Al menos 5 civiles murieron este jueves y otras 19 personas resultaron heridas, entre ellas 5 militares afganos, tras un ataque talibán con camión bomba contra un complejo de edificios oficiales en la ciudad de Gardiz, en el sureste de Afganistán.
El atentado con un camión cargado de explosivos se produjo hacia las 8.30 hora local (4.00 GMT) contra un complejo de edificios gubernamentales en Gardiz, capital de la provincia de Paktia, afirmó a Efe el portavoz del Ejército Emal Momand.
«La información inicial muestra que al menos cinco civiles murieron y otros 14 resultaron heridos en este ataque, además de 5 miembros del Ejército Nacional. Todos los heridos han sido trasladados al hospital regional del Cuerpo Militar», añadió Momand.
El Ministerio del Interior precisó en un comunicado que el ataque, perpetrado por «los enemigos de la paz y la estabilidad», se produjo en una «zona poblada de civiles» cerca de la «corte militar provincial y el departamento de recaudación de impuestos» de Gardiz.
Los talibanes reivindicaron el ataque en un comunicado y lo justificaron como represalia por la decisión el martes del presidente afgano, Ashraf Ghani, de que las tropas pasaran a posición ofensiva tras los sangrientos atentados de esa jornada con más de 50 muertos en una maternidad en Kabul y en un funeral.
«Tras el anuncio de operaciones ofensivas por parte del enemigo, esta mañana una instalación militar del Gobierno de Kabul fue atacada por un mártir (…) En este ataque, el edificio militar quedó gravemente dañado y decenas de soldados resultaron muertos y heridos», afirmó el portavoz talibán Zabihullah Mujahid.
Hasta entonces, las tropas afganas se hallaban en posición defensiva, según lo acordado el pasado 29 de febrero en Doha entre Estados Unidos y los talibanes, con el fin de allanar el camino para el inicio de las esperadas negociaciones de paz intraafganas.
A pesar de que los talibanes se desligaron de los ataques el martes en la maternidad apoyada por la ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) y en un funeral de un jefe policial en el este del país, el Gobierno afgano culpó a los insurgentes de esas acciones por su «estrecho vínculo con otros grupos terroristas».
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