Un surcoreano que se identifica como mujer transgénero compitió y ganó una carrera ciclista para reivindicar que los atletas trans son físicamente más fuertes y que los considera «egocéntricos».
Na Hwa-rin, de 37 años, se sometió a una operación de reasignación de sexo y fue reconocido oficialmente como mujer en Seúl el año pasado, e incluso se le reexpedió su partida de nacimiento en abril. Para demostrar su postura, él participó y ganó una competición de ciclismo en el Festival Deportivo de Gangwon de este año, en la provincia oriental de Gangwon, en la categoría femenina, informó The Korea Times.
«Yo no tengo sentimientos encontrados por haber ganado, porque eso ya no es lo que quiero. Mi objetivo era suscitar polémica y conseguir que se oyera mi historia compitiendo», declaró Na al citado medio el 23 de junio.
En su afán por demostrar su punto de vista, el Sr. Na describió que se sintió «más aliviado que triunfante» cuando cruzó la línea de meta de la carrera. Él se propuso demostrar que los hombres biológicos son físicamente superiores cuando se trata de atletas transexuales que compiten en categorías femeninas.
El Sr. Na supera a sus competidoras por su físico, con una estatura de 1.70 m y un peso aproximado de 158 libras, con una masa muscular esquelética de 72 libras, informó el medio de prensa.
Sintiéndose avergonzado por su victoria, declaró a la prensa que ofreció a las ciclistas que perdieron bebidas energéticas a modo de disculpa por haberles robado la gloria. El Sr. Na, que procede de una familia cristiana, señaló que eligió esa competición porque era un evento provincial, no una carrera profesional que pudiera perjudicar la carrera de una atleta profesional.
«Yo no me siento honrada. No me siento orgullosa en absoluto. Yo creo que otros atletas transexuales se sentirían igual», dijo a continuación. «Ellos puede que no quieran admitirlo», añadió refiriéndose a los atletas trans internacionales, «pero ellos están siendo egocéntricos. No hay honor como atleta en eso».
La victoria de Na recibió el apoyo de los defensores del colectivo LGBT, pero suscitó un debate en Corea del Sur sobre la equidad de que hombres que se identifican como mujeres compitan contra mujeres en el deporte. Su deseo de equidad le impidió intentar clasificarse para el Festival Nacional del Deporte.
«No quiero crear un problema hasta el punto de perjudicar a otras personas», afirmó Na.
Defensa de una categoría deportiva de «tercer género»
El Sr. Na se aficionó al ciclismo recorriendo en bicicleta unos nueve kilómetros diarios hasta la escuela. Más tarde compitió profesionalmente como ciclista, ganando competiciones en las categorías masculinas.
«El deporte me dio una sensación de emoción y logro y la catarsis de superar mis limitaciones», dijo el deportista.
Ahora aboga por una categoría de «tercer género» en las competiciones deportivas, pues cree que los atletas trans no deberían competir junto a hombres y mujeres.
«Podría ser como cuando tenemos muchas divisiones de peso en algunos deportes», dijo el Sr. Na. «Con el actual sistema binario, las mujeres atletas se verán desanimadas y su duro trabajo podría no ser reconocido debido a la participación de atletas transgénero».
«Al mismo tiempo, las atletas trans, por mucho que hayan trabajado, nunca serán verdaderamente honradas por sus victorias», continuó Na. «El honor es la meta que todos los atletas aspiran a alcanzar, pero esta es una situación en la que nadie será honrado. Creo que eso no debería ocurrir».
Debido a que tanto el Consejo Estatal de Deportes de Gangwon como el Comité Olímpico y Deportivo de Corea no han establecido normas específicas de género para la clasificación de los atletas, el Sr. Na pudo participar en la competición provincial, informó The Korea Times.
El Sr. Na trabaja ahora como cultivador de espárragos en su pueblo natal, Cheorwon, situado aproximadamente a 43 millas al noreste de Seúl, en la frontera con Corea del Norte.
El deportista relató que empezó a experimentar síntomas de disforia de género a los 7 años, y que más tarde, cuando era estudiante de secundaria, se dejó influir por la primera celebridad transgénero de la televisión del país para afianzar sus ideas sobre quién era y cómo quería vivir.
La controversia en torno a los deportistas transgénero llevó a la Cámara de Representantes de Estados Unidos a aprobar en abril una ley que prohibe a las instituciones financiadas por los contribuyentes permitir a los deportistas transgénero compitan en deportes de chicas y mujeres en las escuelas. El proyecto de ley se consideró prácticamente muerto en el Senado y se espera que sea vetado por el presidente Joe Biden si consigue recibir la aprobación final del Congreso.
La Ley de Protección de Mujeres y Niñas en el Deporte pretendía modificar el Título IX definiendo el sexo como determinado únicamente por la biología reproductiva y la genética de la persona al nacer. El proyecto de ley prohíbe a los beneficiarios de fondos federales permitir la participación de varones en programas o actividades deportivas femeninas designadas para mujeres, con el fin de evitar la discriminación por razón de sexo en la educación.
Los partidarios de la ley, y de otras similares de ámbito estatal, la enmarcan en la protección de la integridad de la competición deportiva femenina. Los que se oponen consideran que es una forma de intimidar a la comunidad transexual.
Por su parte, el gobierno de Biden ha declarado que propondrá una regulación para vetar las amplias prohibiciones de participación de personas transgénero en deportes. Esto se produjo después de que alrededor de 20 estados se movieran para prohibir a los atletas transgénero en los deportes femeninos.
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