China arrestó a dos ciudadanos estadounidenses que dirigen un programa de enseñanza de inglés con sede en Idaho bajo sospecha de «trasladar ilegalmente personas a través de las fronteras», confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de China el 17 de octubre.
El cargo conlleva una sentencia de dos a siete años, según la ley china.
La policía local el 29 y 27 de septiembre arrestó a Jacob Harlan y Alyssa Petersen, propietaria y directora, respectivamente, de China Horizons, en la provincia de Jiangsu, en el sureste del país, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, durante una conferencia de prensa.
«Se tomaron medidas obligatorias de detención penal y liberación bajo fianza» contra los dos ciudadanos estadounidenses, dijo. El Departamento de Estado de EE.UU. no ha confirmado su liberación.
El Departamento de Estado de los Estados Unidos confirmó su detención en un correo electrónico, sin proporcionar más detalles, agregando que estaban en contacto con Petersen y «monitoreando la situación».
China Horizons hace arreglos para que sus empleados estadounidenses adquieran una visa china para enseñar inglés en escuelas chinas.
Una publicación de Facebook de China Horizons el 11 de octubre dijo que los dos «estaban siendo acusados por crímenes falsos» y podrían ser detenidos por «los próximos meses o años». El programa también señaló que cerrará sus puertas para el final del mes después de 17 años de operación.
«Debido al aumento de los problemas políticos y económicos entre los EE.UU. y China, ya no podemos enviar maestros a China de manera segura», indicó el mensaje.
Dos páginas de GoFundMe para financiar los honorarios de abogados de Harlan y Petersen han recaudado colectivamente USD 40.000 al cierre de esta edición.
Según las páginas de GoFundMe, establecidas por la amiga de la familia Sarah Jackson, el 10 y 11 de octubre, la policía se llevó a Harlan y a su hija de 8 años, Viara, del hotel donde se alojaban en la ciudad de Weifang de la provincia de Shandong el 28 de septiembre.
La página de Peterson decía que su familia perdió el contacto con ella después de que fue arrestada. Luego, la familia contactó al Departamento de Estado para obtener ayuda para localizarla.
«Recibimos información de que ella está bien», dijo la página de GoFundMe. “Se despierta cuando se le dice, se va a dormir cuando se le dice. Ella pasa su día en una celda de la cárcel o caminando en un círculo contando los pasos”. Hasta el momento de la publicación, no ha habido más actualizaciones en la página.
Petersen ha estado involucrado en el programa durante 10 años, entrenando maestros de inglés y enseñando en una escuela en Zhenjiang, según la página. No puede tener contacto con nadie «fuera de un funcionario del consulado que pueda visitar una vez al mes y un abogado», dijo.
Jackson escribió en las páginas de GoFundMe que la familia ha encontrado representación legal para ambos.
El arresto de Harlan y Petersen tuvo lugar pocos días después de que los fiscales federales de los Estados Unidos acusaron al ciudadano chino Liu Zhongsan en Nueva Jersey de obtener visas estadounidenses para empleados del gobierno chino. El momento ha suscitado sospechas de posibles represalias políticas.
Los fiscales alegan que Liu ayudó a los empleados del gobierno chino a ingresar a los Estados Unidos bajo la apariencia de académicos de investigación, mientras que «en realidad, su tarea era reclutar a los mejores talentos de Estados Unidos para beneficiar al gobierno de China», según un comunicado de prensa del 16 de septiembre.
Geng, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, dijo en la conferencia de prensa que no «ve ninguna conexión entre este caso y la actual situación de China-Estados Unidos».
Los ciudadanos canadienses en China se han enfrentado a represalias luego del arresto de Meng Wanzhou, director financiero del gigante tecnológico chino Huawei, en Vancouver en diciembre pasado. Según las autoridades canadienses, 13 de sus ciudadanos han sido detenidos en China desde el arresto de Meng.
El año pasado, el pastor cristiano y ciudadano estadounidense John Sanqiang Cao fue sentenciado a siete años de prisión por el mismo cargo que enfrentan Harland y Petersen.
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