Las autoridades chinas liberaron un barco pesquero con bandera de Taiwán y a su capitán el 15 de noviembre, cuatro meses después de que fuera incautado por violar supuestamente la prohibición de pesca de China, según la guardia costera taiwanesa.
El barco, apodado «Da Jin Man 88», fue incautado por los guardacostas chinos el 2 de julio por violar supuestamente una prohibición de pesca estacional en aguas chinas, a unas 17.5 millas náuticas de las islas de Kinmen, controladas por Taiwán.
El capitán taiwanés del barco y cuatro miembros de la tripulación —tres ciudadanos indonesios y un taiwanés— fueron detenidos durante el incidente, pero los cuatro tripulantes fueron liberados más tarde, en agosto, debido a infracciones menores.
La guardia costera de Taiwán declaró que el barco fue liberado y partió de la ciudad china de Quanzhou el 15 de noviembre, una vez resuelto el «proceso sancionador». Se esperaba que el barco y su capitán llegaran al puerto pesquero de Zhuwan, en Penghu, Taiwán, el 16 de noviembre.
Aunque las autoridades taiwanesas no especificaron la cuantía de la sanción, los medios de comunicación locales afirmaron que pagaron más de 210,000 yuanes (unos 29,000 dólares) por la liberación.
Del total de la sanción, las autoridades chinas multaron al capitán con más de 100,000 yuanes (unos 13,800 dólares), mientras que la cantidad restante se impuso a la embarcación. Dos políticos locales ayudaron a negociar su liberación.
Durante el incidente de julio, Taiwán envió tres buques para rescatar al pesquero, pero fueron bloqueados por tres barcos chinos y se les dijo que no intervinieran, según las autoridades marítimas taiwanesas.
La persecución se suspendió para evitar una escalada del conflicto después de que las autoridades marítimas taiwanesas avistaran otros cuatro barcos chinos acercándose, lo que dio lugar al apresamiento del barco y la detención de su tripulación.
Tsai Ming-yen, director general de la Oficina de Seguridad Nacional de Taiwán, declaró el 4 de julio que aún está por ver la verdadera motivación de la incautación del barco taiwanés por parte del régimen chino.
«Puede haber multas administrativas de seguimiento para que la China comunista demuestre su jurisdicción sobre el estrecho de Taiwán. También podría utilizar el suceso para debilitar el estatus soberano del gobierno [taiwanés] o ejercer presión sobre el gobierno», declaró Tsai a la prensa en aquel momento.
«Debemos seguir analizando esto, aparte de las declaraciones oficiales de la China comunista, si hay algo relevante que demuestre que se trata de una operación de guerra cognitiva».
Kinmen, en su punto más cercano, está a unas 2 millas de la isla china de Xiamen y a unas 6 millas de la China continental. La isla gobernada por Taiwán, cuya isla principal está a 116 millas.
El incidente marítimo también exacerba las ya crecientes tensiones a través del estrecho tras la toma de posesión del nuevo presidente de Taiwán, Lai Ching-te, en mayo. Desde entonces, el Partido Comunista Chino (PCCh) puso en marcha lo que denominó ejercicios militares de «castigo» en torno a Taiwán y publicó nuevas directrices judiciales en las que amenazaba con imponer la pena de muerte a los partidarios «acérrimos» de la independencia de Taiwán.
El PCCh, que nunca gobernó Taiwán, considera que la isla autogobernada es una provincia renegada que debe reunificarse con el continente y no ha descartado la posibilidad de utilizar la fuerza para tomarla.
Con la contribución de Frank Fang e información de The Associated Press.
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