen detenidos o sometidos a medidas coercitivas en China, según declaró el 27 de noviembre la Fundación Dui Hua, con sede en San Francisco.
Kai Li, ciudadano estadounidense naturalizado, fue detenido en China en 2016. Fue condenado a 10 años de prisión en 2018 por cargos de espionaje.
Su hijo, Harrison Li, un estudiante de Stanford que se está realizando un doctorado en Estadística, hizo pública una declaración el 27 de noviembre en la que daba las gracias a Biden, al Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, al Departamento de Estado y a varios legisladores. Aseguró que su padre fue sometido a una «detención injusta» en China durante más de 3000 días.
«Instamos al presidente Biden a que aproveche los días que le quedan de gobierno para traer a casa a los estadounidenses que siguen retenidos como rehenes o detenidos injustamente en el extranjero», dijo el menor de los Li.
Swidan, un empresario de Texas que fue detenido en China en 2012, fue condenado a muerte con un aplazamiento de dos años en 2019 tras ser acusado de delitos relacionados con las drogas. Un tribunal chino rechazó su apelación y confirmó la sentencia en abril de 2023.
Su madre, Katherine Swidan, compartió en su página de Facebook el 29 de noviembre que había puesto en marcha una recaudación de fondos en GoFundMe, tras conocer la liberación de su hijo.
«Estoy empezando este gofundme porque Mark se fue de China con lo que tenía puesto», escribió. «Necesito enviar esto por él para que pueda comprar ropa, ropa de invierno, zapatos, medicamentos, gafas. Literalmente no tiene nada».
Katherine Swidan dijo que su hijo perdió unos 45 kilos mientras estuvo encarcelado y «no ha comido carne en 12 años».
Legisladores de ambos partidos emitieron declaraciones para dar la bienvenida a casa a los tres estadounidenses.
«Es un testimonio del poder de la diplomacia», declaró el representante demócrata Gregory Meeks, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
«La persistencia de la Administración Biden en un compromiso de alto nivel con la República Popular China, a pesar de las críticas partidistas, ha dado resultados. El compromiso con Beijing -estratégico, reflexivo y con principios claros- es necesario para promover los intereses de Estados Unidos».
El senador Ted Cruz (R-Texas), miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que no podía estar más feliz por la madre de Mark Swidan, que «ha pasado 12 años librando una batalla sin tregua para asegurar la liberación de Mark».
«Las negociaciones encaminadas a obtener la liberación de estadounidenses detenidos injustamente se encuentran entre las tareas más difíciles y desgarradoras que afrontan nuestros diplomáticos, y han demostrado una dedicación incesante que ha culminado con la liberación de hoy», escribió Cruz. «Esta feliz noticia no se habría producido, y estas familias no se habrían reunido, sin su trabajo y compromiso».
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