Un científico que firmó una carta en la que denunció contra cualquier noción de que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) no se había originado de forma natural, respalda ahora una investigación sobre sus orígenes.
El Dr. Peter Palese, microbiólogo de la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai de Nueva York, fue uno de los 27 científicos que firmaron la carta, publicada en The Lancet el 7 de marzo de 2020.
«Nos unimos para condenar enérgicamente las teorías conspirativas que sugieren que el COVID-19 no tiene un origen natural», escribieron los científicos.
Palese dice ahora que apoya una investigación.
«Creo que es necesaria una investigación exhaustiva sobre el origen del virus Covid-19», declaró Palese al Daily Mail. «Surgió mucha información inquietante desde que yo firme la carta de Lancet, así que quiero ver respuestas que cubran todas las preguntas».
El médico no respondió a una solicitud de comentarios, como tampoco lo hicieron muchos de los otros firmantes de la carta, aparte del Dr. Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust.
La comunidad científica está dividida sobre los orígenes del virus que apareció por primera vez cerca de un laboratorio de alto nivel en Wuhan, China, a finales de 2019.
Los llamados para que se investigue su origen se incrementaron fuertemente en las últimas semanas, después de que algunos expertos y medios de comunicación intentaran cancelar cualquier cuestionamiento sobre las afirmaciones de que se originó de forma natural. Hasta el día de hoy no se ha identificado ningún animal huésped. Los partidarios de la teoría de origen natural señalan como evidencia los genomas y otras pruebas del virus al que llaman Sars-Cov-2.
«El origen del Sars-Cov-2 aún no se ha aclarado —es posible que nunca se establezca del todo— pero la naturaleza es una fuerza poderosa y, en mi opinión, lo más probable es que el virus pasara de los animales a los humanos y luego evolucionara en ellos», dijo Farrar a The Epoch Times en un correo electrónico.
«Las mejores pruebas científicas disponibles hasta la fecha apuntan a esto. Lo más probable es que haya cruzado la barrera de las especies para infectar y luego adaptarse a los humanos en algún momento de 2019, pero hay otras posibilidades que no se pueden descartar por completo y mantener una mente abierta es fundamental. No hay lugar para los rumores sin fundamento, ni para las teorías conspirativas que a menudo se alimentan con otros fines», continuó.
«Comprender los orígenes de esta enfermedad, y de cualquier infección zoonótica, es absolutamente crítico para prevenir con éxito futuros brotes y proteger vidas en todo el mundo. Las respuestas solo pueden encontrarse en pruebas científicas sólidas, con total transparencia por parte de todos los implicados. Ha habido demasiadas conjeturas y teorías sin datos ni pruebas, aunque todavía no hay suficiente transparencia».
Un antiguo contratista del Departamento de Estado que ayudó a dirigir una investigación sobre los orígenes, dijo el mes pasado que el virus probablemente procedía del laboratorio de Wuhan.
«Salió de la nada y este estaba optimizado para la transmisión entre humanos de una manera que ningún coronavirus transmitido por murciélagos lo había hecho», dijo David Asher.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos dijeron recientemente que no están seguros de cuándo, cómo o dónde se originó el virus. El presidente Joe Biden anunció el 26 de mayo que había pedido a la comunidad de inteligencia que trabaje más «para recopilar y analizar información que pudiera acercarnos a una conclusión definitiva y que me informe en 90 días».
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