El uso prolongado de ciertos medicamentos hormonales progestágenos, incluido un anticonceptivo inyectable común, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar tumores de meningioma intracraneal.
En un estudio publicado recientemente en The BMJ, investigadores franceses descubrieron que la medrogestona, la promegestona y el acetato de medroxiprogesterona inyectable, —un anticonceptivo ampliamente utilizado conocido por su marca «Depo-Provera», aumentaban el riesgo de meningiomas intracraneales que requieren cirugía.
Los progestágenos son fármacos progestágenos que producen efectos similares a los de la progesterona natural en el cuerpo e incluyen tanto progesteronas bioidénticas de origen vegetal como formas sintéticas. A menudo se recetan a mujeres para tratar afecciones ginecológicas, como infertilidad, endometriosis, síntomas de la menopausia y síndrome de ovario poliquístico, para prevenir abortos espontáneos o partos prematuros y como anticonceptivos.
El estudio
Los investigadores utilizaron datos del sistema nacional de datos de salud francés de mujeres de todas las edades que se sometieron a cirugía por meningioma intracraneal entre el 1 de enero de 2009 y el 31 de diciembre de 2018, para determinar si los progestágenos aumentaban el riesgo de desarrollar meningiomas.
De 108,366 mujeres, 18,061 con una edad media de 57.6 años se sometieron a cirugía intracraneal por meningioma durante el período seleccionado y se utilizaron como grupo de casos. Cada caso se comparó con cinco controles (90,305 en total) con el mismo año de nacimiento y área de residencia.
Los investigadores examinaron varias vías de administración de exposición a progestágenos, incluida la progesterona intravaginal, percutánea, intramuscular y oral, didrogesterona con o sin estrógeno, hidroxiprogesterona, prometestona, medrogestona, el anticonceptivo inyectable acetato de medroxiprogesterona, dienogest —con o sin estrógeno y sistemas intrauterinos de levonorgestrel.
También observaron tres modos de exposición a los progestágenos:
• El primer modo fue la exposición al progestágeno en cuestión.
• El segundo modo fue la exposición a dosis altas de al menos uno de los tres progestágenos que ya se sabe que aumentan el riesgo de meningiomas, como el acetato de clormadinona, el acetato de nomegestrol y el acetato de ciproterona.
• El tercer modo fue la ausencia de exposición a cualquier progestágeno (utilizado como referencia para los análisis).
Los investigadores también consideraron una amplia gama de factores sociodemográficos y características médicas de los participantes.
El estudio encontró que el uso prolongado de promegestona, medrogestona y el anticonceptivo inyectable acetato de medroxiprogesterona aumentaba el riesgo de desarrollar un meningioma intracraneal. Sin embargo, los investigadores no encontraron un mayor riesgo de meningioma para los progestágenos utilizados durante menos de un año, la progesterona, la didrogesterona comúnmente utilizada para abortos espontáneos y los sistemas intrauterinos de levonorgestrel como Skyla y Mirena que liberan lentamente la hormona en el útero.
Además, no hubo una asociación significativa entre un mayor riesgo de cirugía de meningioma intracraneal y progesterona, didrogesterona o espironolactona oral, intravaginal o percutánea. Por el contrario, un mayor riesgo de meningioma se asoció con el uso de medrogestona, acetato de medroxiprogesterona y promegestona, que actualmente no se utiliza en los Estados Unidos.
Meningiomas intracraneales
Un meningioma intracraneal es un tumor predominantemente benigno que crece a partir de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal llamadas meninges. Los meningiomas representan el 40 por ciento de los tumores primarios del sistema nervioso central y afectan aproximadamente a 9.5 por cada 100 mil personas en los Estados Unidos cada año.
Aunque la mayoría no son cancerosos, los meningiomas pueden causar síntomas potencialmente debilitantes, como confusión, convulsiones, cambios de personalidad, pérdida de audición o zumbidos en los oídos, compresión del tejido cerebral adyacente, déficits neurológicos y debilidad muscular. Por este motivo, la cirugía suele ser la primera línea de tratamiento.
Aunque los meningiomas son raros antes de los 35 años, existen factores de riesgo reconocidos, que incluyen ser mujer, exposición intracraneal a radiación ionizante, neurofibromatosis tipo 22 y exposición prolongada a dosis altas de los tres progestágenos reconocidos que causan meningiomas: acetato de ciproterona, acetato de clormadinona y acetato de nomegestrol.
Según el estudio, el vínculo entre las hormonas sexuales femeninas —es decir, la progesterona y el meningioma intracraneal— es «biológicamente plausible», ya que el 60 por ciento de los meningiomas tienen receptores de progesterona, y la magnitud de estos tumores parece aumentar durante el embarazo cuando los niveles de progesterona se elevan y disminuyen tras el parto. Además, los estudios han sugerido un vínculo entre el cáncer de mama y los meningiomas.
«Este es un artículo importante que muestra una mayor probabilidad de cirugía de meningioma con exposición previa a ciertos productos de progesterona, incluida la medroxiprogesterona, que es un anticonceptivo inyectable común», dijo el genetista británico Dr. Gareth Evans en una respuesta rápida publicada en The BMJ.
«La explicación más probable es que la exposición a los progestágenos acelera el crecimiento en meningiomas muy pequeños que nunca se presentarían clínicamente en tumores que requirieran cirugía. Esto es plausible ya que a muchas mujeres se les diagnostica meningioma que son asintomáticos cuando se analizan en busca de otros síntomas, y la mayoría de los meningiomas tienen receptores de progesterona y pueden ser impulsados por la progesterona», dijo.
El Dr. Evans también dijo que esto explicaría la mayor incidencia de meningiomas en mujeres diagnosticadas con tumores en la edad adulta a pesar de que los niños tienen mayor riesgo de desarrollar un meningioma que las niñas.
«Si bien estos resultados necesitan validación, las mujeres con schwannomatosis relacionada con NF2 deben evitar el acetato de medroxiprogesterona inyectable y el acetato de ciproterona de ambos sexos».
La schwannomatosis relacionada con la NF2 es un trastorno genético que provoca el crecimiento de tumores benignos a lo largo de los nervios y en el cráneo. El acetato de ciproterona es un esteroide que se utiliza en la terapia antiandrógena para reducir los niveles de testosterona en el cuerpo. También se usa en combinación con etinilestradiol para tratar a mujeres con acné severo y síntomas de androgenización.
Depo-Provera es el cuarto anticonceptivo más prevalente en el mundo, con aproximadamente 74 millones de usuarios. Solo en Estados Unidos, hubo más de 2 millones de recetas de anticonceptivos inyectables en 2020, y más de una de cada cinco mujeres estadounidenses sexualmente activas informaron haber usado el anticonceptivo.
Los autores del artículo de BMJ sugieren que la cantidad de meningiomas atribuibles al progestágeno que se encuentra en Depo-Provera puede ser «potencialmente alta» en países con una gran cantidad de personas que usan el anticonceptivo. Además, la medroxiprogesterona sin acetato, se usa por vía oral en dosis más bajas en algunos países, «especialmente en Estados Unidos», para los cuales actualmente no existen datos sobre los riesgos de desarrollar meningioma.
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