En un esfuerzo por mantener un delicado equilibrio entre impulsar la recuperación económica y limitar una mayor depreciación del yuan, China mantuvo el lunes sin cambios las tasas de interés de referencia para préstamos en su corrección mensual.
Pero aunque el mercado lo esperaba, según los analistas de Capital Economics, el banco central, el Banco Popular de China, se verá obligado a recortar las tasas de interés más pronto que tarde, debido al debilitamiento del impulso experimentado por la segunda mayor economía del mundo.
«Es posible que los responsables políticos quieran más tiempo para evaluar el impacto [de las recientes medidas políticas] antes de realizar nuevos cambios en la tasa de referencia», señala una nota de Capital Economics a la que ha tenido acceso The Epoch Times.
«[Pero] El panorama general es que, con el débil impulso económico, las reducciones de tasas no tardarán en llegar. Prevemos recortes de 20 puntos básicos [0,2%] para fines del primer trimestre del año próximo», añade la nota.
Según el Centro Nacional de Financiación Interbancaria, la tasas preferencial de los préstamos a un año (LPR), que determina el mercado y sirve de referencia para determinar las tasas de interés, se fijó el lunes en el 3.45%, sin moverse del nivel del mes anterior.
El LPR a cinco años, que muchos prestamistas utilizan como base para determinar las tasas de interés que ofrecen para las hipotecas, también se mantuvo constante con respecto a la tasa anterior del 4.2%.
El lunes, Reuters informó que el mercado esperaba este statu quo, dado que el yuan está bajo presión y sigue débil a pesar de las recientes medidas políticas para mantener la moneda estable, y de la irregular recuperación económica.
Veintiséis expertos del mercado fueron encuestados la semana pasada y fueron unánimes en su expectativa de que tanto el LPR a un año como el tenor a cinco años se mantendrían sin cambios.
Se informó que el Banco Popular de China también pidió la semana pasada a algunos prestamistas que limitasen sus tasas de interés, lo que subraya la intención de las autoridades de mantener bajos los costos de endeudamiento en la desaceleración de la economía, incluso mientras los gobiernos centrales y locales emiten más deuda para financiar los sectores de infraestructuras y consumo.
El banco central dio instrucciones a los bancos para que mantuvieran las tasas de interés algo estables antes de su política de préstamos a medio plazo anunciada el lunes.
En octubre, los préstamos chinos denominados en yuanes aumentaron en 738,400 millones de yuanes (USD 102,860 millones), muy por encima de las expectativas del mercado de 600,000-650,000 millones de yuanes, según el diario estatal Global Times.
Impulso vacilante
En los últimos cuatro meses, a medida que la recuperación de China tras la pandemia se desvanecía rápidamente, Beijing adoptó una serie de medidas políticas para reactivar su debilitada economía.
Sin embargo, esas medidas apenas han resultado eficaces, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si podrán cumplir el objetivo oficial de Beijing de un crecimiento del PIB del 5% este año, el más bajo en décadas.
Aunque las cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadística, la semana pasada, revelaron un leve repunte de la producción industrial y las ventas al por menor en octubre, China retrocedió hacia la desinflación, ya que la demanda de los consumidores siguió debilitándose y los precios de producción cayeron.
Ante la continua caída de las ventas de propiedades y el desplome de la inversión inmobiliaria, los analistas temen también que los riesgos de la crisis inmobiliaria se extiendan a otros sectores de la economía china.
«La prolongada recesión del mercado inmobiliario está teniendo efectos adversos en otros sectores empresariales no financieros a través de canales directos e indirectos, y la mayoría de los sectores se enfrentarán a sus efectos en un futuro previsible», señaló Moody’s en una nota a los clientes la semana pasada.
El factor yuan
Sin embargo, aunque el sector inmobiliario chino y su economía requieren un apoyo político adicional, los analistas creen que un aumento de la relajación monetaria también ejercería una presión a la baja no deseada sobre la divisa china.
Aunque el yuan ha recuperado parte de sus pérdidas en lo que va de año —en septiembre perdió más del 6% frente al dólar en un momento dado— más recortes de tasas aumentarían la diferencia de rendimiento con Estados Unidos, lo que podría provocar la pérdida de valor del yuan y la salida de capitales del país.
Tras alcanzar un máximo de 244 puntos básicos a principios de agosto, el diferencial entre el rendimiento del bono del Estado chino a 10 años y el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años sigue siendo amplio, con 178 puntos básicos el lunes, lo que implica que el rendimiento del bono del Estado chino a 10 años es inferior —y, por tanto, menos atractivo— que el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años.
Esto también significa que «las presiones a la baja persistirán en medio de un diferencial de tasas de interés desfavorable», según una nota de Goldman Sachs publicada la semana pasada.
Sin embargo, a pesar del diferencial negativo de las tasas de interés, «los máximos responsables políticos siguen dando prioridad a la estabilidad [del yuan]», debido a «las presiones de depreciación de la moneda», dice la nota.
«Esperamos que el tipo de cambio entre el yuan y el dólar se mantenga estable en 7.30 [yuanes por dólar] en los próximos meses», añade Goldman Sachs.
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