La ciudad de Wuhan, en el centro de China, ha establecido 11 nuevos hospitales improvisados a partir del 5 de febrero para poder atender al gran número de pacientes infectados por el coronavirus.
Wuhan es la capital de la provincia de Hubei. Según el medio Hubei Daily, dirigido por el gobierno provincial, las 11 nuevas instalaciones tienen una capacidad total de 10,100 camas.
La mayoría de ellas están ubicadas en estadios, centros de exhibición y gimnasios escolares dentro de la ciudad.
El Centro de Comando del Coronavirus de Wuhan publicó las regulaciones el 5 de febrero, explicando que los pacientes de coronavirus con síntomas leves o moderados serían enviados a los hospitales improvisados.
Los pacientes en estado grave o mayores de 65 años se quedarán en los 14 hospitales y en dos más de nueva construcción designados para tratar el coronavirus. Los pacientes sospechosos de tener coronavirus y algunos pacientes confirmados con síntomas leves serán aislados en centros comunitarios de cuarentena, la mayoría de los cuales son hoteles convertidos en respuesta al brote.
El medio de comunicación estatal Xinhua informó que hay planes para construir 12 hospitales más de este tipo en Wuhan.
Comúnmente conocidos en China como hospitales de campo de batalla, estas instalaciones se utilizan a menudo durante los tiempos de guerra o desastres naturales para atender eficientemente a los heridos y enfermos. Las camas están dispuestas fila por fila en un espacio abierto.
Los medios de comunicación estatales revelaron fotos y vídeos de las instalaciones, mostrando que las camas no tenían ninguna barrera física de separación entre sí, salvo varias tablas para delimitar un grupo de aproximadamente una docena de camas.
Los ciudadanos chinos expresaron su preocupación por la posibilidad de que se produjera una infección cruzada cruzada.
El 4 de febrero, los medios de comunicación estatales chinos desestimaron esas afirmaciones, diciendo que los médicos se asegurarían de que no ocurriera.
Pero Sean Lin, experto en microbiología y exinvestigador de virología del ejército de EE.UU., explicó que estas instalaciones provisionales deberían haberse establecido antes de la respuesta al brote.
Lin dijo que en una situación en la que miles de personas están infectadas y muchos residentes no pueden recibir tratamiento debido a que los hospitales están sobrecargados, estos lugares podrían permitir al personal médico atender a más pacientes de manera eficiente.
Por ejemplo, una enfermera puede distribuir medicamentos más fácilmente utilizando un carrito, atendiendo a docenas de pacientes en varios minutos.
«Pero el gobierno de Wuhan llega demasiado tarde. Debería haber establecido estos hospitales antes de cerrar la ciudad», una medida que indica que la enfermedad ya se había extendido ampliamente y no podía ser contenida, dijo Lin.
Al observar las fotos y vídeos de las instalaciones, Lin señaló que la distancia entre las camas era demasiado cercana, con el riesgo de infección cruzada. «La distancia entre dos camas debería ser de al menos tres pies».
Añadió que el personal médico debería estar alerta sobre los pacientes cuyas condiciones están empeorando, ya que es probable que sean más contagiosos debido a los virus activos en su cuerpo, que podrían propagarse potencialmente a través de los fluidos corporales, las partículas en el aire o las heces.
«Una vez que la condición de un paciente se torna grave, el personal médico debe trasladar a este paciente a un hospital designado lo antes posible», dijo Lin.
El gobierno de Wuhan informó por primera vez sobre el brote el 31 de diciembre de 2019, aunque los datos oficiales muestran que las autoridades conocían la transmisión de persona a persona antes de esa fecha. Desde entonces, el virus se ha propagado por toda China y a más de 20 países.
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