Análisis de noticias
China, el país más poblado del mundo, ha alcanzado un punto de inflexión en su historia al anunciar recientemente su primer descenso demográfico en 60 años. Los analistas chinos predicen graves problemas para la segunda economía del mundo debido, en parte, a la disminución de su población.
Según los críticos de Beijing, el Partido Comunista Chino (PCCh) lleva décadas intentando impulsar la innovación científica y tecnológica nacional por todos los medios posibles, incluido el robo. Sin embargo, creen que el objetivo de China de superar a la economía estadounidense en la década de 2030 o 2050 es ahora una quimera.
La Oficina Nacional de Estadística del país informó de un descenso de la población de unos 850,000 habitantes hasta un total de 1410 millones en 2022. Se trata del primer descenso que China registra oficialmente desde 1961, el último año de la Gran Hambruna, que se calcula causó la muerte de al menos 40 millones de personas.
Algunas estimaciones sugieren que el descenso actual de la población china podría ser mayor de lo comunicado debido al aumento del número de víctimas mortales del COVID-19.
Yi Fuxian, investigador de la Universidad de Wisconsin en Madison, lleva años sosteniendo que no hay que fiarse de las estadísticas demográficas oficiales de China. Estima que la población de China ya ha comenzado a disminuir en 2018.
Incluso en los escenarios más optimistas, China perderá una parte significativa de su población, según Gordon Chang, distinguido investigador principal del Gatestone Institute y autor de «The Coming Collapse of China.»
Si se tienen en cuenta las tasas de fertilidad y otros factores, «China perderá probablemente alrededor de dos tercios de su población de aquí a 2100», declaró Chang a The Epoch Times.
«Eso supone unos mil millones de personas. Así que no sé cómo una sociedad puede soportarlo».
Cuando el PCCh se dio cuenta de la disminución de la población, abandonó su política de un solo hijo en 2016, sustituyéndola por un límite de dos hijos. A pesar del cambio, la tasa de natalidad de China ha seguido disminuyendo. La tasa de natalidad en 2022 fue la más baja registrada, cayendo a 6.77 por cada 1000 habitantes desde los 7.52 de 2021.
Según Christopher Balding, experto en la economía china y exprofesor de la Escuela de Negocios HSBC de la Universidad de Peking, la caída de la población china no es impactante. También cree que el declive comenzó hace entre cinco y siete años, y que el PCCh por fin lo reconoce.
Sin embargo, el colapso de la población en edad de trabajar es un problema mayor que el descenso general de la población, declaró Balding a The Epoch Times. La proporción de la población en edad de trabajar, que incluye a las personas de 15 a 59 años, ha caído al 62% desde más del 70% hace una década.
China se perderá la rápida expansión económica de la que suelen disfrutar los países con una población joven, señaló, añadiendo que India y Vietnam, ambos con una demografía muy joven, serán probablemente los principales beneficiarios del colapso demográfico chino.
«China no va a ser la gallina de los huevos de oro del consumo que esperábamos», afirmó.
India se convertirá en el país más poblado del mundo, superando a China en 2023, según las estimaciones de Naciones Unidas.
Señales de debilidad
Beijing es consciente de estos retos y ha invertido mucho en tecnología en los últimos años en un esfuerzo por evitar un panorama sombrío para la economía.
Ya hay señales de debilidad que se extienden por toda la economía: la actividad comercial desciende, la inflación se ralentiza y los nuevos préstamos bancarios caen en picado. Y ello a pesar de que las autoridades chinas han desafiado las tendencias mundiales aplicando este año medidas de relajación monetaria y fiscal. Las medidas de estímulo no están teniendo el efecto deseado, ya que la demanda interna sigue siendo escasa.
«Las cifras de importación han sido realmente muy preocupantes», señaló Chang.
Las importaciones a China cayeron un 7.5% interanual, hasta 228,070 millones de dólares, en diciembre de 2022. La caída fue del 10.6 por ciento en noviembre. La debilidad de las importaciones este año se debe a la lenta demanda interna. Los economistas lo atribuyen a las infecciones por el COVID-19 y a las dificultades de la cadena de suministro.
«Hay que considerar el descenso demográfico previsto en el contexto de lo que está ocurriendo en China, que se ve acosada por crisis simultáneas», afirma Chang.
«Vemos los continuos impagos de deuda, el desplome de los precios inmobiliarios, la contracción de la economía», explicó. «Vemos escasez de alimentos, deterioro del medio ambiente, el COVID-19. Cuando juntas todo eso, tienes un país que no creo que sea capaz de hacer frente a los retos a los que se enfrenta».
China en trayectoria de empobrecimiento
En 2022, la economía china creció a uno de sus ritmos más lentos en décadas. Muchos medios de comunicación y expertos atribuyen estos débiles resultados económicos a los repetidos confinamientos que afectaron a hogares y empresas.
La economía china creció un 3 por ciento en 2022, según los datos oficiales, lo que supone un descenso significativo respecto al crecimiento del 8.1 por ciento registrado en 2021. Aparte de 2020, cuando la economía creció sólo un 2.2 por ciento, el año pasado fue el más débil de China en crecimiento del PIB desde 1976, cuando la muerte de Mao Zedong puso fin a la década de lucha conocida como la Revolución Cultural.
Con el descenso de la población, «China va camino de empobrecerse», afirma Antonio Graceffo, analista económico de China y colaborador de The Epoch Times.
«China se encuentra en una situación que llamamos ‘viejos pobres’, lo que significa que por mucho que digamos que el crecimiento económico de China está siendo excepcional, en realidad China sigue siendo un país pobre», declaró a The Epoch Times.
Normalmente, los países pueden compensar el descenso de la natalidad con dinero y tecnología para preservar su calidad de vida, como se observa en Taiwán, Corea, Japón y la mayor parte de Europa Occidental, explicó. Sin embargo, China nunca ha alcanzado al mundo desarrollado.
«China se ha quedado estancada en la fabricación de gama baja», dijo, y añadió que la idea de que el país se está pasando a la fabricación de gama alta es falsa.
«No creo que China supere a Estados Unidos», afirma.
Balding está de acuerdo en que, con una población menguante, a China le resultará difícil alcanzar a la economía estadounidense. En su opinión, la productividad, el consumo y el ahorro se verán sometidos a presión.
Pero lo más importante es que «su sistema de pensiones está tremendamente mal financiado, y esto va a ejercer una enorme presión sobre las finanzas públicas», afirmó.
«Ya se han visto rescates de algunos de los fondos de pensiones provinciales locales o recapitalizaciones de los mismos».
Durante años, China ha sido un mercado enorme y lucrativo para muchas empresas mundiales, pero esto está a punto de cambiar, según Chang.
«Todo el mundo tenía la idea de que China iba a tener la mayor economía del mundo, iba a tener un consumo que salvaría a las empresas occidentales. Pues bien, eso no es cierto», afirmó.
“I think that people should have known that earlier. More and more people are starting to understand the fundamental challenges in China’s society, and maybe even more importantly, we are starting to understand that the regime doesn’t have answers.”
«Creo que la gente debería haberlo sabido antes. Cada vez más gente empieza a comprender los retos fundamentales de la sociedad china y, lo que es aún más importante, empezamos a entender que el régimen no tiene respuestas».
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