Los fiscales del caso apodado «pagos por silencio» contra el expresidente Donald Trump llamaron el viernes a declarar a su segunda testigo, una exasistente de Trump.
Rhona Graff, que empezó a trabajar para el presidente Trump en 1987 y dejó la Organización Trump en abril de 2021, fue descrita como una guardiana por los fiscales. Ella estaba entre las varias personas supuestamente involucradas en el mantenimiento de sus registros, dijeron también los funcionarios.
Una abogada de la defensa, Susan Necheles, preguntó a la señora Graff sobre si el presidente Trump era un buen jefe. «Yo creo que fue justo y, la palabra que yo busco, un jefe respetuoso conmigo», dijo la exempleada.
«A veces asomaba la cabeza y me decía: “Vete a casa con tu familia”, lo que me parecía muy considerado por su parte», declaró la Sra. Graff.
Cuando fue interrogada por los fiscales, la señora Graff dijo que dos contactos que mantuvo en la Organización Trump fueron Stormy Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, y la exmodelo Karen McDougal. Las dos mujeres alegan que tuvieron aventuras con el presidente Trump, lo que él ha negado.
La exasistente recordó que el presidente Trump pudo haber dicho que podría haber querido a la señora Clifford en su programa de televisión «Celebrity Apprentice». «Recuerdo vagamente haberle oído decir que ella era una de las personas que podría ser una concursante interesante en el programa», declaró la Sra. Graff.
Otros testigos
El exeditor de National Enquirer David Pecker, el primer testigo que fue llamado ante la corte, testificó el jueves que la Sra. Graff era a menudo el conducto para sus comunicaciones con el presidente Trump, enrutando sus llamadas le pidió a él que asistiera a una reunión en la Torre Trump el 6 de enero de 2017. En la reunión, dijo el exeditor, él y el presidente Trump supuestamente discutieron algunos de los acuerdos en cuestión relacionados al caso.
La Sra. Graff fue citada previamente en la investigación del fiscal general de Nueva York contra Trump sobre fraude civil, pero no testificó cuando el caso llegó a juicio el año pasado.
En aquel caso, el presidente Trump se enfrenta a 34 cargos por presunta falsificación de gastos empresariales durante la campaña de 2016, que él niega y de los que se ha declarado inocente. Los fiscales afirman que pagó 130,000 dólares al exabogado Michael Cohen, quien luego pagó a una actriz porno, Stormy Daniels, para que no hablara públicamente sobre sus afirmaciones de una supuesta aventura con el presidente Trump, que él ha negado.
Los fiscales alegan además que el expresidente ideó un plan junto con el Sr. Cohen y el Sr. Pecker para encontrar y aplastar historias y acusaciones contra el presidente Trump durante la campaña de 2016. Ellos sostienen que el plan equivalía a una interferencia electoral.
Los abogados defensores argumentan que el presidente Trump no hizo nada ilegal y que su actividad era una «práctica habitual» en el mundo legal y entre los candidatos políticos. También señalaron lo que describieron como incoherencias con el testimonio del señor Pecker ante el tribunal esta semana, señalando que hizo declaraciones contradictorias sobre varios asuntos.
Desde el comienzo del juicio, los fiscales han alegado que el presidente Trump violó una orden de silencio previa emitida por el juez Merchan que le prohíbe hablar de ciertos participantes en el juicio fuera de la sala. Ellos afirman que hasta ahora ha acumulado miles de dólares en multas, y pidieron al juez que lo declare en desacato.
En un posteo publicado el viernes en Truth Social, el expresidente volvió a criticar la orden de silencio.
«Sus opositores tienen derecho ilimitado a interrogar, pero él no tiene derecho a responder. Nunca ha habido una situación como ésta en la Historia de nuestro País, un Candidato al que no se le permite responder preguntas», escribió en las redes sociales. «Incluso el corrupto Joe Biden está hablando del caso Sham, y de otros inspirados por su administración».
Una vez más, el expresidente Trump pidió al juez Merchan que «LEVANTE inmediatamente LA ORDEN DE SILENCIO, para que entonces el Presidente Trump pueda exponer libremente sus opiniones, sentimientos y políticas. Él está pidiendo su Derecho Constitucional a la Libertad de Expresión. Si no se le concede, esto se convertirá de nuevo en una ¡Elección Manipulada!»
Este viernes, mientras hablaba desde la corte de Manhattan, el expresidente dijo a los periodistas que está siendo obligado a asistir a un juicio en lugar de estar con su esposa Melania en su cumpleaños.
«Quiero empezar deseándole a mi esposa, Melania, un muy feliz cumpleaños. Estaría bien estar con ella, pero estoy en un juzgado por un juicio manipulado. Es un juicio manipulado. Terrible», dijo el Sr. Trump.
Luego indicó que partiría ese viernes hacia Florida, más tarde, para reunirse con Melania, que celebra su 54 cumpleaños. Hasta ahora, ella no ha asistido al juicio.
«Iré allí esta tarde cuando termine este caso. Este caso horrible e inconstitucional. Cuando termine», dijo a los periodistas.
El juez Juan Merchán dijo al presidente Trump la semana pasada, durante el proceso de selección del jurado, que debe estar en la corte todos los días que se celebre el juicio, advirtiéndole que podría enfrentarse a «un arresto» si no comparece. Sus abogados preguntaron al juez si podía asistir a una audiencia de la Corte Suprema sobre su caso de inmunidad presidencial, pero el juez se negó.
Sus abogados también pidieron al juez Merchan que permita al presidente Trump asistir próximamente a la ceremonia de graduación del instituto de su hijo Barron, pero el juez dijo que tomaría una decisión al respecto más adelante.
Se espera que el juicio dure aproximadamente otro mes.
Con información de The Associated Press.
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