Beijing ha prometido tomar «medidas drásticas» si Taiwán hace una declaración formal de independencia, sugiriendo que las tensiones entre ambos alcanzarían un nivel superior el próximo año.
Tal intento separatista sería «un camino a la ruina» y debe ser frenado, dijo Ma Xiaoguang, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán de China continental, durante una conferencia de prensa rutinaria el 29 de diciembre.
Sin nombrar a la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, Ma mencionó a su Partido Progresista Democrático, de mentalidad independiente. El actual partido gobernante considera a Taiwán como una nación de facto llamada República de China, aunque sin una declaración formal de independencia.
«Si las fuerzas separatistas de Taiwán que buscan la independencia provocan, ejercen la fuerza o incluso traspasan cualquier línea roja, tendremos que tomar medidas drásticas», advirtió Ma.
China reclama la isla democrática como propia para tomarla algún día. Sin buscar provocaciones, Taiwán también prometió defender su libertad a toda costa frente a las amenazas de su gigantesco vecino.
Las relaciones entre ambos se han ido deteriorando desde 2016, cuando Tsai ganó las elecciones presidenciales. En los últimos dos años, Beijing ha intensificado la presión militar y diplomática para hacer valer su reivindicación de soberanía, lo que ha alimentado la ira en Taipei y la preocupación en Washington.
En una declaración emitida el mismo día, el máximo responsable de la política hacia China de Taiwán, el Consejo de Asuntos del Continente, instó a Beijing a «reflexionar seriamente sobre su trabajo con Taiwán y a hacer juicios correctos sobre la situación».
Lee Cheng-hsiu, investigador adjunto de la Fundación de Política Nacional de Taiwán, dijo en una entrevista anterior: «Una vez que Taiwán anuncie que es un país independiente, el régimen chino utilizará la fuerza contra Taiwán a toda costa».
Taiwán ha surgido como un factor clave en las tensas relaciones entre China y Estados Unidos, el más importante respaldo internacional y proveedor de armas de la isla, a pesar de la ausencia de lazos diplomáticos formales. China considera la isla como el asunto más sensible en sus vínculos con Estados Unidos.
Hace dos meses, Tsai confirmó al exterior por primera vez la presencia de tropas de EE. UU. entrenando soldados en la isla.
Ma dijo que las provocaciones de las fuerzas independentistas y la «intervención externa» podrían volverse «más agudas e intensas» en los próximos meses. La «colusión con fuerzas extranjeras» contra China, como la calificó, también tocaría fondo.
«El próximo año, la situación del estrecho de Taiwán se volverá más compleja y grave», dijo el 29 de diciembre.
Beijing será plenamente capaz de organizar una invasión a gran escala de la isla en 2025, advirtió el ministro de Defensa taiwanés en octubre, después de que casi 150 aviones de guerra entraran en la zona de defensa aérea de la isla durante cuatro días consecutivos.
Desde enero de 2021, Taiwán ha registrado más de 940 incursiones aéreas enviadas por Beijing a la zona (en comparación con unas 380 salidas el año anterior), según la Agencia Central de Noticias taiwanesa, semioficial, que cita un informe del gobierno.
Con información de Reuters.
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