Cientos de miles de estadounidenses buscaron atención médica después de recibir la vacuna contra COVID-19, según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicados el 3 de octubre.
Unas 782,900 personas declararon haber solicitado atención médica, atención en urgencias y/u hospitalización tras recibir la vacuna contra COVID-19. Otros 2.5 millones de personas informaron que necesitaron faltar a la escuela, al trabajo u otras actividades normales como resultado de un problema de salud después de recibir la vacuna contra COVID-19.
Los informes se presentaron en el programa V-safe de los CDC, un nuevo sistema de control de la seguridad de las vacunas en el que los usuarios pueden notificar los problemas a través de los celulares.
Los CDC facilitaron los datos a la Red de Acción para el Consentimiento Informado (ICAN) después de ser demandados por no presentarlos cuando la organización sin ánimo de lucro se los pidió. La ICAN publicó un cuadro resumiendo estos datos.
«Fueron necesarias numerosas demandas legales, apelaciones y dos juicios, y más de un año, pero los CDC finalmente capitularon y han aceptado una orden judicial que les obliga a hacer lo que deberían haber hecho desde el primer día: publicar los datos de los V-safe», dijo Aaron Siri, abogado que representa a ICAN en esta causa legal, a través de un correo electrónico a The Epoch Times.
Cerca de 10 millones de personas utilizaron V-safe durante el período de tiempo que abarcan los datos, desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 31 de julio de 2022. Alrededor de 231 millones de estadounidenses recibieron al menos una dosis de la vacuna durante ese tiempo.
Los usuarios de V-safe informaron de unos 71 millones de síntomas.
Los síntomas más comúnmente reportados son escalofríos (3.5 millones), hinchazón (3.6 millones), dolor en las articulaciones (4 millones), dolores musculares o corporales (7.8 millones), dolor de cabeza (9.7 millones), fatiga (12.7 millones) y dolor general (19.5 millones).
Alrededor de 4.2 millones de los síntomas informados son de gravedad.
Los usuarios de V-safe rellenaron los datos de unos 13,000 bebés menores de dos años, e indicaron más de 33,000 síntomas, como dolor, pérdida de apetito e irritabilidad.
Los datos revelados hasta ahora por los CDC no incluyen las respuestas de texto libre, según la ICAN. Los datos abarcan campos en los que los usuarios marcaron las casillas.
La ICAN, fundada por el productor de cine Del Bigtree, dijo que los datos dados a conocer recién «revelan información impactante que debería haber hecho que los CDC cerraran inmediatamente su programa de vacunación contra COVID-19», citando el porcentaje de personas que informaron que necesitaron recibir atención médica o que faltaron a la escuela, al trabajo u otras actividades normales, así como los eventos adversos que señalaron.
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Los CDC no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los investigadores de los CDC habían presentado resúmenes de los datos de V-safe durante las reuniones con el panel asesor de vacunas de la agencia, pero no habían publicado los datos para que los analizaran los investigadores externos. Los investigadores de los CDC dijeron que los datos de V-safe no planteaban nuevos problemas de seguridad.
La ICAN va a seguir presionando para obtener más datos de V-safe.
El juez de distrito que supervisa el litigio, Robert Pitman, designado por Obama, ordenó a las partes que se reúnan y se consulten sobre qué otros datos solicitará el grupo tras la entrega de datos de los CDC.
A continuación, las partes presentarán un informe conjunto sobre la situación «en el que se propondrán los plazos adicionales que las partes consideren necesarios para la resolución de este asunto», dijo Pitman.
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