En medio de la pandemia de COVID-19, China se posiciona como el principal prestamista de los países más pobres, mientras el Banco Mundial lo insta a participar en la suspensión de la deuda de los países menos desarrollados, acordada en abril.
Este lunes, el Banco Mundial señaló un notable aumento de los préstamos de los países pertenecientes al G20, sin embargo, China es ahora “con mucho el mayor acreedor”. Al mismo tiempo, enfatizó que la deuda de los países menos desarrollados alcanzó los 178,000 millones de dólares en 2019.
La proporción de la deuda combinada de China, en comparación con los otros países del bloque G20, aumentó del 45% en el año 2013 al 62% a finales del año pasado. Por su parte, la de Japón, el segundo mayor acreedor, se ha mantenido prácticamente igual, en un 15%, en el mismo periodo.
Del bloque de 20 países que se adhirieron a la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) «no todos los acreedores están participando plenamente», dijo este lunes el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Malpass señaló especialmente a China. “Algunos de los mayores acreedores bilaterales oficiales, incluidos algunos de China, siguen sin participar en la moratoria. Y eso crea una gran pérdida para los países más pobres», añadió en la conferencia telefónica, reportó Rappler.
«Un factor añadido en la actual ola de deuda es el rápido crecimiento de nuevos prestamistas oficiales, especialmente varios de los acreedores bien capitalizados de China», dijo Malpass, en un evento en línea organizado por la Escuela de Finanzas y Gestión de Frankfurt, reportó The Print.
En abril, el comité para el Desarrollo del Banco Mundial y los ministros de Finanzas del Grupo de los Veinte (G-20) aceptaron la DSSI para suspender la deuda a cierto países con la finalidad de ayudarlos a afrontar los graves impactos por la pandemia del virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Entró en vigencia el 1 de mayo, durante un año. Los únicos países de América Latina que participan en la DSSI son Dominica y Granada.
La respuesta inicial de China a la condonación de la deuda fue positiva. Pero más tarde “comenzaron a poner todo tipo de condiciones sobre qué tipo de deuda se consideraría para la condonación de la deuda, tratando cuidadosamente de enhebrar la aguja para que se siguiera manteniendo la deuda bilateral” con China, dijo Bonnie Glick, administradora adjunta de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al programa American Thought Leaders de The Epoch Times
China, a través de su iniciativa de La Franja y La Ruta (BRI), ha invertido miles de millones de dólares en préstamos a países con bajos ingresos para ayudar a construir sus proyectos masivos de infraestructura.
En octubre de 2018, Dominica firmó un acuerdo con China por 40 millones de dólares para la construcción de colegios, comisarías de policías, estaciones de bomberos y un hospital. El mismo año Granada se adhirió al BRI.
Algunos de los países en la BRI son calificados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como de “alto riesgo de sobreendeudamiento”, lo que significa que es probable que no cumplan o tengan problemas para pagar su enorme deuda. Lo cual resulta en una “trampa de la deuda” debido a las prácticas de préstamos abusivos de Beijing.
Los países que pueden participar en la DSSI, deben ser considerados «más pobres» y por tanto estar suscritos a la Asociación Internacional de Fomento (AIF). En la actualidad 76 países pueden tener acceso a recursos de la AIF, de entre ellos, en América Latina y el Caribe están considerados: Dominica, San Vicente, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y Santa Lucía.
En el comunicado del lunes, el Banco Mundial señaló que la deuda externa total de 73 de los países más pobres aumentó en un 9.5%, un récord de 744,000 millones de dólares en 2019 con respecto al año anterior. La deuda de estos países se acumuló casi al doble comparada con los países de ingresos bajos y medios en 2019.
“Lo que pone de relieve la urgente necesidad de que tanto los acreedores como los prestatarios colaboren para evitar el creciente riesgo de crisis de la deuda soberana provocada por la pandemia de COVID-19”, señala el comunicado.
«El Grupo del Banco Mundial ha pedido una total transparencia de las condiciones de la deuda existente y de los nuevos compromisos de la deuda y de los compromisos similares a la deuda de los gobiernos de los países más pobres».
Un estudio académico señala que las prácticas crediticias no transparentes de China intensifican las vulnerabilidades de la deuda en los países pobres.
Deudas de Latinoamérica con China
Fuera de los países que participan en la DSSI, hay otros países de la región que tienen deudas con China. América Latina recibió del gigante asiático cerca de 150,000 millones de dólares entre 2005 y 2017. Préstamos que superan los del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CAF- Banco de Desarrollo de América Latina, en el mismo periodo, de acuerdo con un informe de América Economía.
Mientras que en 2018, otorgó 406,000 millones a Brasil, México, Venezuela, Chile, Argentina, Perú y Jamaica, dijo a América Economía, Yue Yunxia, de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Sin embargo, estos préstamos tienen entre sus objetivos el apoderamiento de los recursos naturales o estratégicos del país endeudado.
“La clave es recordar siempre que el principal interés de China en América Latina es promover sus intereses, no los intereses latinoamericanos. No existe un particular énfasis, por ejemplo, en un mayor desarrollo económico, asistencia humanitaria, combate a la corrupción ni menos de promoción de la democracia”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Council of the Americas (COA).
Con información de la reportera de The Epoch Times, Emel Akan.
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