China informa de propagación de nueva variante de ómicron en 9 provincias

La población está atemorizada y las morgues saturadas

Por Alex Wu
15 de diciembre de 2022 1:27 PM Actualizado: 15 de diciembre de 2022 1:27 PM

Los casos de COVID-19 han ido en aumento en China desde que el régimen comunista relajó sus restricciones de «cero COVID» el 7 de diciembre. Los internautas han informado que los hospitales y las morgues se están viendo desbordados por la demanda, especialmente en nueve provincias en las que se ha notificado la rápida propagación de las subvariantes BQ.1 y BQ.1.1 de ómicron, relativamente nuevas.

El 14 de diciembre, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China anunció por primera vez que se encontraron 49 casos de BQ.1 en nueve provincias de China, así como casos de BQ.1.1. Sin embargo, las autoridades no dijeron cuáles era las provincias afectadas.

BQ.1 y BQ.1.1 se derivan de la variante BA.5 de ómicron, que fue detectada por primera vez por científicos de Sudáfrica en abril. Ambas empezaron a ser las subvariantes dominantes en Estados Unidos en octubre y han sido detectadas en más de 50 países.

Pocos días antes del 12 de diciembre, el Diario del Pueblo, el medio de comunicación oficial de Partido Comunista Chino (PCCh), reportó, citando expertos chinos, que las variantes que se propagan en China siguen siendo la BA.5.2 y la BF.7. Según el reporte, la mayoría de los casos en Guangzhou eran de BA.5.2, una gran porción de los pacientes eran asintomáticos debido a un estado clínico más leve que BF.7, que se decía era la causante de gran parte de las infecciones en Beijing, donde se han estado registrando casos más graves.

Pero el anuncio del 14 de diciembre ha causado desconfianza y miedo en Beijing, que ha empeorado por los comentarios de los residentes en las redes sociales que dicen experimentar síntomas más graves, a diferencia de los típicos síntomas similares al resfriado asociados a anteriores variantes de ómicron.

Incertidumbre en Beijing

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Varias personas hacen fila en una clínica especializada en fiebre para someterse a las pruebas de detección del COVID-19 en Beijing, China, el 9 de diciembre de 2022. (NOEL CELIS/AFP vía Getty Images)

Muchos ya sospechaban que una nueva variante se estaba propagando en la ciudad.

Habían bautizado al virus como «Sabueso del Infierno», un nombre que les pareció adecuado para la grave situación, tras un fuerte aumento de los casos y el empeoramiento de los síntomas, incluidas fiebres altas e infecciones pulmonares. «Sabueso del Infierno» fue utilizado por primera vez en Europa por la población local, que temía una variante de propagación más rápida, en referencia a la mascota de Hades, el dios griego que custodia las puertas del inframundo.

Muchos residentes de Beijing postearon en las redes sociales que ya había personas infectadas por la variante «Sabueso del Infierno», describiendo síntomas más graves y numerosas muertes, que muchos sospechan que es BQ.1.1, quizá en relación con el anuncio del gobierno.

Todavía no hay reportes que confirmen qué variante está realmente relacionada con los reportes sobre el empeoramiento de los síntomas.

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Trabajadores médicos usan EPP mientras llegan con un paciente en una camilla a una clínica de fiebre en Beijing, China, el 9 de diciembre de 2022. (Kevin Frayer/Getty Images)

Las autoridades habían abandonado anteriormente su programa de pruebas masivas obligatorias, y la Comisión Nacional de Salud del país declaró el 14 de diciembre que ya no informaría de los casos asintomáticos.

Sean Lin, virólogo estadounidense y exdirector del Departamento de Virología del Instituto de Investigación del Ejército de Estados Unidos, declaró a The Epoch Times el 14 de diciembre que «muchas personas en China continental presentan síntomas como fiebre y tos, pero además del virus ómicron mutado, puede haber otros factores como la gripe».

«¿Cuántas personas sufren ahora síntomas respiratorios graves y cuál es el número de hospitalizaciones, pacientes críticos y muertes? Las autoridades deben ser transparentes y hacer públicas las cifras. Pero como en los tres últimos años, los datos oficiales no han sido transparentes», afirmó.

En octubre, la Dra. Maria Van Kerkhove, responsable técnica de COVID-19 de la OMS, afirmó que, hasta ese momento, las nuevas variantes BQ.1 y BQ.1.1 de ómicron aún no se habían relacionado con un cambio en la gravedad, aunque la evaluación se basaba en datos muy limitados.

Los médicos de Beijing han posteado videos en las redes sociales en los que piden a los pacientes con síntomas leves que no acudan a urgencias. No solo para evitar contagiar al personal médico de allí, sino también para evitar la propagación de la gripe, dijeron, que puede agravar los síntomas del COVID-19.

Muchos pacientes en estado crítico presentan síntomas en las vías respiratorias inferiores, que se asemejan más a los del brote de 2020 que a los síntomas típicos de resfriado leve de otras subvariantes de ómicron.

Un internauta de Beijiing ha posteado que conoce a más de una docena de compañeros de trabajo de una empresa del distrito de Chaoyang que se han infectado con el «Sabueso del Infierno», y todos ellos están gravemente enfermos. Un colega de 27 años tuvo una fiebre alta de 40 grados C (104 grados F) durante cinco días consecutivos, lo que provocó la inflamación de dos de sus órganos y le hizo vomitar sangre. Actualmente está conectado a un respirador artificial.

Este internauta también dijo que varios pacientes de la sala «tienen infecciones que afectan a los pulmones, y algunos sufren COVID + hiperemia».

El comentarista de temas de actualidad Li Muyang dijo en su programa de entrevistas NTDTV el 13 de diciembre: «A juzgar por la información proporcionada en estos posteos en las redes sociales, el Sabueso del Infierno es aterrador, con una alta tasa de infección, una tasa de síntomas graves y una alta tasa de mortalidad», dijo sobre la descripción de los internautas de la situación en la capital china a falta de información de los canales oficiales.

«Si éste es el virus que se está propagando en Beijing, no es difícil entender la situación en los hospitales y morgues», dijo sobre otros caos registrados en la ciudad.

Hospitales y morgues desbordadas

La oleada de probables infecciones por COVID-19 ha afectado duramente a los servicios de las grandes ciudades, especialmente de Beijing y Guangzhou.

Según los reportes, los pacientes han inundado las clínicas de fiebre y paralizado los hospitales locales, con un gran número de médicos y enfermeras también enfermos. Las autoridades han pedido a los que presentan síntomas moderados que sigan trabajando.

El Dr. Li, del Hospital Chaoyang de Beijing, declaró a The Epoch Times el 9 de diciembre que el creciente número de infecciones por COVID-19 también ha provocado una grave escasez de personal médico.

«Ahora tenemos una grave escasez de personal. Muchos médicos y enfermeras están infectados y no pueden ir a trabajar. Lo mismo ocurre en otros hospitales. Hay muchas infecciones y escasez de personal. Varios departamentos de nuestro hospital han cerrado [a causa de ello]», dijo Li.

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Varias personas hacen fila para comprar medicamentos en una farmacia de Beijing el 12 de diciembre de 2022. (STR/AFP vía Getty Images)

La jefa de enfermeras llamada Wan Ling (seudónimo) de un hospital de primer nivel de Beijing declaró a los medios estatales que «en estos momentos, los síntomas de los compañeros infectados en el hospital son relativamente graves. Casi todos tienen fiebre alta de 39 grados y les duele todo el cuerpo. Ninguno de ellos es asintomático».

La Sra. Zhang, residente en Beijing, declaró a The Epoch Times el 14 de diciembre que los residentes saben que ahora es muy difícil esperar respuesta de las ambulancias a las llamadas de emergencia.

Zhang dijo que los servicios de reparto también se han paralizado en Beijing, con muchos mensajeros infectados: «(Las mercancías) se amontonan como montañas».

Muchos empleados de las morgues de Beijing también han informado de infecciones.

Según capturas de pantalla del internauta «Dolphin Peipei» en la plataforma china de redes sociales Weibo, trabajadores médicos del Hospital Oriental de la Universidad de Medicina Tradicional China de Beijing declararon recientemente: «Debido a que los empleados de las funerarias han dado positivo uno tras otro en los últimos dos días, hay una grave escasez de personal. Debido al reciente aumento de la tasa de mortalidad en Beijing , el tiempo de cremación previsto es de al menos 5 a 7 días, y la acumulación de restos es grave…»

Vídeos en Twitter muestran la larga fila ante las funerarias de Beijing a la espera del servicio.

El Sr. Lin, un empleados de la funeraria Beijing Babaoshan dijo a The Epoch Times el 14 de diciembre que el número de personas que murieron en los últimos días fue particularmente alto. «Ahora todos los días están muy ocupados. Nunca había estado tan ocupado. No puedo responder a las llamadas de citas y mucha gente hace fila».

El Sr. Liu, empleado de la funeraria Tongzhou de Beijing, dijo: «La ceremonia de despedida ya está cancelada. Todo Beijing está así, es una normativa de toda la ciudad. La cita para la cremación se ha programado hasta el 22 de diciembre». En cuanto a las razones del retraso, se limitó a decir: «Está relacionado con la epidemia de COVID. Pero no sé si las muertes se deben directamente a las enfermedades subyacentes o al COVID».

Con información de Xiao Lusheng, Luo Ya, Zhao Fenghua, Hong Ning y Reuters.


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