Estados Unidos no está preparado para la competencia espacial estratégica contra una China unida a Rusia, según un experto.
El Partido Comunista Chino (PCCh) se está acercando a la paridad tecnológica con Estados Unidos en dominios espaciales claves, según Brandon Weichert, analista geopolítico independiente. Eso significa que pronto amenazará la habilidad de Estados Unidos para proyectar su poder en el espacio.
«Ya se está viendo que China es capaz de alcanzarnos en ciertas áreas», dijo Weichert durante una entrevista el 13 de octubre con NTD, un medio de comunicación hermano de The Epoch Times.
«Ellos siguen siendo capaces de hacer cosas que no preveíamos que fueran capaces de hacer, como poner en órbita con tal rapidez su nueva estación espacial y conseguir que muchos de nuestros principales aliados firmen en apoyo de la nueva estación espacial china, y eso es solo el principio».
Weichert dijo que Estados Unidos no estaba preparado para enfrentarse simultáneamente a la agresión combinada del PCCh y de la Rusia de Vladimir Putin porque la nación no había sabido capitalizar su dominio en el espacio tras el fin de la Guerra Fría.
«Nosotros no estamos preparados», dijo Weichert. «Y la razón por la que no estamos preparados es porque hemos desperdiciado los últimos 30 años, desde que terminó la Guerra Fría, sin avanzar y sin mejorar nuestro dominio estratégico en el espacio, que tanto nos costó conseguir».
«Si unimos el poder espacial ruso y chino, ahora tenemos un verdadero desafío, no solo para Estados Unidos, sino para nuestras poderosas y dinámicas empresas espaciales privadas».
Esto significa que existe un riesgo en desarrollo, dijo Weichert, de que las fuerzas del PCCn o de Rusia puedan lanzar un ataque sorpresa contra los activos espaciales de Estados Unidos en caso de un conflicto global. Un ataque de este tipo sería devastador, ya que la actual arquitectura de satélites de Estados Unidos se basa en un número limitado de sistemas antiguos, lo que significa que la caída de un satélite podría causar consecuencias catastróficas en múltiples sistemas vitales, como el GPS o el guiado de misiles.
«Nosotros nos encontramos en una situación en la que el Pearl Harbor espacial, un ataque sorpresa por parte de Rusia o China, o incluso de Irán o Corea del Norte, contra nuestras redes de satélites vitales, así vulnerables, podría producirse en cualquier momento», dijo Weichert.
«Por eso, ahora, lo que realmente tenemos que pensar no es solo cómo prevenir [eso], por desgracia… [sino también] cómo sobrevivir a ello».
Los expertos llevan tiempo advirtiendo que el PCCh supone una amenaza militar directa para Estados Unidos en el espacio. Para remediarlo, Weichert dijo que el Pentágono tendría que acelerar su adopción de una arquitectura de satélites descentralizada similar a la del sistema Starlink de Elon Musk. Un sistema de este tipo se caracterizaría por el despliegue de numerosos satélites descentralizados y baratos, frente a unos pocos vitales y caros.
«Básicamente, Musk ha construido cientos y centenares y centenares de satélites muy pequeños y poco sofisticados que ha puesto en órbita y, al hacerlo, ha creado básicamente una redundancia», dijo Weichert.
«Así que, aunque esos satélites sean pequeños y poco sofisticados, son tan fáciles de reemplazar que es difícil destruirlos e, incluso si se destruyen, podrán ser reemplazados a niveles relativamente baratos».
Como tal, dijo Weichert, el ejército estadounidense tendría que adoptar rápidamente tecnologías y conceptos comerciales como el Starlink de Musk para sus propios fines.
«Nosotros tenemos que tomar ese modelo y ampliarlo, utilizarlo para todo nuestro sistema de satélites o el mayor número posible, y también hacer que las constelaciones de satélites existentes sean más interoperables con las constelaciones de satélites civiles, así como con las constelaciones aliadas», dijo Weichert.
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