Taiwán se enfrenta a una amenaza más inminente de posible invasión china de lo que la mayoría de las personas cree, dijo el almirante estadounidense John Aquilino, durante su audiencia de nominación el martes.
Aquilino fue nominado para convertirse en comandante del Comando Indo-Pacífico de Estados Unidos (INDOPACOM), sucediendo al actual comandante, el almirante Philip Davidson. El martes, mientras testificaba ante el Comité de Servicios Armados del Senado, le preguntaron por el reciente observación de Davidson de que Beijing podría invadir Taiwán en los «próximos seis años».
En respuesta, Aquilino se negó a respaldar la estimación de seis años, diciendo que hay «muchos números por ahí» que van desde «hoy hasta 2045». A su vez advirtió de una inminente amenaza contra la isla autogobernada.
«Mi opinión es que este problema está mucho más cerca de nosotros de lo que la mayoría piensa», dijo Aquilino. «Nosotros tenemos que asumir esto y poner en marcha esas capacidades de disuasión como la PDI a corto plazo y con urgencia».
La Iniciativa de Disuasión en el Pacífico (PDI), creada en virtud de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2021, el proyecto de ley de gasto anual del Pentágono, tiene como objetivo asegurar las capacidades militares avanzadas para disuadir las amenazas militares de China en la región del Indo-Pacífico. La PDI es similar a la Iniciativa Europea de Disuasión (pdf), que se puso en marcha en 2014 para mejorar la preparación militar de Estados Unidos en Europa.
El INDOPACOM propuso que el Congreso dote al PDI de unos 27,000 millones de dólares de gasto adicional entre 2022 y 2027, incluidos 4600 millones de dólares para el año fiscal 2022. El dinero se gastaría en nuevas armas, como un sistema de defensa antimisiles en Guam y en la colaboración con los aliados de la región.
Según Aquilino el régimen chino tiene sus ojos puestos en Taiwán, lo que Beijing reclama como parte de su territorio.
«Ellos lo ven como su prioridad número uno. Está en juego el rejuvenecimiento del Partido Comunista Chino», dijo.
Taiwán es un país independiente de facto, con sus propios funcionarios elegidos democráticamente, su ejército, su constitución y su moneda. En la actualidad, Washington no tiene vínculos diplomáticos formales con Taipei, pero mantiene una sólida relación con la isla en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán, que autoriza a Estados Unidos a suministrar a Taiwán equipos militares para la defensa de la isla.
Sin embargo, Estados Unidos mantiene hace mucho tiempo una política de «ambigüedad estratégica», es decir, no ha manifestado claramente si el gobierno estadounidense acudiría a defender a Taiwán en caso de un ataque chino.
Aquilino insinuó que el ejército estadounidense no se quedaría de brazos cruzados en tal caso, ya que hacerlo «afectaría a la credibilidad de Estados Unidos como socio en la región».
Si el régimen chino se apodera de Taiwán, según Aquilino «afectaría negativamente» a la posición de Estados Unidos en la región y a su capacidad «de operar libremente en esa zona».
Además indica que el comercio mundial se vería afectado dada la ubicación estratégica de Taiwán.
En cuanto a la autodefensa de Taiwán, él aplaudió a la isla por invertir en el sistema de misiles Harpoon.
«Estoy animado por las capacidades en las que ellos están invirtiendo de forma autóctona para su defensa. Yo les diría el ejemplo del del sistema Harpoon. A mi me pareció una capacidad muy bien pensada y adecuada como ejemplo», dijo Aquilino.
El sistema de defensa costera Harpoon formó parte de una venta de armas estadounidense a Taiwán por 2370 millones de dólares, aprobada por el gobierno de Donald Trump en octubre del año pasado.
El viceministro de Defensa de Taiwán, Chang Che-ping, en una conferencia de prensa del 27 de octubre de 2019, dijo que los misiles Harpoon permitirían a los militares de la isla destruir la mitad de cualquier fuerza de invasión china, de acuerdo a los medios taiwaneses.
La venta de misiles Harpoon fue una de las más de 10 ventas de armas a Taiwán que el gobierno de Trump aprobó en sus cuatro años. En noviembre del año pasado se aprobó la venta de un conjunto de aviones no tripulados avanzados por el valor de 600,000 millones de dólares a la isla.
Taiwán sería más vulnerable a una invasión china en primavera. Según Aquilino, la primavera sería la mejor época del año para que los militares chinos invadan teniendo en cuenta la luz, el clima y las condiciones del mar.
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