Comentario
A punto de terminar el año 2021, Rusia amenaza con invadir Ucrania (Europa oriental) y China con invadir Taiwán (litoral de Asia oriental).
Los movimientos de tropas de Rusia a principios de diciembre a lo largo de su frontera con Ucrania y las penetraciones aéreas y navales de China en el otoño de 2021 en el territorio de Taiwán son exhibiciones bien publicitadas de fuerzas armadas convencionales masivas preparadas para entrar en el territorio soberano de otra nación y hacer la guerra.
Estas exhibiciones demuestran la capacidad militar de Moscú y Beijing para lanzar ataques ofensivos que alteren la paz con el objetivo de apoderarse de un territorio que no poseen actualmente.
Las campañas publicitarias que acompañan al ruido de sables de Rusia y China incluyen arengas diplomáticas, intimidación económica y ataques calculados a la democracia.
Sin embargo, la propaganda de Rusia y China es tan descaradamente teatral que dudo que alguna de las dos dictaduras esté haciendo preparativos inmediatos para la guerra.
Mi apuesta de diciembre: las demostraciones militares de fuerza son en realidad fintas preparadas para atraer la atención de los medios de comunicación y asustar a los líderes occidentales sin carácter, y por desgracia, tenemos demasiados de ellos.
Lo que estamos presenciando en diciembre de 2021 son «cócteles de poder» rusos y chinos que mezclan la diplomacia con el poder económico y militar. Los objetivos del cóctel: sembrar debilidades morales en las naciones democráticas, aprovecharse de los medios de comunicación estadounidenses sensacionalistas y manipular a la Administración Biden.
El costo de la debilidad: la huida y el desastre de Afganistán expusieron a la Administración Biden como pomposa, militarmente ignorante e inepta.
¿Después de diciembre de 2021? Tendremos que enfrentarnos a la inquietante y profunda historia.
Si esto suena a imperialismo clásico, pues lo es.
Los faraones egipcios, los césares romanos, los señores de la guerra mongoles y aztecas, los reyes zulúes y las reinas inglesas, los emperadores chinos y los zares rusos: es un modelo antiguo y vicioso.
De ahí mi advertencia de asesinato en masa. El 18 de marzo de 2014, el presidente ruso Vladimir Putin se plantó en la Plaza Roja y anunció que Rusia había anexionado a la península de Crimea. «Haremos mucho más», dijo Putin a la multitud.
El 18 de marzo en la Plaza Roja marcó una peligrosa reversión. Por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la agresión militar en Europa por parte de una gran potencia europea había conducido a la anexión política y la expansión territorial. El legado histórico de la invasión militar y la anexión territorial por parte de una gran potencia en Europa, sea cual sea la razón de la expansión, es la matanza y el sufrimiento que aflige a los combatientes y afecta a todo el continente. A menudo se extiende a otros continentes. En el siglo XX, la guerra revanchista en Europa sembró la guerra global y la pérdida masiva de vidas.
Putin pretende crear una Gran Rusia con recursos de poder mundial. ¿Qué aspecto tendría eso? La RUBK —pronunciado «rubik» como en el rompecabezas del Cubo de Rubik. RUBK es Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajistán. Con su demografía y recursos naturales, la RUBK es una fórmula geoestratégica para una potencia mundial.
La Rusia de Putin ya domina Bielorrusia y Kazajistán. Ucrania es la pieza que falta.
En 2022, Putin se enfrentará al presidente Joe «Huida» Biden. Una pregunta que perturba la paz: ¿intentará Vlad hacer «mucho más»?
En cuanto a los objetivos equivalentes de China: Dominar el este de Asia, luego el centro y el suroeste de Asia, desde Shangai hasta Irán. En términos de poder económico, esa es una de las patas de la llamada Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Considere el registro histórico. 1950: China invade y anexiona el Tíbet. 1962: China ataca a la India en el Himalaya. La guerra chino-india de 1962 no ha terminado. Cada año, China hace avanzar su red de carreteras en el Himalaya, a costa de la India.
Otros objetivos chinos: Beijing absorbe Hong Kong, a pesar de su acuerdo de mantener la democracia hasta 2049. La dominación del Pacífico es un objetivo, pero Taiwán no es realmente el primer paso. En el mar de China Meridional, Vietnam y Filipinas ya han perdido territorio y recursos marítimos a manos del imperialismo chino. Vietnam ha perdido islas a causa de la invasión china.
El derecho internacional, la diplomacia y el sentido común no han disuadido la agresión china en el sudeste asiático.
Gran riesgo: hasta enero de 2025, Beijing se enfrenta a Huida Biden.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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