Cientos de personas en un campamento juvenil en Georgia dieron positivo para el virus del PCCh en los días previos al cierre del campamento, según un informe publicado el viernes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
De las 597 personas que asistieron al campamento, que no fue nombrado por los CDC, 344 fueron examinadas y 260 dieron positivo para el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como nuevo coronavirus.
«El índice general de contagios fue de 44 por ciento (260 de 597), 51 por ciento entre los que tenían entre 6 y 10 años, 44 por ciento entre los que tenían entre 11 y 17 años y 33 por ciento entre los que tenían entre 18 y 21 años», según el informe.
Específicamente, el informe señaló que el 23 de junio, un empleado adolescente salió del campamento tras experimentar escalofríos que comenzaron la noche anterior. Las autoridades del campamento comenzaron a enviar a los campistas a sus casas el 24 de junio y el campamento cerró el 27 de junio.
«Entre los 136 casos con datos de síntomas disponibles, 36 (26 por ciento) pacientes no reportaron ningún síntoma; entre 100 (74 por ciento) que reportaron síntomas, los que más frecuentemente se reportaron fueron fiebre subjetiva o documentada (65 por ciento), dolor de cabeza (61 por ciento) y dolor de garganta (46 por ciento)», añadió el informe.
El informe señaló que tenía tres limitaciones: en primer lugar, es posible que se pasaran por alto casos entre personas que no se sometieron a la prueba; en segundo lugar, algunos casos pueden haber resultado de una transmisión antes o después de asistir al campamento, debido a la creciente incidencia del virus del PCCh en Georgia entre junio y julio; y en tercer lugar, no se sabe con certeza cuántas personas del campamento cumplieron las medidas de prevención del COVID-19.
«Estas conclusiones demuestran que el SARS-CoV-2 se propagó eficazmente en un entorno nocturno centrado en los jóvenes, lo que dio lugar a altas tasas de contagio entre personas de todos los grupos de edad, a pesar de los esfuerzos de las autoridades del campamento por aplicar la mayoría de las estrategias recomendadas para prevenir la transmisión», dice el informe.
En un comunicado de prensa, los CDC dijeron que el campamento sí adoptó «algunas medidas de mitigación», como se describe en su artículo sobre los campamentos juveniles y de verano. Entre esas medidas se incluyen el agrupamiento de los asistentes por cabañas y el aumento de la limpieza y la desinfección. Sin embargo, el comunicado de los CDC señaló que el campamento «no requirió que los 363 campistas usen mascarillas, solo el personal».
«Además, los asistentes al campamento participaron en una variedad de actividades interiores y exteriores que incluían cantos y vítores vigorosos a diario, lo que podría haber contribuido a la transmisión», según el comunicado de los CDC.
El comunicado también señaló que los campamentos de verano de varios días y de un día para otro «plantean un desafío único» en la prevención de la propagación de enfermedades infecciosas, debido al tiempo que todos los campistas y el personal pasan en estrecha proximidad.
Además de las mascarillas de tela no implementadas para los campistas. Otra medida no implementada fue la apertura de ventanas y puertas para aumentar la ventilación en los edificios, según el informe de los CDC.
«La infección asintomática es común y contribuye potencialmente a una transmisión no detectada», añadió.
«Esta investigación se suma al conjunto de pruebas que demuestran que los niños de todas las edades son susceptibles de contraer la infección por SARS-CoV-2 y, contrariamente a los primeros informes, podría desempeñar un papel importante en la transmisión», afirmaba el informe.
«Una investigación en curso caracterizará aún más las exposiciones específicas asociadas con la infección, la evolución de la enfermedad y cualquier transmisión secundaria a los miembros de la familia. El distanciamiento físico y el uso correcto y constante de mascarillas de tela deben destacarse como estrategias importantes para mitigar la transmisión en entornos de congregación», concluye el informe.
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