George Lucas, creador de las franquicias «La guerra de las galaxias» e «Indiana Jones», ha respaldado al director ejecutivo de The Walt Disney Company, Bob Iger, en medio de la batalla de poderes que libran los inversores activistas por los puestos en el consejo de administración de la compañía.
«Crear magia no es cosa de aficionados», dijo Lucas en un comunicado, según la CNBC, en el que expresaba su apoyo a los actuales directivos de Disney.
El cineasta saltó a los titulares en 2012 cuando se supo que había vendido su empresa de entretenimiento, Lucasfilm, a Disney por USD 4.06 billones, según Variety. Como parte del acuerdo, Lucas adquirió unos 37,1 millones de acciones de Disney, lo que le convirtió en uno de los mayores accionistas individuales de la compañía, según la publicación.
«Sigo siendo un accionista significativo porque tengo plena fe y confianza en el poder de Disney y en el historial de Bob de impulsar el valor a largo plazo», continuó. «He votado todas mis acciones a favor de los 12 consejeros de Disney e insto a otros accionistas a que hagan lo mismo».
Trian Fund Management libra una batalla por el poder
Uno de los grupos de inversores activistas —el fondo de cobertura Trian Fund Management, con sede en Nueva York, que opera bajo el nombre comercial de Trian Partners— controla acciones de Disney por valor de USD 3,5 billones.
En diciembre, Trian anunció su intención de nominar a su cofundador, el multimillonario Nelson Peltz y al antiguo ejecutivo de Disney Jay Rasulo —que dimitió en 2015 tras trabajar con el gigante mediático en diversos puestos durante 30 años— en la Junta Anual de Accionistas 2024 de la compañía, prevista para el 3 de abril.
En un comunicado de prensa, la firma de gestión dijo que Disney «ha obtenido unos resultados lamentablemente inferiores a los de sus competidores y a su potencial», citando el retraso en los beneficios por acción, las «decenas de miles de millones» de valor perdido para los accionistas y los fracasos en los contenidos de los estudios.
«Disney no parece estar más cerca de abordar adecuadamente los problemas de desajuste en la compensación, gobierno y sucesión que han plagado la Compañía durante décadas», escribió Trian.
«La causa fundamental del bajo rendimiento de Disney, en nuestra opinión, es un Consejo que está demasiado vinculado a un CEO de larga duración y demasiado desconectado de los intereses de los accionistas».
La firma señaló que el reciente nombramiento de dos nuevos consejeros «es un paso hacia una mayor objetividad del Consejo» y «un reconocimiento tardío… de la necesidad de cambio».
Sin embargo, la empresa dijo: «Esta autorrenovación reactiva del Consejo en vísperas de un concurso de representación es insuficiente en nuestra opinión, tanto porque los nuevos directores fueron elegidos sin la participación de los accionistas, como porque aparentemente no poseen cantidades significativas de acciones.»
En un comunicado de prensa, el Sr. Peltz dijo que el fondo de cobertura «ya no puede quedarse de brazos cruzados mientras los directores titulares y sus sustitutos elegidos a dedo se interponen en el camino del cambio necesario, y sus pares y competidores continúan superando sus resultados».
«En nuestra opinión, el Consejo de Administración de Disney no ha cumplido con sus responsabilidades esenciales: supervisar el desarrollo de una estrategia eficaz, planificar una sucesión ordenada, alinear la remuneración de los ejecutivos con el rendimiento y garantizar la responsabilidad de la ejecución operativa», continuó.
«Hace tiempo que debería haberse llevado a cabo una renovación del Consejo dirigida por los accionistas, con consejeros centrados y alineados que rindan cuentas a los propietarios de la empresa».
Blackwells Capital rivaliza con Trian
La empresa de inversión Blackwells Capital, propietaria de un total de 157,131 acciones ordinarias de Disney, inició el mes pasado su lucha por el poder, instando a los accionistas de la empresa a elegir a sus tres candidatos al consejo de administración.
«Jessica Schell, Craig Hatkoff y Leah Solivan aportan conocimientos y experiencia de valor incalculable al Consejo de Disney a medida que se enfrenta a los desafíos y oportunidades de una transformación generacional», compartió el director de inversiones de la compañía, Jason Aintabi, en un comunicado de prensa.
«Votar por los nominados de Blackwells garantizará que el Consejo cuente con el apoyo necesario en áreas críticas: medios de comunicación y contenidos, optimización de activos e inmuebles, y la competencia para guiar a Disney a través de un nuevo mundo en el que convergen la computación física, espacial y las experiencias impulsadas por la IA», añadió.
En febrero, los nietos de Walt Disney y su hermano, Roy O. Disney, criticaron abiertamente a ambos grupos de inversores activistas en cartas enviadas a los accionistas de la compañía, según Variety.
«Bob Iger ha hecho crecer esta empresa en un mundo moderno, y sigue manteniendo el equilibrio entre creatividad y beneficios», escribieron los nietos de Walt Disney.
«Continúa siendo una empresa basada en el deseo de entretener y explorar. Hubieron tiempos difíciles, pero esta dirección actual se ha ajustado y ha crecido a través de esos desafíos».
Los nietos del Sr. Roy Disney arremetieron contra los grupos de inversión en su carta, afirmando que «tienen poco o ningún conocimiento de lo que realmente significa Disney».
«No han presentado ningún argumento de por qué se les deberían confiar las llaves del reino que nuestra familia construyó», escribieron.
«Al contrario, su mentalidad de ‘sólo yo puedo arreglarlo’ deja claro que no están interesados en preservar la magia de Disney, sino en despojarla hasta los huesos para obtener un beneficio rápido para ellos mismos».
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