China inicio en 1989 tres grandes estrategias para desbancar a Estados Unidos. La tercera y última comenzó en 2016, dijo el experto en China, Rush Doshi, durante un seminario web en el que se habló sobre su nuevo libro.
«El juego a largo plazo: la gran estrategia de China para desplazar el orden estadounidense», (The Long Game: China’s Grand Strategy to Displace American Order) es la más reciente publicación de Doshi que desarrolló mientras trabajaba en la Brookings Institution, entidad que organizó el evento online el 26 de agosto. Ahora, es el recién nombrado director de la administración Biden para China en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Los responsables del Partido Comunista Chino (PCCh) «pretenden devolver a China al lugar que le corresponde y hacer retroceder la aberración histórica de la abrumadora influencia mundial de Occidente», con la gran estrategia, según el libro de Doshi.
La gran estrategia se encuentra ahora en su tercera fase, explicó Doshi, después de examinar años de documentos del PCCh como memorias, discursos y biografías. Dijo que China actualmente está asumiendo su competencia con Estados Unidos en muchos dominios desde los ámbitos global, regional y funcional.
“[La estrategia] se está aplicando en dominios clave como la economía, tecnología, finanzas, tecnologías emergentes, obviamente en instituciones políticas y de seguridad”, explicó Doshi. Añadió que la naturaleza de la competencia entre China y EE.UU. es mucho más amplia ahora e involucra a más países.
Explicó: “Si miras el discurso chino sobre la manera como ven a sus competidores… creen que Occidente, Estados Unidos y otros, trabajarán cada vez más juntos.
«Creen que tienen que hacer lo mismo con otros estados, eso es un poco más difícil, según su propia estimación, porque no tienen la misma red de alianzas y asociaciones históricas».
Sus comentarios se hicieron a título personal como antiguo miembro de Brookings.
La primera fase de la gran estrategia de China duró de 1989 a 2008, luego la segunda fase se inició durante los siguientes ocho años, según Doshi. En 2016, China inició la tercera fase de su estrategia.
Beijing consideraba a Estados Unidos como un cuasi-aliado antes de cambiar su percepción al empezar a considerarlo como una amenaza ideológica y militar luego de tres eventos: la Masacre de la Plaza Tiananmen, la primera Guerra del Golfo y el colapso de la Unión Soviética, según Doshi. Al describir los eventos como una «trifecta traumática», dijo que Beijing marcó el comienzo de la primera frase: una estrategia de aturdimiento.
Su libro detalla cómo China tomó decisiones militares, políticas y económicas de acuerdo con la estrategia de aturdimiento. Por ejemplo, Beijing pasó de controlar territorios marítimos distantes a bloquear la capacidad de la marina estadounidense para atravesar o intervenir en aguas cercanas a China. El cambio fue acompañado por inversiones militares en submarinos, arsenal de minas navales y misiles balísticos antibuque.
La crisis financiera de 2008 llevó a Beijing a estimar a Estados Unidos de manera diferente, considerando que EE.UU. se estaba «debilitando» y que su modelo económico y político no era «tan efectivo», explicó Doshi durante el seminario web. En respuesta a su nueva visión, Beijing comenzó a enfocarse más en «construir las bases para el orden chino dentro de Asia», agregó Doshi.
Dijo que el cambio de aturdir a construir fue evidente en un discurso del exlíder chino, Hu Jintao, durante una conferencia de embajadores de 2009, en la cual dijo que China tenía que «lograr algo activamente».
Como resultado, Beijing comenzó a enfocarse más en las capacidades militares distantes, dirigiendo su atención a invertir en portaaviones, bases militares en el extranjero y embarcaciones de superficie, según su libro.
Beijing reafirmó su creencia de que Estados Unidos, así como Occidente, estaba en declive, después de ver a candidatos populistas ganar varias elecciones en todo el mundo durante el 2016, la victoria presidencial del expresidente Donald Trump y el voto del Brexit del Reino Unido, según Doshi. En respuesta a su evaluación, el régimen chino adoptó la tercera fase de su gran estrategia, lo que Doshi llamó una estrategia de expansión.
El régimen comunista «toma las estrategias de aturdimiento y construcción de sus inicios en China y las aplica en un escenario global», explicó Doshi.
«Si hay dos caminos hacia la hegemonía, uno regional y otro global, China ahora está siguiendo ambos», dice su libro.
Agrega: «Está claro, entonces, que China es el competidor más importante al que se ha enfrentado Estados Unidos y que la forma en que Washington maneje su ascenso al estatus de superpotencia determinará el curso del próximo siglo».
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