A medida que el régimen chino intenta contener la propagación del nuevo coronavirus, cientos de policías en el centro de la epidemia en la provincia de Hubei han sido infectados con el virus, según un documento interno del gobierno obtenido por The Epoch Times.
Estos oficiales están al frente de la respuesta de las autoridades al brote, con la tarea de controlar la opinión pública para garantizar que se alinee con la narrativa del régimen.
El documento, fechado el 21 de febrero, detalla cómo los funcionarios en Hubei están tratando de hacer frente a la crisis.
El recuento incluye 61 oficiales retirados y 381 miembros de la familia de los oficiales que fueron infectados. Se sospecha que otros 277 oficiales tienen el virus. Al menos cuatro oficiales han muerto.
Los datos, aunque limitados, ofrecen otro vistazo de la sombría perspectiva que enfrentan las autoridades.
Controlando la narrativa
La policía china está a la vanguardia de los esfuerzos del régimen chino para mantener la narrativa oficial sobre el brote. El régimen chino usa comúnmente el eufemismo «mantener la estabilidad social».
Hasta el 21 de febrero, hasta 120,000 oficiales de policía han sido estacionados en todos los hospitales designados del país para tratar a pacientes con coronavirus, dijo el jefe de policía de la nación, Li Jingsheng, en una conferencia de prensa el 21 de febrero. La policía estará de guardia las 24 horas para proteger a los médicos en las instalaciones, dijo Li, explicando que algunos pacientes con coronavirus emocionales y sus familiares pueden atacar a los trabajadores médicos cuando se sienten exasperados.
Sin embargo, el documento reveló que las tareas de los oficiales van mucho más allá de lo que Li describió.
Solo Hubei ha movilizado a aproximadamente 40,000 policías en medio del brote. La fuerza policial está asignada a 244 hospitales designados, 678 clínicas para la fiebre y 1.958 sitios de cuarentena. Han arrestado a 84 personas por delitos relacionados con brotes, han puesto a 39 personas bajo vigilancia domiciliaria, han detenido a 1.344 sin juicio y han emitido otras formas de castigo para otras 2.525.
Pistolas y plumas
Wuhan, la capital de Hubei, ha estado reclutando fuerzas policiales de otras ciudades, según videos e informes de medios chinos. Qin Han, un comentarista de asuntos políticos con sede en Nueva York, dijo que la medida indica que la fuerza policial de Wuhan se redujo severamente debido a infecciones o que existe una creciente necesidad de mantener el poder y la estabilidad.
La provincia también ha contratado a más de 1.600 censores para borrar información «sensible» sobre el virus en Internet.
El documento interno del 21 de febrero reveló que los censores eliminaron 3,248 publicaciones «sensibles» o «dañinas» y emitieron 199,000 publicaciones «positivas» sobre las autoridades. Mientras tanto, la policía identificó 610 casos de «rumores» y reprendió a 601 personas involucradas.
El documento enfatizó la importancia de mejorar la presencia de seguridad alrededor de las oficinas gubernamentales y los centros de tratamiento de virus, fortalecer la censura en Internet para eliminar los rumores y encontrar soluciones para posibles incidentes «relacionados con la estabilidad».
«La policía tiene rifles, y los rifles y plumas se complementan entre sí», dijo Qin a The Epoch Times. “Cuando las mentiras no funcionan, [la policía] recurre a la violencia. Cuando alguien trata de hablar sobre verdades que exceden el límite de las autoridades, serán menospreciadas”.
La policía localizó a Li Wenliang, un médico en Wuhan que intentó advertir a sus colegas médicos sobre los peligros del virus a fines de diciembre. Lo acusaron de hacer declaraciones falsas y lo obligaron a confesar el delito de «rumores». Más tarde murió de la enfermedad después de contraerla de un paciente que estaba tratando.
Dos periodistas ciudadanos abiertos sobre la situación, Chen Qiushi y Fang Bin, también desaparecieron luego de publicar videos que documentaron el brote en Wuhan. Después de que Fang captó imágenes de una camioneta en un hospital local con ocho cadáveres adentro, la policía irrumpió en su apartamento y se lo llevó. No se ha sabido nada de él desde entonces.
Qin dijo que tales arrestos son comunes. «El Partido Comunista Chino, como de costumbre, no se disculpará [por sus pasos en falso] (…) si alguien protesta y alza una voz diferente, su primera reacción es arrestarlos».
Señaló, sin embargo, que tales medidas forzosas podrían contraatacar. «Con la aparición de más problemas, el sentimiento que desafía [al Partido] solo podría fortalecerse», dijo.
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