China ha recortado inesperadamente los tipos de interés de los préstamos de política monetaria por primera vez desde abril de 2020 ante el descenso de los resultados económicos debido a la crítica escasez de energía, los impagos en el mercado inmobiliario, la represión de las grandes empresas y los repetidos brotes de COVID-19.
El lunes, el Banco Popular de China (PBOC) redujo en 10 puntos básicos, hasta el 2.85 por ciento, el tipo de interés de los préstamos a medio plazo de 700,000 millones de yuanes (110,200 millones de dólares) a un año. Por el mismo margen, el tipo de los acuerdos de recompra inversa a siete días, o reporto, se redujo al 2.1 por ciento. Se ofrecieron al sistema otros 100,000 millones de yuanes (15,700 millones de dólares) de reporto inversos, mientras que el lunes vencían préstamos MLF por valor de 500,000 millones de yuanes (78,000 millones de dólares).
Varios analistas predicen que se producirá una mayor relajación monetaria para equilibrar la desaceleración económica. El PBOC se había comprometido en diciembre a desempeñar un papel más activo en el apoyo a la economía china. El setenta por ciento de los 48 operadores encuestados por Reuters la semana pasada dijeron que no habían previsto el cambio de tipos.
«La decisión del PBOC de flexibilizar a principios de enero sugirió que la presión económica a la baja se intensificó a finales de 2021 y que el margen de mejora en el primer trimestre de este año no es enorme», dijo al medio Ken Cheung, estratega jefe de divisas asiáticas del banco Mizuho.
El producto interior bruto (PIB) de China creció un 4 por ciento en los últimos tres meses de 2021, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas. Aunque algunos analistas preveían un 3.3 por ciento, la cifra fue inferior a la del trimestre anterior. El crecimiento de China el año pasado fue del 8.1 por ciento, superior al objetivo de los dirigentes de superar el 6 por ciento.
Los impagos por valor de 300,000 millones de dólares del gigante inmobiliario Evergrande hicieron que el sector principal que impulsa la economía nacional se tambalease. Recientemente, Beijing ordenó al promotor que demoliera 39 edificios en construcción en Hainan. Esto ha añadido más presión a la empresa promotora.
Otras empresas inmobiliarias como el Grupo Kaisa también han sido degradadas por la agencia de calificación internacional Fitch a «impago restringido». El impago de los bonos de Evergrande se considera el equivalente a la caída de los hermanos Lehman durante la crisis financiera de 2007.
El crecimiento de las ventas al por menor cayó al 1.7 por ciento el mes pasado desde el 3.9 por ciento de noviembre. Sin embargo, la demanda de los mercados de Estados Unidos y Europa elevó el comercio internacional a un récord de 3.36 billones de dólares en 2021. Según se informa, la tasa de desempleo en China era del 5.1 por ciento a finales de diciembre.
La variante ómicron sigue devastando la economía china, con un número de casos que aumenta de forma constante. La política china de «cero COVID» exige el cierre de regiones enteras cuando se identifica un solo caso. Esto ha supuesto un duro golpe para las industrias y otros negocios que ya están luchando con la escasez de energía y otras interrupciones mientras intentan salir de la pandemia.
Mientras tanto, la ofensiva tecnológica del Partido ha provocado ventas masivas en el sector dominado por grandes marcas como Tencent, JD.com, Alibaba y Bilibili. El índice Hang Seng ha perdido la mitad de su valor desde 2020.
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