El régimen comunista de China sigue bloqueando las comunicaciones con altos funcionarios estadounidenses y se niega cada vez más a participar en diálogos sobre Rusia y Taiwán, según un alto diplomático estadounidense.
Estados Unidos y el régimen comunista de China siguen teniendo «importantes desacuerdos» sobre una serie de asuntos críticos, entre ellos Rusia y Taiwán, dijo el embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, pero la Administración Biden mantiene que no quiere un «conflicto» ni una «guerra fría» con el régimen.
«Es una relación complicada. Es muy competitiva», dijo Burns durante una charla el 2 de mayo en el Centro Stimson, un think tank con sede en Washington.
La Administración Biden no pretende desvincular la economía estadounidense de China, pero seguirá tomando medidas excepcionales como la Ley CHIPS para proteger a las industrias críticas para la seguridad nacional, añadió.
«No estamos buscando una separación de estas dos economías, pero hay áreas en las que hemos tomado y seguiremos tomando medidas que protejan nuestros intereses de seguridad nacional», dijo Burns.
China corta las comunicaciones con EE. UU.
Comunicar claramente a China las intenciones de la nación y comprender las perspectivas de la propia China es cada vez más difícil, dijo Burns, en gran parte porque el régimen ha cerrado sistemáticamente vías críticas de comunicación en los últimos meses.
«El acceso [a China] de todos los miembros de nuestro gobierno […] ha ido y venido», dijo Burns. «Nuestra opinión es que necesitamos mejores canales entre los dos gobiernos, y mejores canales, y estamos dispuestos a hablar».
La Administración Biden nunca ha pretendido cortar las comunicaciones con China, pero los dirigentes comunistas chinos se habían mostrado herméticos desde que en febrero sobrevolaron ilegalmente Estados Unidos con un globo espía, que fue posteriormente derribado.
«Nunca hemos sido tímidos a la hora de hablar y esperamos que los chinos se pongan de acuerdo con nosotros», declaró Burns. «Teníamos un patrón de comunicación bastante bueno hasta el incidente del globo, y eso coincidió con un desacuerdo público entre nosotros sobre la cuestión de la ayuda china a Rusia por la guerra ilegal de Rusia en Ucrania».
El PCCh se alinea con Rusia
La cuestión de Rusia y el posible apoyo militar del régimen a este país sigue siendo un punto de discordia, dijo Burns.
El gobierno de Biden lleva mucho tiempo advirtiendo que el Partido Comunista Chino (PCCh), que gobierna China como un Estado de partido único, podría suministrar armas a Rusia para utilizarlas en su intento de conquista de Ucrania.
Algunos reportes independientes afirman que el régimen ya lo ha hecho. Un reporte de febrero del medio de comunicación alemán Der Spiegel alega que el régimen ha disfrazado equipos de aviación militar de naturaleza civil y ha enviado asimismo aviones no tripulados a Rusia a través de apoderados en Oriente Próximo.
Según Burns, el régimen sigue repitiendo como un loro la propaganda rusa de que Estados Unidos y la OTAN provocaron la guerra.
«La prensa aquí está culpando a Estados Unidos y culpando a la OTAN por la guerra en Ucrania», dijo Burns.
Burns añadió que una «cuestión central» era la posibilidad de ayuda militar del PCCh, y dijo que el régimen tendría que ser mucho más duro con Rusia si quería que la comunidad internacional lo tomara en serio como un buscador de la paz en Europa del Este.
«Nos gustaría ver a China mucho más dura con Rusia», dijo Burns.
«Lo que necesitamos ver por parte de China es presionar a Rusia para que retire sus tropas, de modo que Ucrania pueda recuperar todo su territorio y pueda volver a ser plenamente soberana en todos los aspectos de esa palabra».
Continúan las amenazas del PCCh contra Taiwán
Del mismo modo, Burns lamentó la continua dedicación del régimen a la construcción de su ejército con el objetivo aparente de invadir y conquistar Taiwán.
«La posición china expresada a menudo aquí en Beijing (…) es que dicen que quieren una resolución pacífica de las diferencias a través del estrecho, pero se reservan el derecho al uso de la fuerza», dijo Burns.
«Por supuesto, rechazamos eso».
El PCCh afirma que Taiwán es un territorio separatista, aunque nunca ha controlado la isla. Taiwán, por su parte, mantiene un gobierno democrático, una próspera economía de mercado y acuerdos legales con Estados Unidos para adquirir las armas que necesita para mantener su autodefensa.
Tal ha sido el statu quo en la cuestión de Taiwán desde 1979, dijo Burns, y Estados Unidos rechazaría categóricamente cualquier intento no pacífico del PCCh de alterar ese estado de cosas.
«Cualquier resolución de las diferencias a través del estrecho tiene que ser pacífica», dijo Burns. «Conocen nuestra posición al respecto».
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