En la junta anual de accionistas de Disney celebrada el miércoles, los defensores de los derechos de las personas trans sufrieron un revés al no aprobarse la medida que habían propuesto, lo que supuso el punto álgido de la contienda por poderes más importante y polémica de Disney hasta la fecha.
Hoy, en medio de una plétora de propuestas de facciones conservadoras y liberales, tomó la palabra Chloe Cole, una joven de 19 años destacada por su oposición a la «atención de afirmación de género» para menores. Ha implorado a los accionistas de Walt Disney Co. que respalden una propuesta en la que se exige a la empresa que cubra los gastos de las personas que opten por la detransición.
En representación de «Do No Harm«, una coalición de profesionales médicos «centrada en mantener la política de identidad fuera de la educación médica, la investigación y la práctica clínica», la Sra. Cole presentó la propuesta en nombre del Centro Nacional Legal y de Políticas, un grupo de vigilancia conservador que tiene como objetivo los abusos y la corrupción percibidos tanto en el sector público como en el privado.
«Disney financia la transición de género pero pasa por alto la atención a la detransición», articuló la Sra. Cole durante la reunión, alegando discriminación por razón de género según la normativa federal.
«Disney es como Úrsula, silenciando a miles de pequeñas Ariel en todo el mundo, prometiendo sueños inalcanzables», afirmó apasionadamente la Sra. Cole. «Las batallas legales son inminentes, señores», dijo la Sra. Cole dirigiéndose a la junta.
La junta anuló rápidamente todas las propuestas, incluida la de la Sra. Cole, citando un interés particular por parte de los promotores en el rechazo de la propuesta del Centro Nacional Legal y de Políticas.
En una llamada telefónica con The Epoch Times, Paul Chesser, director del Proyecto de Integridad Corporativa del Centro Nacional Legal y de Políticas, dijo que la Sra. Cole se limitó a dos minutos para presentar su propuesta.
«La mayoría de los votos fueron a parar a grandes accionistas institucionales que los poseen en nombre de otras personas y de sus fondos de jubilación. Blackrock, Vanguard y Fidelity. Tienen la mayoría de los votos, así que suelen alinearse con la empresa en diversas mociones de los accionistas». El Sr. Chesser dijo a The Epoch Times que no hay ningún recurso para impugnar la votación.
«Es solo cuestión de tiempo que algún empleado vuelva y diga: ‘Mira, me han engañado, sus políticas me han engañado, sus aseguradoras de salud, los proveedores de atención que operan a través de su seguro, todos ustedes me han engañado diciéndome que puedo pasar de ser una mujer a un hombre o de ser un hombre a ser una mujer y ahora estoy permanentemente mutilado'».
«Establecieron todo este paradigma de la discriminación: no puedes discriminar a todas estas microcategorías por motivos raciales y de LGBTQIA, así que tienes que cubrir todas las microcategorías por identidad de género o, bueno, aquí hay una que no estás cubriendo», dijo Chesser al hablar de la falta de protección para los detransicionados.
«La izquierda ha tenido todo tipo de propuestas similares a la nuestra. Siempre están diciendo que hay una brecha salarial, que las mujeres cobran menos que los hombres, que las minorías cobran menos que los blancos, y tienen todas estas propuestas».
Su planteamiento al dirigirse a los accionistas fue doble: «Hablar en nombre de los detransicionistas e ilustrar y ridiculizar el propio paradigma de discriminación que han establecido».
Estos debates se desarrollaron en el contexto de una lucha más amplia dentro de Disney en torno a la composición del consejo. El CEO, Bob Iger, rechazó la oferta del inversor activista Nelson Peltz, poniendo fin a una prolongada batalla sobre la dirección de la empresa.
La Sra. Cole, reconocida por su activismo como detransicionista, ha recorrido varios estados, con el apoyo de Do No Harm, para compartir su experiencia de transición y posterior desilusión con el sistema médico.
Anteriormente testificó ante el Congreso sobre su experiencia de someterse a una doble mastectomía tras ser diagnosticada con disforia de género. Durante su testimonio, compartió sus dificultades con la pubertad y recordó haber confiado en sus padres por sentirse como un chico. «No necesitaba que me mintieran. Necesitaba compasión. Necesitaba que me quisieran. Necesitaba una terapia que me ayudara a resolver mis problemas, no que afirmara mi ilusión de que transformarme en un chico resolvería todos mis problemas».
La detransición y las experiencias de arrepentimiento tras un tratamiento médico, aunque estadísticamente poco comunes, han recibido una atención significativa en el discurso político reciente, influyendo en los esfuerzos legislativos relacionados con las personas transgénero.
Un informe publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina en 2021 analizó 27 estudios, en los que participaron casi 8000 pacientes transexuales que se sometieron a cirugías de «afirmación de género». Descubrieron que solo el 1 por ciento se arrepentía de su cirugía. Alrededor de un tercio se sometió a cirugías para parecer más masculino, mientras que dos tercios se sometieron a cirugías para parecer más femenino. Según el estudio, la mayoría de los que se arrepintieron de haberse operado lo hicieron claramente.
Aunque recientemente los legisladores de Florida no han conseguido aprobar una ley que obligue a cubrir los tratamientos de detransición, en otros estados se han hecho esfuerzos similares. Sin embargo, la Sra. Cole sigue siendo una de las pocas personas que han emprendido acciones legales contra un proveedor médico, presentando una demanda contra sus antiguos médicos y su proveedor de seguros por negligencia médica.
Más de 20 estados han promulgado leyes que prohíben la «atención de afirmación de género» para menores, y cinco estados consideran un delito grave la transición médica de menores. En junio de 2023, un juez federal de Florida bloqueó temporalmente los esfuerzos del estado después de que las juntas de licencias médicas de Florida adoptaran prohibiciones sobre la «atención de afirmación de género» para menores, una postura reforzada por el gobernador Ron DeSantis, quien recientemente respaldó una prohibición comparable ratificada por la legislatura estatal.
En su demanda contra el estado de Florida, cuatro familias afirmaron que estas prohibiciones vulneraban su derecho constitucional a la igualdad de protección, así como la autoridad de los padres para determinar las intervenciones médicas para sus hijos.
Del mismo modo, otros estados, incluido Ohio, han presentado demandas contra la prohibición de la «atención de afirmación de género» para menores.
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