Las agencias de inteligencia de EE.UU. no están seguras de dónde y cómo se originó el COVID-19

Por Zachary Stieber
27 de mayo de 2021 6:54 PM Actualizado: 27 de mayo de 2021 6:54 PM

Las agencias de inteligencia de EE.UU. desconocen el origen del virus que causa el COVID-19.

«La comunidad de inteligencia de EE.UU. no sabe exactamente dónde, cuándo o cómo se transmitió inicialmente el virus COVID-19, pero ha coincidido en torno a dos escenarios probables: o surgió naturalmente del contacto humano con animales infectados o fue un accidente de laboratorio», dijo el jueves Amanda Schoch, subdirectora de inteligencia nacional para comunicaciones estratégicas, en un comunicado.

Dos elementos de la comunidad se inclinan por la primera hipótesis, mientras que uno se inclina por la segunda. Sin embargo, los tres confían baja y moderadamente en sus consideraciones. Además, la mayoría de los elementos de la comunidad «no creen que haya suficiente información para evaluar una de ellas como si fuera más probable que la otra», dijo Schoch.

Los funcionarios de inteligencia continúan examinando la evidencia, considerando varias perspectivas y recolectando y analizando agresivamente nueva información para identificar los orígenes del virus, agregó.

Los primeros casos de COVID-19, causado por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), aparecieron en China a fines de 2019.

Los funcionarios chinos han afirmado que el virus se originó fuera del país, pero se cree que proviene de un laboratorio de alto nivel en Wuhan, donde se detectaron los casos iniciales, o de un mercado de mariscos cerca del laboratorio.

Muchos medios de comunicación y otras organizaciones afirmaron falsamente el año pasado que la teoría de que el virus se originó en el laboratorio fue desacreditada. No obstante, en los últimos días esas afirmaciones han perdido validez. Facebook, que depende de los medios para combatir la llamada desinformación, ahora ya no prohíbe las publicaciones que sugieran que el virus fue creado por el hombre. Altos funcionarios, incluido el Dr. Anthony Fauci, han dicho que apoyan las nuevas investigaciones sobre el origen del virus después de sugerir, previamente, que el virus provenía de una interacción entre humanos y animales.

Los miembros republicanos del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes dijeron en un informe la semana pasada que «pruebas circunstanciales abrumadoras» respaldan la teoría de una fuga de laboratorio.

«Por el contrario, ha surgido poca evidencia circunstancial para respaldar la afirmación [del PCCh] de que el COVID-19 fue una ocurrencia natural, habiendo saltado de otras especies hacía los humanos».

El presidente Joe Biden dijo el miércoles que los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos creen que hay dos escenarios probables con respecto al origen del virus. Esos son un accidente de laboratorio o un evento natural.

Unos técnicos de laboratorio hablan mientras trabajan en las muestras que serán analizadas para detectar COVID-19, en un laboratorio BGI, en Wuhan, China, el 6 de febrero de 2020. (STR/AFP vía Getty Images)

Biden pidió a la comunidad de inteligencia, que consta de unas 20 agencias, que le informaran dentro de los 90 días posteriores a la recopilación y análisis de información sobre las conclusiones acerca del origen del virus.

Biden les dijo a los periodistas el jueves que dará a conocer el informe al público «a menos que haya algo de lo que no tenga conocimiento».

Según los informes, el actual Departamento de Estado (DoS) cerró su investigación sobre los orígenes del virus. Mike Pompeo, exdirector de la agencia, acusó a la administración Biden de ponerse del lado de China y de la Organización Mundial de la Salud cuando compartió uno de los informes del DoS sobre el virus en las redes sociales. “Esto no es político. Estados Unidos debe llevar las riendas en esto”, dijo.

El Departamento de Estado calificó la información como incorrecta y dijo que la investigación terminó en marzo después de que una oficina del departamento le informara a Biden sobre lo que había encontrado.

«Con el informe entregado, se terminó el trabajo», dijo un portavoz del Departamento de Estado a los medios de comunicación. «Todas las partes relevantes del Departamento continúan trabajando con las agencias de inteligencia en este asunto».

La Casa Blanca ha dicho que apoya una investigación dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que la agencia internacional guarda estrechos vínculos con los líderes chinos y emitió anteriormente un informe que afirma que el virus «muy probablemente» se propaga de animales a humanos.

«Estados Unidos también seguirá trabajando con socios de ideas afines en todo el mundo para presionar a China con el fin de que participe en una investigación internacional completa, transparente y basada en pruebas y para que se proporcione acceso a todos los datos y pruebas relevantes», dijo Biden.

Sigue a Zachary en Twitter: @zackstieber


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