China tomó represalias contra la reunión realizada esta semana entre el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy (R-Calif.), y la presidenta de Taiwán, al anunciar sanciones contra la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan y otras organizaciones, aumentando las tensiones sobre la isla autónoma que Beijing reclama como parte de su territorio.
En medio de amenazas chinas, McCarthy se reunió el 5 de abril con la presidenta Tsai Ing-wen en la Biblioteca Reagan en Simi Valley, California.
McCarthy dio la bienvenida a Tsai como una «gran amiga de Estados Unidos» durante una reunión de alto nivel en suelo estadounidense, arriesgando la ira de China en una demostración de apoyo por parte del país.
Durante su visita, Tsai aceptó un premio de liderazgo del Instituto Hudson y habló sobre los desafíos de seguridad regional de Taiwán.
McCarthy se unió a un número cada vez mayor de legisladores internacionales que se han reunido con Tsai para demostrar su apoyo a Taiwán frente a la intimidación china.
“Nosotros tomaremos medidas resueltas para castigar a las fuerzas separatistas de la ‘independencia de Taiwán’ y sus acciones, y salvaguardaremos resueltamente la soberanía y la integridad territorial de nuestro país”, dijo la Oficina de Asuntos de Taiwán del gabinete chino en un comunicado el 6 de abril, según una traducción al inglés.
Las relaciones entre Estados Unidos y China alcanzaron su punto más bajo en décadas debido a desacuerdos sobre el estatus de Taiwán, que se separó de China en 1949 luego de una guerra civil, así como en temas de seguridad, la tecnología y el trato de Beijing a Hong Kong y las minorías étnicas musulmanas.
El régimen chino reclama la isla democrática como su propio territorio y ha prometido apoderarse de Taiwán, por la fuerza, si fuera necesario.
Respuesta de China
El ministerio de Relaciones Exteriores de China anunció el 7 de abril que la Biblioteca Reagan y el Instituto Hudson, un grupo de expertos en Washington, fueron sancionados por “brindar una plataforma y facilitar las actividades separatistas de Taiwán”. También declaró que las instituciones chinas tendrán prohibido cooperar con ellos o contactarlos.
En medio de las crecientes tensiones entre la democracia autónoma de Taiwán y la dictadura comunista de China, McCarthy instó al Congreso a acelerar la entrega de armamento militar a Taiwán.
Durante el viaje de la funcionaria taiwanesa, McCarthy alentó a Estados Unidos y sus aliados a tomar una posición contra la agresión de China con un mensaje unificado, claro y consistente que promueva la paz y proteja la democracia.
El líder de la Cámara dijo que es crucial que los líderes del Congreso hablen con “una sola voz” para que los líderes de China entiendan “cuál es nuestra posición”.
“No envíen un globo sobre nuestro espacio aéreo. No usen tácticas autoritarias de intimidación”, dijo McCarthy. «Eso no irá muy lejos».
McCarthy estuvo acompañado por una delegación bipartidista que enfatizó uniformemente el compromiso del Congreso de apoyar a Taiwán.
En alusión a las amenazas chinas, el representante Mike Gallagher (R-Wis.), presidente del Comité Selecto de China de la Cámara, dijo que la delegación bipartidista tenía la intención de “enviar un mensaje simple, y es que no tenemos miedo”.
“Nosotros apoyamos a nuestros amigos en Taiwán”, dijo el representante. “Vamos a seguir diciendo eso cada vez que tengamos la oportunidad, y vamos a convertir esas palabras en acción (…) porque Taiwán es una vela pequeña y muy brillante que arde al borde de una vasta oscuridad autoritaria”.
Con la contribución de Brad Jones e información de The Associated Press
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