UVALDE, Texas—Athena Pedraza dejó una comida casera en la casa de su amiga antes de conducir a una vigilia comunitaria en el rodeo de Uvalde el 25 de mayo.
El hijo de su amiga fue una de las víctimas del tiroteo masivo en la Robb Elementary School el día anterior. La amiga se enteró a la medianoche después de tener que dar una muestra de ADN a la policía para que pudieran cotejar con la identificación de su hijo.
“Tuvieron que dar el ADN porque no podían reconocer a algunos de ellos. El daño que hizo fue indescriptible”, dijo Pedraza sobre el presunto asesino, Salvador Ramos, de 18 años.
Diecinueve niños y dos maestros fueron asesinados a disparos en la masacre antes de que un agente especial de la Patrulla Fronteriza disparara fatalmente al atacante.
Pedraza dijo que ayer se sintió como si Dios se hubiera ido de Uvalde, pero la noche de oración comunitaria fue reparadora.
«Ayer se sintió muy distante», dijo. » El hecho de ver que la gente se ha reunido [esta noche] de una manera tan increíble para orar, sólo te muestra que Dios está en medio de nosotros y que nos va a ayudar en los siguientes días a superar esto».
Uvalde tiene una población de unos 16,000 habitantes y todos conocen a alguien que resultó afectado por el tiroteo. Es una región rural agrícola y ganadera que se encuentra entre la frontera entre Estados Unidos y México y San Antonio.
Una hilera de perros de terapia golden retriever se sentaron a la entrada del estadio, y tanto los niños como los adultos se acercaron a ellos.
Bonnie Fear, coordinadora de respuesta a la crisis K-9 de Lutheran Church Charities, dijo que su equipo de terapia canina fue invitado a Uvalde para ayudar a brindar consuelo después de la tragedia.
“La gente llorará o sonreirá y dirá: ‘Necesitaba esto’. Simplemente saca lo que sea que estén sintiendo”, dijo Fear.
“A veces digo que somos un ministerio que hace llorar a la gente, porque se aguantan. Y cuando ven a los perros, lloran o se ríen… o ven ese pequeño rayo de esperanza—de que hay cosas buenas en este mundo, y ese es el mensaje que queremos transmitir. Hay bondad en este mundo”.
Pete Arredondo, el jefe de policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde, estaba afuera del Fairplex abrazando y consolando a los estudiantes cuando salían de la vigilia.
“Este es un buen comienzo”, dijo sobre la vigilia. “Tenía que suceder. Conseguir que todo el mundo busque su fe».
“Vi muchos hombros caídos, lo que significa que la gente comenzó a respirar un poco. Y ese es uno de los primeros procesos—aprender a respirar de nuevo. Es bueno ver a una buena comunidad unida”.
El aire estaba cargado de dolor e incredulidad mientras los pastores animaban a la gente de Uvalde a orar juntos y a abrazarse unos a otros.
“Puede ser difícil de ver, puede ser difícil de entender o incluso de creer, pero Dios todavía te ama. Dios todavía ama a esos pequeños niños”, dijo un pastor local a la multitud en las gradas de la arena de rodeo. Muchos de los deudos vestían la ropa de color guinda de la Escuela Secundaria Uvalde.
El senador Ted Cruz (R-Texas) y el gobernador Greg Abbott asistieron a la vigilia, ambos se secaron las lágrimas y oraron con los demás.
Los sollozos estallaron y las lágrimas fluyeron cuando un violinista terminó la vigilia con «Amazing Grace».
A primera hora del día, Chris Vasquez, profesora de preescolar en la escuela episcopal local, dijo que había hablado con el padre de uno de los dos niños supervivientes en el aula. El niño recibió un disparo en el hombro, pero sobrevivió. Contó a sus padres que el tirador entró y dijo: «Bien, todos, buenas noches». Y luego abrió fuego.
“Como maestro, su trabajo es proteger a sus alumnos, ellos harán cualquier cosa para proteger a sus alumnos”, dijo Vásquez. El tiroteo ocurrió durante la última semana del año escolar, y todas las clases y actividades relacionadas fueron canceladas de inmediato en Uvalde.
Vásquez dijo que el día del tiroteo, los niños habrían estado compartiendo con entusiasmo con sus maestros sus planes para las próximas vacaciones de verano.
Vásquez dijo que le preocupa cuando su hijo de 20 años tenga hijos.
“Me preocupa si alguna vez él tiene hijos propios, lo difícil que sería criar niños en esta edad con toda esta violencia en las escuelas”, dijo. «Se oye en otras ciudades, pero aquí no».
Marilyn Olivarez de 15 años, estudiante de primer año en la escuela secundaria Uvalde, dijo que había asistido a la Robb Elementary School y conoce a muchos de los hermanos de los niños que fueron asesinados.
“No tengo palabras”, dijo.
Olivarez dijo que tiene «un poco» de miedo de regresar a la escuela en el otoño, pero «simplemente confío en Dios en que estaré bien».
Anteriormente, Abbott realizó una conferencia de prensa para brindar una actualización sobre el tiroteo. Dijo que Ramos le había disparado a su abuela en la cara en su casa antes de dirigirse a la escuela primaria. La abuela permanece en condición estable.
Han surgido preguntas sobre la respuesta de la policía al tiroteo, ya que varios testigos que habían acudido al lugar de los hechos afirman que la policía esperó para entrar. Han aparecido vídeos de padres que decían a los agentes «¡vayan a proteger a los niños!».
«¿Qué están haciendo? Entren en el edificio!», gritaba una persona en uno de los vídeos, mientras que otra gritaba: «¡Vayan a proteger a los niños!».
El jefe de policía de Uvalde, Daniel Rodríguez, emitió un comunicado el 26 de mayo y dijo: «Es importante para nuestra comunidad saber que nuestros oficiales respondieron en minutos junto con los oficiales de Uvalde CISD».
“Entiendo que están surgiendo interrogantes sobre los detalles de lo que ocurrió”, dijo Rodríguez. “Sé que las respuestas no llegarán lo suficientemente rápido durante este momento difícil, pero tenga la seguridad de que con la finalización de la investigación completa, podré responder todas las preguntas que pueda”.
El director regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Víctor Escalón, confirmó el 26 de mayo que el sospechoso no fue confrontado antes de ingresar a la escuela, contrariamente a noticias anteriores de que un oficial escolar se enfrentó con él fuera de la escuela. La escuela estaba abierta, dijo Escalon.
Se negó a responder preguntas durante una conferencia de prensa sobre las acusaciones de que los agentes de policía podrían haber confrontado y abatido al tirador más rápidamente, y dijo que «volvería a hablar» una vez que la investigación estuviera más avanzada.
Los Rangers de Texas están llevando a cabo la investigación de la masacre.
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