El régimen chino inauguró este miércoles la «Oficina de Salvaguardia de la Seguridad Nacional» en Hong Kong, ocho días después de que entrara en vigor una polémica ley de seguridad, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
El régimen de Beijing convirtió en su nueva sede un hotel cercano a un parque del centro de la ciudad que ha sido uno de los lugares más populares para las protestas pro democracia.
La oficina, situada en el bullicioso distrito comercial y de compras de Causeway Bay, cerca de Victoria Park, «supervisará, guiará, coordinará y apoyará» al Ejecutivo hongkonés en materia de seguridad nacional, al tiempo que «realizará propuestas relativas a estrategias y políticas» sobre este tema, según la fuente.
Xinhua detalló que «la oficina también recopila y analiza inteligencia e información acerca de la seguridad nacional y se encarga de casos de delitos que supongan un riesgo para la seguridad nacional».
La constitución y puesta en marcha de esta oficina estaba contemplada por la controvertida ley de seguridad de Hong Kong, redactada por Beijing con el máximo secretismo y que entró en vigor el pasado 30 de junio.
La nueva ley establece penas de hasta cadena perpetua para supuestos de «secesión, subversión contra el poder estatal (cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos del régimen comunista), actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional».
Esta semana, y bajo las provisiones de la citada legislación, se le concedieron nuevos poderes a la Policía de Hong Kong para garantizar el cumplimiento de la nueva ley, a la que se han opuesto abogados, activistas, periodistas y un buen segmento de la población hongkonesa por temer que pueda coartar las libertades de que goza la ciudad semiautónoma china, que fue colonia británica hasta 1997.
La ley llegó después de más de un año de protestas prodemocráticas que también registraron incidentes violentos entre la Policía y algunos manifestantes radicales, y cuyos efectos han lastrado la economía local.
La Declaración Sino-Británica de 1984, que articuló la retrocesión de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997, estableció el mantenimiento durante al menos 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en el territorio inimaginables en la China continental.
Reino Unido afirmó que la ley constituye una “clara” y “grave” violación de dicha declaración conjunta.
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Hong Kong: reprimen las nuevas protestas contra ley de “seguridad” china
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