El 13 de septiembre, Pekín ofreció, aparentemente, una justificación a la prohibición parcial de los iPhones por parte del Estado, aunque negó que fuera a prohibir totalmente los productos de Apple.
«Nos hemos dado cuenta de que ha habido muchos informes de los medios de comunicación sobre incidentes de seguridad relacionados con los teléfonos de Apple», dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Mao Ning en una rueda de prensa regular en Beijing el miércoles. Bloomberg informó de que la traducción oficial al inglés de las declaraciones omitió la referencia a los informes de los medios de comunicación.
«China no ha promulgado leyes ni reglamentos para prohibir la compra de teléfonos de Apple o de marcas extranjeras», dijo Mao Ning, añadiendo que todas las empresas que operan en China deben cumplir la normativa y que el Gobierno concede «gran importancia» a la seguridad.
La semana pasada, varios medios de comunicación, entre ellos The Wall Street Journal y Bloomberg, informaron de que China estaba empezando a prohibir el uso de iPhones en los organismos gubernamentales y, posteriormente, en las empresas estatales, lo que provocó una caída de las acciones de más del 5 por ciento en la mañana del 7 de septiembre.
Apple no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Cambiar Apple por Huawei
Según el programa «China in Focus» de NTD, el medio hermano de The Epoch Times, la orden de dejar de usar iPhones ya se había puesto en marcha en algunas regiones. Sin embargo, Pekín parece estar impulsándola con seriedad, y la prohibición se aplica a los dispositivos de trabajo en los organismos gubernamentales y algunas empresas estatales de todo el país.
En su lugar, se pide a los trabajadores que utilicen Huawei, que ha sufrido en los últimos años debido a las políticas comerciales de Estados Unidos.
Beijing anunció recientemente un gran avance con el nuevo chip de 7 nanómetros de Huawei, proclamándolo un «regreso triunfal».
Antes del evento de lanzamiento del iPhone 15 de Apple del 12 de septiembre, Huawei también dio a conocer nuevos teléfonos inteligentes.
Un portavoz del Departamento de Comercio dijo a The Epoch Times en una declaración enviada por correo electrónico que las restricciones comerciales de 2019 habían «derribado a Huawei y la habían obligado a reinventarse -con un coste sustancial para el gobierno de la RPC [República Popular China]» y que estaba investigando el chip de 7 nm por razones de seguridad nacional.
El mes pasado, Bloomberg informó que Beijing había concedido 30.000 millones de dólares a Huawei para construir su «red secreta» de centros de fabricación de semiconductores en toda China, con planes de invertir 100.000 millones de dólares para 2030.
«China está gastando aproximadamente tanto en subvenciones como el resto del mundo junto», dijo a Bloomberg Chris Miller, autor de «Guerra de chips: la lucha por la tecnología más crítica del mundo». «Así que las cifras son absolutamente enormes».
A modo de comparación, la Ley CHIPS y de Ciencia de Estados Unidos de 2022 concedió a las empresas estadounidenses 39.000 millones de dólares en incentivos a la fabricación.
La preocupación es que si Huawei compra y construye fábricas e instalaciones bajo otros nombres de empresa, puede encontrar formas de eludir las normas comerciales de Estados Unidos. Esto podría permitirle adquirir tecnología y equipos de fabricación de chips estadounidenses de forma inadvertida.
El mercado chino de Apple
China es uno de los mayores mercados de Apple, responsable de casi el 20 por ciento de los ingresos de la empresa con sede en Cupertino. Aunque algunos trabajadores mantienen ahora dos teléfonos -un iPhone para uso personal y un teléfono Huawei para el trabajo-, no está claro si la prohibición podría hacerse oficial o ampliarse.
«Sin embargo, creemos que este resultado es dudoso, y que se trata solo de un movimiento en la guerra fría de partidas de ajedrez tecnológicas entre EE.UU. y China después de que el Gobierno de Biden firmara una orden ejecutiva para imponer bloqueos y regulaciones a las inversiones tecnológicas en China», declaró anteriormente Ken Mahoney, consejero delegado de Mahoney Asset Management, a The Epoch Times.
China también es una base de fabricación fundamental para Apple. Aunque ha trasladado buena parte de su producción fuera de China a países como Vietnam e India, ha seguido recurriendo a empresas chinas como Luxshare Precision y Wingtech en lugar de a Foxconn, con sede en Taiwán.
Seguridad
Apple ha mantenido durante años los datos de sus clientes chinos en servidores chinos gestionados por una empresa estatal china, cumpliendo así el deseo de Beijing de no permitir que la información traspase sus fronteras.
Los expertos también han comentado que esta práctica hace que el régimen chino tenga prácticamente acceso ilimitado a los datos de los consumidores, mientras que Apple ha comentado que conservan las claves de cifrado de los datos, que se almacenan en esas instalaciones de servidores, y «nunca han puesto en peligro la seguridad de nuestros usuarios y sus datos.»
Este almacenamiento local significa que, aunque Estados Unidos tiene leyes que prohíben a las empresas compartir datos con las autoridades chinas, Beijing puede exigir los datos a la empresa de almacenamiento de servidores en lugar de a Apple.
Por otra parte, el gobierno francés ha ordenado a Apple que suspenda las ventas de iPhone porque nuevas pruebas demuestran que emiten demasiada radiación electromagnética.
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