Comentario
China tiene una extraña relación con los animales. Por ejemplo, ahora es ilegal pasear al perro sin correa; sin embargo, en casi todos los pueblos y ciudades no es ilegal consumir carne de perro. En todo el país, a pesar de que los índices de propietarios de mascotas aumentan, los actos de crueldad hacia los animales parecen no tener límites.
En un artículo reciente para el South China Morning Post, la periodista Phoebe Zhang hablaba del temor que sienten muchos propietarios de mascotas que viven en China. «Si por casualidad contraigo el Covid-19, ¿qué pasa si mi gato se muere de hambre o lo matan mientras estoy en cuarentena?», se preguntaba una mujer, entrevistada por Zhang.
Desde principios de 2020, cuando el virus empezó a paralizar la sociedad china, las mascotas de los pacientes con coronavirus han sido «asesinadas a la fuerza por los gobiernos locales como parte de sus estrictas medidas de prevención del virus«, según Zhang.
Por supuesto, algunos animales, especialmente los que contraen el COVID-19, pueden tener que ser sacrificados. Pero, cuando se opta por matar a un animal, especialmente a una mascota, seguramente se debería informar primero al propietario. No es así en China.
A principios de este mes, como señaló Zhang, una residente de Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, se enteró de que habían matado a sus gatos «después de que la trasladaran de su casa a la cuarentena». En septiembre, una mujer que reside en la ciudad nororiental de Harbin, dio positivo en la prueba por COVID-19. Mientras recibía tratamiento, trabajadores de la comunidad mataron a sus tres gatos. Más recientemente, mientras estaba en cuarentena obligatoria en una localidad cercana, el corgi de una mujer fue brutalmente asesinado con una palanca.
Estoy seguro de que muchos lectores tienen un perro o un gato (o un conejo, un caballo, un cerdo, una serpiente, un jerbo, etc.) al que están muy unidos. Para algunos lectores, tal vez, esta mascota es como un miembro de la familia, un amigo íntimo, un compañero que ha estado ahí tanto en los buenos como en los malos momentos. Ahora imaginen que llegan a casa y encuentran a ese compañero muerto. No solo muerto, sino asesinado.
Con el Partido Comunista Chino (PCCh), no deberíamos esperar menos. Al fin y al cabo, si el régimen chino está dispuesto a torturar a la gente en Xinjiang —y lo está— aprobar la matanza masiva de perros y gatos se convierte en una tarea relativamente sencilla. Lamentablemente, en China, la crueldad con los animales adopta muchas formas. Para muchos individuos de sangre fría, es un negocio muy rentable.
«Cajas ciegas» y una fría y calculada crueldad
En septiembre, como reportó la periodista Mandy Zuo, se encontraron más de 100 cachorros y gatitos abandonados en la ciudad de Shanghai. Abandonados a su suerte, estos pobres animales fueron arrojados junto a una gasolinera; parece que fueron víctimas de la moda de las «cajas ciegas» en China.
Al pedir una «caja ciega», el cliente compra un paquete que contiene productos desconocidos. A menudo, el producto resulta ser un pequeño animal; a veces, como señaló Zuo, el animal llega muerto. Apretado en una caja pequeña, el animal acaba asfixiándose. Incluso los que sobreviven suelen ser abandonados.
China no es un país conocido por respetar los derechos humanos; de hecho, es conocido por violarlos. Lo mismo ocurre con los animales. Si no están metidos en cajas pequeñas, los animales se encuentran encerrados en jaulas. Algunos de estos animales, incluidos los gatos y los perros, son asesinados, despellejados y comidos.
Jackson Galaxy, especialista en la conducta de los gatos, YouTuber y presentador del programa de televisión «My Cat from Hell», es uno de los mayores críticos de la crueldad animal generalizada que se produce en China. Ahora pide que se ponga fin al comercio de carne de perro y de gato en el país. Como demuestran claramente sus profundas investigaciones, los perros y gatos se crían regularmente con el único fin de ser consumidos por los humanos. Otros muchos son secuestrados y comidos.
Aunque el régimen chino elevó el estatus de los perros de «ganado» a «mascotas» el año pasado, como advierte Galaxy, «no existe una prohibición oficial del consumo de carne de perro y gato en todo el país». En la actualidad, y de forma un tanto impactante, «más de 10 millones de perros y 4 millones de gatos se ven obligados a vivir en jaulas y a sufrir una muerte agónica para el consumo de carne en China», según Animal Equality.
El consumo de animales —tanto salvajes como domésticos— es una práctica habitual en China. Los festivales anuales en los que se come carne de perro siguen siendo habituales. La gente se reúne literalmente para presenciar la matanza masiva de caninos, antes de consumir su carne. Por ejemplo, el festival de Yulin de «lichis y carne de perro». Este evento anual de 10 días implica el consumo de al menos 10,000 perros. También se ofrece carne de gato, junto con lichis frescos y licor, según The Independent. Puede que los perros se consideren «mascotas», pero siguen siendo un manjar.
La búsqueda de Galaxia es realmente noble. Sin embargo, tiene una lucha en sus manos, que probablemente acabará fracasando. En la China comunista, las nuevas leyes cuentan poco.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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