China ordena a las iglesias que promuevan el Partido Comunista Chino

Por Steven W. Mosher
09 de enero de 2020 3:20 PM Actualizado: 09 de enero de 2020 3:20 PM

Comentario

El 1 de febrero de 2020 entrarán en vigor en China las nuevas y onerosas restricciones a las iglesias, templos, santuarios y todas formas de actividad religiosa organizada.

Las nuevas reglas fueron emitidas por la Oficina de Asuntos Religiosos del régimen chino el 20 de noviembre del año pasado, pero solo fueron hechas públicas por la Agencia Estatal de Noticias Xinhua, o Agencia Estatal de Noticias de la Nueva China, el 31 de diciembre. Se describe en términos prácticos cómo será supervisado y aplicado el anterior «Reglamento de Asuntos Religiosos», vigente desde el 1 de febrero de 2018.

Las «Medidas de Control para Grupos Religiosos«, como se llaman las nuevas normas, consisten en 41 artículos que tratan con cada faceta de la vida religiosa. Todas y cada una de estas actividades —desde los servicios semanales y proyectos diarios, hasta las reuniones anuales y la recaudación de fondos— deben ser reportadas por adelantado a la oficina de «Asuntos Religiosos» del régimen para su aprobación.

Pero también hay una restricción aún más severa: para que se les permita existir, todos y cada uno de estos grupos religiosos, deben registrarse primero en la oficina de «Asuntos Civiles» del régimen comunista.

Esto se ve claramente en el artículo 3, que dice que «Sin la aprobación de la oficina de «Asuntos Religiosos» del gobierno popular, o el registro en la oficina de «Asuntos Civiles» del gobierno popular, un grupo religioso no puede llevar a cabo ninguna actividad».

A los grupos religiosos como la Iglesia del Pacto de la Lluvia Temprana y Falun Dafa, que el régimen ha declarado erróneamente como xiejiao, traducido alternativamente como «culto herético» o «culto malvado», obviamente no se les permitirá registrarse en absoluto, y por lo tanto seguirán siendo ilegales.

En la China Imperial, el confucianismo era la religión estatal establecida, mientras que el término xiejiao estaba reservado para sus contrapartes no confucianas. Desde el establecimiento de la República Popular China (RPC), la religión estatal establecida ha sido el comunismo o, más recientemente, el «socialismo con características chinas». Durante este período, el significado de xiejiao cambió fuertemente siendo ahora un termino peyorativo, utilizado para referirse a las organizaciones religiosas que se niegan a someterse a la autoridad del Partido Comunista Chino (PCCh).

Ni el confucianismo, ni el comunismo, ni el «socialismo con características chinas» es una religión trascendente, por supuesto, y los líderes comunistas de China no se conciben a sí mismos como líderes religiosos. Pero cualquier ideología absoluta, como el comunismo o el «socialismo con características chinas», constituye de hecho una especie de cuasi religión. Ambos están siendo utilizados por las autoridades políticas de China hoy en día como un medio para imponer y mantener el control social e ideológico.

Sin embargo, con la publicación de las «medidas de control», el liderazgo del Partido Comunista ha decidido obviamente ir más allá de la mera exigencia de sumisión. Ha decidido que solo permitirá que existan grupos cristianos, budistas y otros grupos si solo se convierten en colaboradores activos, ayudando al Partido a mantenerse en el poder.

Esta es la razón por la cual el PCCh anunció el año pasado que estaba transfiriendo la responsabilidad de los grupos religiosos de la Oficina de Asuntos Religiosos del régimen al Departamento de Trabajo del Frente Unido del PCCh. Las mismas tácticas del Frente Unido que fueron usadas para comprometer, cooptar y coaccionar al Partido Socialista de China y a otros partidos menores durante la Guerra Civil China para que se aliaran con el Partido Comunista, serán utilizadas nuevamente, esta vez para coaccionar a los grupos religiosos para que se conviertan en títeres voluntarios del Partido.

Ya no basta con que los grupos religiosos reconocidos se sometan simplemente a la autoridad del Partido. Tales grupos deben apoyar su perpetuo régimen, mantener el liderazgo del PCCh, propagar sus principios y políticas, y educar a su personal y seguidores para que hagan lo mismo.

El artículo 5 de las nuevas medidas, por ejemplo, establece que «las organizaciones religiosas deben mantener el liderazgo del Partido Comunista Chino, obedecer la Constitución, las leyes, los reglamentos, las ordenanzas y las políticas; defender el principio de independencia y autogobierno [de todos los grupos extranjeros]; defender la política general de sinización de la religión; practicar los valores fundamentales del socialismo; salvaguardar la unidad nacional, la unidad étnica, la armonía religiosa y la estabilidad social».

Cabe señalar que la sinización, significa reemplazar la devoción de Dios con la devoción del Partido-Estado. Esto es precisamente lo que los nazis intentaron hacer en Alemania en los años 30 a la iglesia católica y a la protestante de ese país: convertirlas en partidarias del nacionalsocialismo y promotoras de su ideología. Y es precisamente lo que el PCCh trata de hacer hoy en China.

Examinemos el artículo 17 sobre este tema: «Los grupos religiosos deben propagar los principios y políticas del Partido Comunista Chino, junto con las leyes, reglamentos y ordenanzas nacionales, a todo su personal y seguidores religiosos; deben educar y guiar a todo el personal religioso y sus seguidores a abrazar el liderazgo del Partido Comunista Chino, a abrazar el sistema socialista, a defender el camino del socialismo con las características chinas, a obedecer las leyes, reglamentos, ordenanzas y políticas nacionales; deben resolver correctamente la relación entre las leyes nacionales y los mandamientos religiosos, y fortalecer la conciencia de la nación, el estado de derecho y el pueblo».

Leyendo las nuevas «medidas de control», es evidente de qué se trata el PCCh. Quiere cooptar todas las religiones trascendentes de China, es decir, transformarlas en instrumentos de control del Partido-Estado sobre los elementos religiosos de la sociedad. A tales religiones se les permitirá mantener ciertos adornos rituales, pero su teología será vaciada de sus elementos trascendentes y reenfocada en cosas tales como «abrazar el liderazgo del Partido» y mantener el camino del socialismo.

El artículo 2 explica que el nuevo rol de los grupos religiosos no es un término incierto. Deben ser «el puente y el vínculo que une al Partido Comunista Chino y al Gobierno Popular con los líderes religiosos y sus seguidores».

Al leer el nuevo reglamento, un sacerdote católico chino comentó: «En la práctica, tu religión ya no importa si eres budista, o taoísta, o musulmán o cristiano: la única religión permitida es la fe en el Partido Comunista Chino».

O, como otro creyente me lo dijo de forma aún más concisa: «Las paredes se están cerrando».

Steven W. Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación de la Población y el autor de «El Matón de Asia»: Por qué el sueño de China es la nueva amenaza para el orden mundial».

A continuación

La naturaleza satánica de Karl Marx

Lee la serie completa Cómo el espectro del comunismo rige nuestro mundo

Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.