El martes, el Partido Comunista Chino (PCCh) anunció sanciones contra el ex representante republicano Mike Gallagher, quien fue un crítico vocal de China comunista antes de dejar el Congreso.
El Sr. Gallagher, que representó al 8º Distrito del Congreso de Wisconsin desde 2017 hasta que renunció en abril, fue una vez presidente del Comité Selecto de la Cámara sobre el PCCh. Durante su periodo en el puesto más alto del comité, se pronunció sobre muchos temas relacionados con China, incluida la crisis del fentanilo en Estados Unidos, las operaciones de infiltración en Estados Unidos, las amenazas planteadas por la aplicación china para compartir videos TikTok, las violaciones de los derechos humanos y las amenazas contra los aliados de Estados Unidos, incluido Taiwán.
El 21 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino emitió un comunicado anunciando sanciones contra Gallagher. El ministerio acusó al exlegislador de haber «interferido frecuentemente en los asuntos internos de China, socavado la soberanía y la integridad territorial de China y vulnerado los intereses de China» en los últimos años, sin entrar en detalles sobre lo que supuestamente había hecho.
En virtud de las sanciones, se prohibirá a Gallagher la entrada en China y diversos intercambios con organizaciones y particulares chinos. El Ministerio también congelará todos sus activos en China.
En respuesta a las sanciones, el Sr. Gallagher emitió una declaración el martes destacando las diferencias entre Estados Unidos y el PCCh.
«Estas sanciones revelan al menos dos cosas importantes sobre el PCCh y la Nueva Guerra Fría», declaró Gallagher. «En primer lugar, estamos tratando con un régimen marxista-leninista perpetuamente paranoico, plenamente comprometido con una ‘lucha ampliada’ y la victoria contra fuerzas extranjeras tan hostiles como la democracia constitucional occidental, los derechos humanos universales y la libertad de expresión».
«En segundo lugar, no hay equivalencia moral entre el PCCh y Estados Unidos», continuó. «Sancionamos a funcionarios del PCCh por cometer genocidio y traficar con precursores químicos mortales del fentanilo. Ellos sancionan a funcionarios estadounidenses por decir lo que piensan, o por buscar la verdad a partir de los hechos, por tomar prestada una frase».
En cuanto a la prohibición de viajar a China, el Sr. Gallagher dijo que le gustaría hacer otro viaje a Taiwán.
«Además, la ironía de esto es que durante más de un año, el PCCh y sus apologistas estadounidenses me han criticado por viajar a Taiwán en lugar de a China», declaró. «Ahora, no se me permite viajar a China. En cambio, espero volver a Taiwán en un futuro próximo para discutir cómo podemos mejorar la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán».
«Mientras el PCCh intenta silenciar a los defensores de la libertad, debemos seguir arrojando luz sobre la creciente represión autoritaria del PCCh en casa y la agresión en el extranjero y mantenernos firmes en la promoción de la seguridad, la libertad y la prosperidad de Estados Unidos y sus aliados».
En febrero, Gallagher encabezó una delegación del Congreso a Taiwán y se reunió con la entonces presidenta Tsai Ing-wen y el actual presidente Lai Ching-te. En una rueda de prensa celebrada entonces, elogió a Tsai «no solo por ser una líder increíble aquí en Taiwán, sino por distinguirse realmente como líder dentro del mundo libre».
El anuncio del Ministerio de Asuntos Exteriores chino se produjo un día después de la toma de posesión de Lai. Durante su discurso inaugural, el Sr. Lai pidió a China que pusiera fin a sus tácticas de intimidación política y militar contra Taiwán, al mismo tiempo que añadió que la nación insular y el régimen comunista de China «no están subordinados el uno al otro».
El PCCh reclama Taiwán como parte de su territorio y está preparando a su ejército para un posible conflicto por la isla. Taiwán, una nación independiente de facto, se ha apresurado a aumentar su preparación militar en los últimos años.
La semana pasada, Gallagher se incorporó como miembro distinguido al Hudson Institute, un centro de estudios conservador con sede en Washington.
John Walters, presidente y director ejecutivo del Instituto Hudson, usó la plataforma de redes sociales X para decir que «es una insignia de honor ser sancionado por el #PCCh».
«Gracias @RepGallagher por estar junto a nuestros aliados en Taipéi y trabajar para mejorar la paz y la estabilidad a través del estrecho de Taiwán», escribió Walters.
Las sanciones de China también provocaron una respuesta de la Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC), una coalición mundial de legisladores.
«La IPAC se solidariza con Mike Gallagher, antiguo miembro de la Alianza, injustamente atacado por Beijing por su eficaz liderazgo a la hora de afrontar los retos planteados por la República Popular China. Sabemos que estas sanciones no harán nada para disuadir su trabajo esencial», escribió el grupo en un posteo en X el martes.
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