A los 15 años, los chicos no pueden fumar un cigarrillo legalmente. Pero cada vez son más los que solicitan —y se someten— a cirugía para modificar sus genitales, según muestra un estudio.
El estudio, titulado «Age Is Just a Number», contradice las afirmaciones de los activistas radicales de la ideología de género de que la cirugía de cambio de sexo infantil no está ocurriendo.
También demuestra que los cirujanos desafían las directrices sobre cirugía de cambio de sexo de la Asociación Mundial de Profesionales de la Salud Transexual (WPATH).
El estudio, publicado en The Journal of Sexual Medicine en 2017, revela detalles de entrevistas con 20 cirujanos que realizan operaciones de cambio de sexo.
Del grupo de médicos, 11 afirmaron haber realizado vaginoplastias a varones menores de 18 años, según el estudio.
Los médicos, que mantuvieron el anonimato en la encuesta, dijeron que cada uno había realizado entre una y 20 operaciones a chicos de hasta 15 años.
La vaginoplastia en un varón es una operación para crear algo parecido a una vagina, y la forma más habitual que tienen los cirujanos de crear un facsímil de los genitales femeninos en los niños es invertir los genitales masculinos y realizar un injerto de piel del escroto, revela el estudio.
Otros métodos consisten en transferir tejido del colon para crear la apariencia de genitales femeninos, según el estudio.
Los médicos dijeron a los investigadores que los pacientes que se someten a estas operaciones son cada vez más jóvenes.
«Cuando empecé a ejercer, calculaba que el 85% de los pacientes eran mayores de 25 años. Ahora, diría que sólo el 40% de mis pacientes tienen más de 25 años en los últimos nueve años», declaró un médico, según el estudio.
Algunos cirujanos expresaron su preocupación por el carácter experimental de las operaciones.
«He visto prácticas poco éticas horribles por parte de cirujanos que mienten sobre su experiencia y resultados quirúrgicos horribles como consecuencia de ello», dijo uno a los investigadores.
«Estamos utilizando a personas transexuales como conejillos de indias, y la profesión médica permite que esto ocurra».
Otros sugirieron que la edad no importa tanto a la hora de realizar cirugías de cambio de sexo como la «madurez».
«Para mí, podría haber una edad mínima, pero no sé cuál debería ser», dijo un médico a los investigadores. «Veré a un chico de 16 o 17 años al que aceptaré operarle, y luego podría haber otro al que no aceptaría, basándome en la madurez sexual y física».
Uno de los factores que impulsan la cirugía de cambio de sexo infantil es la comodidad, dijo un médico.
Si un niño puede someterse a una cirugía de cambio de sexo antes de la universidad, sus padres pueden ayudar con la atención de seguimiento y él puede llegar a la universidad fingiendo ser mujer, dijo ese médico a los investigadores.
«Con sus apretadas agendas y sus ajetreados estilos de vida, les resulta muy difícil cumplir su programa de dilatación», dijo el médico.
«Así que la razón por la que decidí operar a personas menores de 18 años, es que prefiero que se sometan a la operación de cambio de sexo cuando aún están en casa y sus padres pueden ayudarlos a cumplir su horario hasta que haya pasado un periodo de tiempo significativo para que no comprometan sus resultados».
Es probable que cuando los chicos se sometan a una operación de «reasignación de sexo», carezcan de voluntad para realizar dolorosos procedimientos de seguimiento, como la necesaria «dilatación».
Eso significa estirar el orificio recién creado insertando un dispositivo diseñado para ayudar a mantener la profundidad y anchura del espacio creado quirúrgicamente. La dilatación duele, dicen los médicos.
Los pacientes deben realizar la dilatación durante unas dos horas diarias durante más de un año tras la intervención. A largo plazo, deben dilatarse al menos semanalmente.
El «Salvaje Oeste»
Los cirujanos citados en el estudio dijeron que el número masivo de personas que se someten a operaciones de cambio de sexo es un fenómeno nuevo.
Como consecuencia, no hay suficientes médicos bien formados para cubrir la demanda, dijeron los participantes en el estudio.
«El término ‘Salvaje Oeste’ también fue utilizado por algunos cirujanos muy experimentados que se mostraron alarmados por la ausencia de normas quirúrgicas y la facilidad para entrar en la subespecialidad sin ninguna formación documentada», dice la encuesta.
Algunos cirujanos pidieron al WPATH que exigiera normas más estrictas para determinar qué médicos pueden realizar operaciones de transexualidad.
Actualmente, las directrices del WPATH no recomiendan la cirugía en niños. Pero la organización señala que las naciones discrepan sobre la edad en que comienza la edad adulta.
La mayoría de los cirujanos dijeron que, a la hora de determinar si una paciente es demasiado joven para operarse, son partidarios de un enfoque caso por caso, en lugar de un estricto no a la operación antes de los 18 años.
«Mi experiencia con estas mujeres es que nadie se despierta y dice: ‘Oh, sí, creo que soy una mujer’ a los 17 años», dijo un cirujano refiriéndose a sus jóvenes pacientes varones.
«Se trata de una toma de conciencia que dura toda la vida y de un proceso de transición que es gradual».
The Epoch Times se puso en contacto con WPATH y con los creadores del estudio, pero no recibió ningún comentario antes de la publicación del artículo.
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